miércoles, 3 de diciembre de 2008


Antros versus Acuerdo

Hay posiciones encontradas para llevar a cabo el Acuerdo Estatal para el Fortalecimiento de la Seguridad Pública. Los dueños de antros rechazan las medidas que se pretenden implementar y parece que será la justicia federal quien determinará la legalidad de algunas medidas anunciadas el 26 de noviembre.
En voz de Juan Altamirano, propietario del Hilo Reveé, los empresarios de la vida nocturna (hablan de 30 mil empleos generados por su actividad en todo el estado) señalan que cerrar a las 2:00 AM implicaría la incosteabilidad de sus negocios.
Ayer por la mañana se comentó que les fue admitida la demanda de amparo a la familia Ramírez, propietaria del bar Tribu y varios despachos jurídicos fueron visitados toda la mañana por empresarios de antros y expendios de cerveza para implementar acciones legales similares.

¿OPOSICIÓN O APOYO?
Si vemos el Acuerdo en su esencia –un conjunto de políticas públicas- conviene revisar si los compromisos se diseñaron cumpliendo una mínima metodología.
Eugene Bardach (“Los ocho pasos para el análisis de políticas públicas”) que además de la legalidad de una acción gubernamental, se debe revisar la “aceptabilidad política”. El catedrático del CIDE define “la inaceptabilidad política es una combinación de dos cosas: demasiada oposición y/o muy poco apoyo”.
El también catedrático de Berkeley aclara que la inaceptabilidad no es una cuestión estática; y aconseja: “Si la solución de política que prefiero no es viable en las condiciones actuales, ¿qué puedo hacer para cambiarlas? Podría darse cuenta de que elaborar estrategias creativas puede abrir opciones que antes no había considerado seriamente”.
Vista la postura de los dueños de antros, me pregunto ¿Y qué piensan los clientes, los chavos –y ni tan chavos- antreros? ¿Están de acuerdo en otorgar su huella digital al entrar? ¿Y en irse a dormir a las 2 de la madrugada? ¿Se midió esto en alguna encuesta previa?
Algunos establecimientos comerciales y muchas oficinas públicas y privadas ya recurren al uso consentido de la huella digital. Entendemos que no debería haber problema alguno para que la huella sea una contraseña válida de entrada a los antros; el problema es que –secundando a los empresarios de los antros- se geste un movimiento juvenil de resistencia a esta medida por falta de una socialización adecuada.
El reto es para el equipo de Ney González; les compete procesar los compromisos con talento, para evitar reversazos o simulaciones al estilo de la famosa Ley Seca dominical de tiempos de Celso Delgado.
Ya antes ha habido decisiones gubernamentales que tuvieron que ser corregidas (límite de velocidad de 60 kmh en el Libramiento) por la falta de colaboración ciudadana.
Más allá de lo que decidan los jueces federales, veamos cómo operan este asunto las autoridades estatales, pues aparentemente las municipales están ajenas al conflicto.

DE BUENA FUENTE: Existe una “puerta trasera” en el Acuerdo de Seguridad que permitiría resolver de buena manera el conflicto Gobierno versus dueños de antros. Fijar “horarios más estrictos de operación” en reglamentos municipales no compete a las “zonas turísticas”. Luego entonces, ¿Tepic no podría ser considerado zona turística?

Nos leemos mañana.