Lo que
faltaba, que el diputado Alejandro
Galván llegara al extremo de apostar su fuero con un comunicador. El colmo.
Un hecho inaceptable en la vida democrática de hoy. De por sí fueron
condenables sus acciones de gitanismo político (del PRI al PANAL, y luego de
regreso al PRI), la ligereza de ofrecer pedir licencia a su cargo de elección
popular en una apuesta es sencillamente execrable. ¿Qué pensarán los votantes que lo
eligieron?
"Yo no soy político, los políticos son culeros", confiesa el legislador en redes sociales. Hace bien en marcar distancia, pero debe reconocer que los tradicionales políticos no cometen muchos de los errores que él ha protagonizado en menos de un año.
Fresco en la mente de muchos usuarios de Facebook está el áspero debate que tuvieron recientemente Galván y su compañero de bancada Carlos Saldate por el tema de la propuesta de aquel que presentó al líder de la 30 Legislatura sin ser formalmente una iniciativa. En la lógica tradicional de muchos hombres públicos sigue aplicando la máxima de "la ropa sucia se lava en casa".
COMO CHIVO EN CRISTALERIA
La tendencia de Galván a publicitar con estridencia los diálogos privados sólo va a hacer que crezca la desconfianza de la clase política hacia él. El diputado local violenta con su actuación códigos que todos los demás personajes del priísmo -y de otros partidos- respetan cabalmente.
Y el problema es que aparentemente no existe quién, salvo Ney González, pueda llamar a cuentas a Galván y explicarle que su desafortunada actuación le podrá ganar una que otra simpatía -como pasa con todos los que mediatizan su vida-, pero le costará el veto y la censura de muchos.
Ensimismado en sus jugarretas Galván ha dejado en el descuido total al Instituto Político Empresarial. Es decir, ha relegado a un segundo plano una de sus responsabilidades institucionales en aras de ver su nombre circular alegremente en las redes sociales.
No será extraño que los agraviados por la loca carrera de Galván conformen una sinergia y decidan, de manera organizada, ponerle piedritas en el camino. Un "Todos Unidos contra Galván", pues a diferencia de su mentor -Ney-, su joven clon no trae en su carta de navegación la costumbre de conciliar o de limar asperezas.
DE BUENA FUENTE: ¿Estará en la agenda del Presidente del PRI Juan Carlos Ríos Lara, llamar a cuentas al diputado Alejandro Galván por andar apostando su curul en publicitadísimas reyertas a causa de egos lastimados?
Twitter: @ehq
"Yo no soy político, los políticos son culeros", confiesa el legislador en redes sociales. Hace bien en marcar distancia, pero debe reconocer que los tradicionales políticos no cometen muchos de los errores que él ha protagonizado en menos de un año.
Fresco en la mente de muchos usuarios de Facebook está el áspero debate que tuvieron recientemente Galván y su compañero de bancada Carlos Saldate por el tema de la propuesta de aquel que presentó al líder de la 30 Legislatura sin ser formalmente una iniciativa. En la lógica tradicional de muchos hombres públicos sigue aplicando la máxima de "la ropa sucia se lava en casa".
COMO CHIVO EN CRISTALERIA
La tendencia de Galván a publicitar con estridencia los diálogos privados sólo va a hacer que crezca la desconfianza de la clase política hacia él. El diputado local violenta con su actuación códigos que todos los demás personajes del priísmo -y de otros partidos- respetan cabalmente.
Y el problema es que aparentemente no existe quién, salvo Ney González, pueda llamar a cuentas a Galván y explicarle que su desafortunada actuación le podrá ganar una que otra simpatía -como pasa con todos los que mediatizan su vida-, pero le costará el veto y la censura de muchos.
Ensimismado en sus jugarretas Galván ha dejado en el descuido total al Instituto Político Empresarial. Es decir, ha relegado a un segundo plano una de sus responsabilidades institucionales en aras de ver su nombre circular alegremente en las redes sociales.
No será extraño que los agraviados por la loca carrera de Galván conformen una sinergia y decidan, de manera organizada, ponerle piedritas en el camino. Un "Todos Unidos contra Galván", pues a diferencia de su mentor -Ney-, su joven clon no trae en su carta de navegación la costumbre de conciliar o de limar asperezas.
DE BUENA FUENTE: ¿Estará en la agenda del Presidente del PRI Juan Carlos Ríos Lara, llamar a cuentas al diputado Alejandro Galván por andar apostando su curul en publicitadísimas reyertas a causa de egos lastimados?
Twitter: @ehq
Estimado Enrique, leo tus notas que escribes con mucha pasión y con tendencia antagónica hacia el Diputado Galván; no veo la gravedad de apostar por apostar, Son solo desafíos que no pasan de ver quien grita más fuerte, y tiene una ocurrencia más audaz para retar al contrario. Me explico, es como decir; “dejo que corten las pelotas, si no es cierto lo que afirmo”. No pasa de ser gritos de arriero, a una recua de acémilas desobedientes. La personalidad de cada legislador, se gana a pulso con la facilidad que tenga para decir o no tonterías y por su actuar en el desarrollo del oficio legislativo, dentro y fuera del recinto.
ResponderEliminarEn parte estoy de acuerdo con Alejandro Galván en solicitarle a Tello -quien tiene la característica de blofear y de escribir mentiras, con una facilidad asombrosa-, que fundamente su acusación con la documentación correspondiente, o de lo contrario que se retracte. Los que nos dedicamos a la tarea de escribir, tenemos la obligación ética de manejarnos con la verdad, y no con suposiciones o con rumores de pasillo vertidos por burócratas de medio pelo.
Deja a Tello que se defienda, claro si es que tiene la capacidad para dar la cara y debatir con el afectado. Como dice una máxima en política; “que no llore como mujer, lo que no puede defender como hombre”
José Luis Carranza Cortés
Escribe para La Semana de Nayarit en la columna; “Nada personal…”