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18 meses marcados por las dificultades financieras
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El peso del gabinete lo llevan 4 Secretarios, a lo
sumo 5
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Gianni y Veytia, dos interesantes hallazgos en este
lapso
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El PRI de Ríos Lara trabaja en lo electoral, no en
lo político
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Las contrarreformas anheladas, ¿Llegarán pronto?
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Plausible la actitud y aptitud de Roberto para
corregir yerros
Ayer
se terminó el primer cuarto del sexenio de Roberto
Sandoval. Los primeros 18 de 72 meses en que despachará en Palacio han
estado marcados por la sombra de las dificultades financieras. Ney González le heredó una deuda
pública pesada, asfixiante, y compromisos –pagaderos con recursos públicos- que
limitan la capacidad de hacer obra pública o proyectos de coinversión con
gobiernos federal y municipal.
Apenas
en diciembre del 2011, cuando la gestión de Roberto
llegó a sus primeros 100 días, se dificultó el recuento de logros de corto
plazo. Empero, tanto el bono democrático por su claro triunfo electoral, como
el ambiente de tranquilidad por la recuperación de la seguridad pública, cincelaron
un clima de confort para el gobierno estatal. En los pasillos de Palacio la
alta burocracia entendía que vivían no un catarro financiero, sino una severa
pulmonía, aunque sin mayores costos sociales.
SANDOVALISTAS,
AL GABINETE
El
gabinete legitimador que tomó protesta el 19 de septiembre paulatinamente fue
mutando; el equipo de trabajo que acompañó a Roberto desde 2005 y 2008 pronto se reagrupó. Salvo excepciones,
los sandovalistas químicamente puros son quienes hoy cogobiernan.
Sin
embargo, apenas son 4, quizá 5, los Secretarios en quienes recae todo el paso
del gabinete. Más de la mitad de colaboradores de primera línea de Roberto han optado por la penumbra.
Cumplen, a secas. Ah, eso sí, le echan todas las ganas del mundo a las tareas
extraoficiales, partidistas. Todos tienen una comisión dentro del PRI. Y ahí sí
lucen, trabajan sin desmayo, y lo presumen en redes sociales.
A
Roberto le adjudican la frase “me
sobra tropa, me faltan Generales”. La haya dicho o nó, el círculo rojo
–es decir, la jerarquía nayarita informada e influyente- la da por buena y la
valida, además. No pocos quisieran ver a más perfiles como el de Germán Rodríguez Jiménez, Jorge Kondo o
Antonio Meza Pérez en el Gobierno de
la Gente.
GIANNI
Y VEYTIA: LAS REVELACIONES
Aún
así, también la sociedad local reconoce a dos personajes que constituyen
indiscutibles hallazgos en el primer cuarto de este sexenio: Gianni Ramírez y Edgar Veytia.
El
titular de Obras Públicas –además de sus evidentes logros institucionales-
debutó protagónicamente en 2011 en tareas políticas, con tanto éxito que no
pocos analistas y opinadores, profesionales y empíricos, empezaron a manejar la
tesis de la sustitución de candidato, cuando la campaña de Roy Gómez aparentemente no despuntaba.
Gianni demostró tener una cualidad compartida con su jefe:
la capacidad de hacer “click” (Gisela
Rubach dixit) con la gente. Hoy es de los personajes mejor posicionados en
la capital de cara al 2014.
Por
su parte, Edgar Veytia constituye
una revelación, no tanto por su plausible trabajo de pacificación de la
entidad, sino porque ha mostrado una faceta de madurez, de aplomo, de templanza
para decidir en asuntos públicos. Es quizá el funcionario menos cuestionado
del gabinete. Es mucho mejor que otros actores políticos en la tarea de gestión
de imagen pública.
Incluso
fuera de las confortables fronteras del sandovalismo, Veytia vale. Públicamente el clan de los Echevarría le reconoce su trabajo, y en voz baja, en el cuartel de
los Montenegro se le aplaude su
iniciativa para operar temas de agenda política. Incluso, muchos de los líderes
de opinión en medios formales y redes sociales suelen ser bastante generosos al
adjetivarlo.
RÍOS
LARA: AL ESTILO DE GRISELDA ESPARZA EN EL PRI
Allá
en el el PRI, el profe Juan Carlos Ríos
Lara –fiel a su querencia- disminuyó su presencia para conformarse con ser
un eficaz operador electoral, hasta ahí. Ha cedido a otros la tradicional labor
de interlocución con otras fuerza políticas priístas. Básicamente es un
coronel del ejército robertista. Punto.
Pese
a que son actores diversos quienes lo suplen en el rol de tender puentes, la
ausencia de criterios conciliadores en el PRI se nota, sobre todo en la acidez
exacerbada del “fuego amigo”. No pocas veces es más dura la crítica de los
correligionarios que la de opositores. Uno de los blancos favoritos de los
propios priístas es el diputado federal Roy
Gómez. Contra él descargan el malestar varios grupos que se sienten desplazados
tanto de cargos y candidaturas, como del simple diálogo.
Lo
peor de este escenario es que Ríos Lara
se mantiene en su postura pétrea, inflexible, inmutable. En rigor, no hay
ninguna diferencia entre su estilo y el de Griselda
Esparza en el sexenio de Ney.
Ninguna.
Nadie
duda de que el chaparrito dirigente está haciendo meritocracia ortodoxa para el
2014. Quiere no solamente ser diputado local –dicen-, sino líder de la 31
Legislatura. Empero, con su dinámica intramurista de fidelizado mayor,
no se ve cómo pueda ayudarle al gobernador en tareas que exigen un perfil
conciliador, sin fobias, con mayor apertura y menos estigmatizado (y mejor
calificado) por otros personajes tanto priístas como opositores.
LAS
REFORMAS QUE SOÑÓ EL VOTANTE
En
2011 Roberto encarnó el sueño de
miles de votantes nayaritas que reclamaban un cambio. En Nayarit se
configuró un escenario de alternancia de facto. No fue un relevo típico de
gobernador del PRI a gobernador del PRI.
El
propio Roberto Sandoval ayudó a
conformar esa idea colectiva al marcar una tajante distancia respecto del
sexenio anterior.
Con
el bono democrático postelectoral a su favor, se antojaba factible una agenda
reformadora que hasta el momento no ha llegado… pero que podría llegar.
Hay
que destacar, en esta tesitura, las acciones que ha impulsado el actual sexenio
en materia educativa y de relaciones laborales. Es decir, respecto del SNTE y
el SUTSEM.
Con
el gremio de trabajadores de la educación Roberto
reprodujo desde el primer día del sexenio el esquema que operó Echevarría en el 99, para recuperar la
rectoría del sistema educativa, dejando atrás las cuotas del poder y
redefiniendo las fronteras sindicales.
De
manera tácita y ya avanzada su administración, está haciendo lo propio con el
SUTSEM. Si Roberto se mantiene firme
en la idea de frenar –junto con alcaldes y titulares de otros poderes- la
voracidad del gremio de burócratas, tendrá un gran aplauso ciudadano.
Pero
fuera de este par de expedientes, se antoja necesario retomar la idea de las contrarreformas
antes del 2014, pues no es conveniente que el votante se presente nuevamente en
las urnas sin que se hayan presentado cambios drásticos en la arquitectura
legal y el diseño institucional heredado del sexenio de Ney.
ROBERTO,
UN GOBERNADOR QUE CORRIGE
Si
hay un atributo valioso en Roberto
es su capacidad para corregir. A diferencia de otros mandatarios incapaces de
ceder, Sandoval sabe rectificar. Lo
ha demostrado muchas veces; de manera notoria en el desafortunado nombramiento
de Manuel Narváez en SEDECO y su
plausible sustitución tras 44 días de críticas y cuestionamientos casi
unánimes.
Empero,
para que esta fortaleza personal se active es imprescindible que el gobernador escuche,
dialogue y esté atento al rumor social. De ahí que tengan especial valor
aquellos funcionarios que lo pongan en contacto con la vóx pópuli, tanto de la sociedad desorganizada, como la de los
grupos organizados y líderes de opinión.
El
catálogo de asuntos oficiales que reclaman ser recalibrados se ha incrementado.
Con el 25% del tramo sexenal recorrido, es buena momento para que Roberto ausculte y nutra su diagnóstico
sobre la realidad estatal y la dinámica gubernamental.
DE BUENA FUENTE: En la entrega del reconocimiento
de la 31 Legislatura a Juan Francisco
Ealy Ortiz, Director General del diario El
Universal, el diputado Omar Reynozo
¡leyó con faltas de ortografía! Dijo “rubrica” y no “rúbrica” antes de entregar
el pergamino al ilustre visitante. Caray ¡que pena con la visita!
Twitter:
@ehq
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