lunes, 6 de septiembre de 2010

Y cesó la crítica

Una lección importante que deja la atención que dio el Gobierno a la crisis ocasionada por las inundaciones (y que fue muy bien comunicada en redes sociales y el portal web institucional) es que cuando la autoridad atiende eficazmente los problemas evidentes del presente, se desarma a la crítica.

Este fin de semana pulsé la opinión de los nayaritas vía Internet y me sorprendí de encontrar un tácito escenario de “cese al fuego”. El armisticio verbal tiene una razón. No hay argumento posible para cuestionar a la autoridad cuando ésta cumple sus obligaciones fundamentales.

Incluso, algunos ajenos a la entidad tuvieron palabras de elogio a la emisión constante de reportes que hizo el gobernador Ney González vía Facebook y Twitter, que en verdad de mucho sirvieron para alimentar la tranquilidad de muchas familias y la toma de decisiones de algunos viajeros.

Ayer domingo, por ejemplo, a las 5:05 de la madrugada Ney emitió información sobre Guayabitos y San Pancho, y apenas 3 horas después actualizó datos sobre el tema, sacrificando horas en sueño a favor de la transparencia informativa que –demostrado está- es lo que mejor funciona en contingencias de salud o metereológicas.

AFORTUNADOS MENSAJES

Bueno, hasta hubo chance de que el Gobierno difundiera una muy afortunada gráfica sobre la democratización del acceso al helicóptero oficial. Una mujer embarazada de Zacualpan –población incomunicada por tierra- fue trasladada para dar a luz en el hospital de San Pancho.

Un detalle no menor es la difusión de una fotografía tomada por Ney, en la que se aprecia un traje de casimir azul marino y una corbata de seda roja, en rayas diagonales. Era el traje que usaría en el quinto informe de labores de Enrique Peña Nieto en Toluca. Semióticamente manda dos mensajes importantes, y en ambos obtiene utilidad política: Primero a Peña: “Mi deseo era asistir”; y luego a los nayaritas: “Mi prioridad es atender la emergencia”.

¿Y EL TEMA DE LA INSEGURIDAD?

En conclusión, desde el 31 de agosto a las 3 de la mañana, cuando Ney anunció el desplome de un tramo del puente sobre el Río Ameca, hasta ayer domingo, la gestión de todo el tema relativo a la afectación de vialidades por la inclemencia de la naturaleza ha sido muy exitosa.

Paralelamente en estos días las críticas usuales contra la autoridad casi desaparecieron.

Claro. Al trabajar Ney y sus colaboradores en atender lo urgente ni chance de caer en escenarios que a la gente no le gustan. Ni de destapes o autodestapes; ni de frases desafortunadas en el tema de la seguridad; ni de retórica de auto elogio; ni de reyertas con motivos electorales.

Ya que pase la emergencia por causas metereológicas será bueno calcar los criterios vistos en estos días en el abordaje de la crisis que más preocupa a los nayaritas, y que más críticas (y costos en popularidad) ha causado: la inseguridad pública.

DE BUENA FUENTE: El jueves, en el espléndido restaurant argentino Puerto Madero, algunos hombres de negocios nayaritas militantes del PRI compartieron el churrasco y la chistorra con Rafael Ranero, Presidente Nacional del Instituto Político Empresarial de ese partido, con quien acordaron reactivar ese ente en octubre próximo.

Nada se sabe aún de quién pudiera ser el nuevo líder de los empresarios tricolores. Si prospera el continuismo, no duden que vayan a impulsar a Alfredo Madrigal, el constructor líder de ese fantasma sexenal llamado Consejo Empresarial de Nayarit, con lo que quedaría garantizada la ineficacia del organismo, pues si algo logró Madrigal fue unir a otros gremios en su contra.

Otros nombres que podrían encajar –por su filiación política- son Miguel Sierra, Jorge Sánchez Ibarra, José Maldonado, Francisco Solís Hernández o Alejandro Galván.

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