lunes, 14 de julio de 2014

Priístas durante la campaña; switchers en la urna

¿Qué pasó?
  •  Electores tepicenses engañaron a periodistas, candidatos y encuestadores
  • Brutal veredicto de Parametría: “Ocultaron el voto para Polo”
  • Tarea para PRI saber por qué los tepicenses esconden su preferencia
  •  “Apancharse”, “Amadizarse” y “Higiniezarse” neologismos de las campañas
Por Enrique Hernández Quintero / Exclusiva MERIDIANO

Miles de ciudadanos tepicenses engañaron durante un mes. Asistieron a los eventos de campaña del PRI, ya por indicación de su sindicato, ya por “sugerencia” de su jefe en las oficinas públicas, ya por “invitación” del burócrata que les da la beca o la despensa.
Al terminar la primera semana de campañas, la encuestadora local Números Negros entrevistó a 504 electores de Tepic y divulgó sus números: 40% de intención de voto para Roy Gómez y 33% para Polo Domínguez.
El día previo al debate entre candidatos (jueves 26 de junio) llegó Roy Campos a Tepic. Según filtraciones su encuesta –contratada por el PRI- apenas le daba a su tocayo una ventaja de 3 puntos sobre el abanderado de la alianza de facto. Se iba emparejando la elección.
Todo indicaba que el domingo 6 de julio la mítica estructura electoral del PRI haría la diferencia y sacaría con su operativo unos 5 puntos adicionales de ventaja para Roy Gómez. Periodistas experimentados como Arturo Guerrero, por ejemplo, bromeaban con este tema: aceptaba apuestas siempre y cuando le concedieran ese porcentaje que tradicionalmente los operadores del PRI lograban obtener históricamente todos los domingos de elecciones.
La muy reconocida consultora Parametría fue la que dio la clarinada sobre lo raro de la jornada electoral en la que no hubo grandes filas en las casillas. En su encuesta de salida (1,620 entrevistas) se registraba un 47% de votos a favor de Roy y 46% para Polo. Por protocolo metodológico -debido al margen de error de 2.4%- no daba ganador a ninguno y sugería esperar el conteo rápido.
En la primera hora de la madrugada del lunes, Parametría divulgó un segundo boletín de prensa altamente esclarecedor. Su conteo rápido (18,217 boletas) daba ganador a Polo con 54% de los votos contra un lejano 39% de Roy. Nada que ver con los datos recabados en la encuesta de salida. Igualmente mencionaba a Gustavo Madero –líder nacional del PAN- que minutos después de las 6 de la tarde declaraba ganador a Polo con apenas 2 puntos de ventaja.
La conclusión de Parametría es tajante y reveladora: “A partir de los datos obtenidos podemos señalar que existió un voto oculto por parte de los electores, los cuales negaron el voto por Leopoldo Dominguez”. Punto.
Muchos de los votantes que en la intimidad de la urna sufragaron por Polo al toparse con los encuestadores mintieron olímpicamente apenas segundos después: “Voté por Roy”. Y también mintieron semanas antes, cuando fueron encuestados por Consulta Mitofsky o Números Negros.
En una entidad presupuestívora (Ernesto Acero dixit), en la que prácticamente todos vivimos directa o indirectamente del erario público el temor a vivir en el error –dicen los ortodoxos que es “vivir fuera del presupuesto”- es muy alto.
Así fue como cientos de burócratas, de carenciados con tarjeta Prosa, de provedores, incluso de priístas simpatizantes de Manuel Cota, de Alejandro Galván, de Carlos Saldate o de Gianni Ramírez simularon bien su filia priísta. Dieron “like” al “Voy con Roy” en redes sociales, fueron a los actos de campaña, fijaron calcas en sus autos y mostraron su pulgar manchado con tinta indeleble el lunes confesando su apoyo al PRI. Pero –ahora lo sabemos- no tuvieron empacho en cruzar el logo del PAN.
Los por qué los ciudadanos de Tepic engañaron a todo mundo sobre su preferencia política coyuntural debe poner a trabajar al PRI y a las autoridades. Y aunque las respuestas se intuyan más vale que sea un ejercicio sin empirismo.

DE BUENA FUENTE: Varios neologismos nos fueron heredados por las recientes campañas. Las redes sociales constituyeron un wiki que permitió detectar conductas singulares merecedoras de ser denominadas para su uso cotidiano. Así varios actores cincelaron el vocablo “higiniezarse” para describir el papel de patiño al servicio de otro candidato; también “amadizarse” para referirse a la mutación constante de filiación política; y también “apancharse”, término que hace mención a la pasión exacerbada para defender radicalmente a un político en las comunidades virtuales.

Twitter: @ehq