Se acabaron las campañas y volvió la monotonía. Le cuesta trabajo a la gente encontrar algo atractivo, interesante o innovador en la forma de operar del poder público nayarita.
Pareciera que gobernar es una actividad que provoca bostezos. Muchas de las políticas públicas vigentes pecan de ser ortodoxas y el estilo de no pocas autoridades es excesivamente formal, anestésico incluso. Falta chispa, falta sal y pimienta. Se extraña hechos y personajes que “daban la nota” en años pasados. Ni siquiera los diputados Roberto Lomelí Madrigal, Carlos Hernández Ibarría o Juan Antonio Echeagaray han podido darle un toque de color a su actuación. Quedan a deber.
Suelo conversar 2 o 3 veces por semana con personajes de los medios para revisar si hay novedades interesantes en la agenda pública. “No hay nada”, suelen decirme con tono de enfado.
Para las nuevas generaciones debe ser desolador ver a la clase política de Nayarit mostrarse monótona, adivinable, hiper-institucional, formalita.
Se extrañan los lances que en el pasado reciente protagonizaban Filiberto Delgado como Presidente del PRI, el diputado Marco Antonio Hernández del PAN, y –por supuesto- Ney González al frente de la alcaldía de Tepic, cuya gestión supo mover eficazmente tanto a la opinión pública como a la opinión publicada. El mismo Antonio Echevarría como gobernador supo aderezar muy bien su rol protagonista.
MUCHO “MEDIA TRAINING”, PERO…
Percibo hoy errores institucionales al mediatizar la agenda gubernamental. Muchos de los temas de la alta burocracia –inversiones, obras, gestiones, visitas oficiales- son poco atractivos desde la óptica popular. Y algunos de los temas que interesan a la ciudadanía –remoción de funcionarios, sanciones a corruptos e ineficaces, diálogo con los opositores- han sido débilmente gestionados por los funcionarios de varios niveles de gobierno.
Hace poco un servidor público municipal me invitaba a ver “lo bueno” de su institución, y no solamente “lo malo”. Esa es una obsesión de muchos hombres en el gobierno. Le expliqué –con manzanas- la tesis de la experta en imagen pública, Ana Vásquez Colmenares, quien como consultora aconseja a las autoridades difundir “notas amarillas” pues las “notas blancas” son desairadas por los consumidores de noticias.
Y eso es algo que pese a tanto entrenamiento de medios no han podido hacer los actores locales. Siguen emitiendo declaraciones políticamente correctas, con datos fiables, mismos que la gente que los lee en prensa escrita, los escucha en radio o los ve en televisión ignora olímpicamente.
El viernes pasado una de las notas que mas llamó la atención de los medios mundiales fue una simple reunión, convocada con Barack Obama, para tomarse unas cervezas con un policía de origen anglosajón y un académico de raza negra, envueltos en un pequeño escándalo racial. Así de sencillo.
Hace falta pues que los personajes locales sepan “mover el avispero” de vez en cuando. Salvo las veces que Ney se ha animado a “quitarle lo aburrido” –por usar sus palabras- al ambiente político local, la regla es el marasmo y solo por excepción nuestras autoridades saben incidir correctamente en la opinión popular.
DE BUENA FUENTE: Pese a las críticas de uno que otro nostálgico, el interés gubernamental por mejorar su presencia en la red sigue creciendo. Ahora el gobierno federal ya está en la red de microblogging Twitter bajo el nick “gobfed”. Ayer en la cobertura periodística de este anuncio se destacó la actividad que el gobierno de Nayarit despliega en este servicio.
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