Al día siguiente el turista estuvo trabajando toda la mañana con el marmolero. Por la tarde, cargando varias lozas labradas, llegaron a la alcaldía para mostrarle lo que habría de atraer a más turistas al pueblo. Primero caminaron a la fonda frente a la plaza. Ahí le ordenaron al marmolero fijar la primer lápida. “En este lugar, en julio de 1928 iba a ser asesinado Álvaro Obregón”.
Luego se encaminaron a la parroquia. En la pared del atrio, clavaron la segunda pieza de mármol. “En este templo, en el mes de abril de 1806 iba a ser bautizado Benito Juárez, Benemérito de las Américas”. Ya por la noche el pueblo lucía los anuncios de hechos que iban a ocurrir allí, pero que –cosas del destino- acontecieron en otros lares. A partir de entonces, muchos turistas con cámara en mano tuvieron decenas de nuevos motivos para fotografiarse.
IMAGINACIÓN, LA CLAVE
Así opera el turismo. Digo esto porque en éstos días Nayarit ha aparecido en cientos de notas en el mundo básicamente por 2 motivos: la pretemporada de los Estudiantes de la U.A.G. (otrora los “Tecos”) y el traslado de 27 reos michoacanos al penal de El Rincón, todos ellos exservidores públicos presuntamente ligados al narco.
De algo debe servir la fama que en estos días esta cobrando la capital del estado. A alguien debe ocurrírsele algo para explotar el boom mediático de esa penitenciaría.
En Madrid hay un peregrinar cotidiano de turistas que por la calle Cuchilleros llegan al restaurant más antiguo del mundo, Herederos de Botín. En la planta alta hay una pequeña mesa que nunca se ocupa. “Es dónde comía Hemingway”, revelan los meseros. Miles de fotos se toman ahí cada año. Al lado del establecimiento hay un bar de mexicanos. Con nuestro buen humor característico lucen en la entrada un letrero en inglés: “Hemingway nunca comió aquí”. Igualmente sirve para las fotos de miles de viajeros.
Recuerdo que cuando surgió la historia increíble de los balseros de San Blas, muchos taxistas encontraron una veta que les dio a ganar buen dinerito. El tour de los balseros: incluía las casas, los bares que frecuentaban, el embarcadero y el relato de la travesía.
El penal de Tepic bien podría inspirar souvenirs de exitosa venta asegurada. El turista busca perpetuarse –en video o fotografía- en lugares o sitios famosos. Como nuestro centro penitenciario.
Así opera el turismo. Digo esto porque en éstos días Nayarit ha aparecido en cientos de notas en el mundo básicamente por 2 motivos: la pretemporada de los Estudiantes de la U.A.G. (otrora los “Tecos”) y el traslado de 27 reos michoacanos al penal de El Rincón, todos ellos exservidores públicos presuntamente ligados al narco.
De algo debe servir la fama que en estos días esta cobrando la capital del estado. A alguien debe ocurrírsele algo para explotar el boom mediático de esa penitenciaría.
En Madrid hay un peregrinar cotidiano de turistas que por la calle Cuchilleros llegan al restaurant más antiguo del mundo, Herederos de Botín. En la planta alta hay una pequeña mesa que nunca se ocupa. “Es dónde comía Hemingway”, revelan los meseros. Miles de fotos se toman ahí cada año. Al lado del establecimiento hay un bar de mexicanos. Con nuestro buen humor característico lucen en la entrada un letrero en inglés: “Hemingway nunca comió aquí”. Igualmente sirve para las fotos de miles de viajeros.
Recuerdo que cuando surgió la historia increíble de los balseros de San Blas, muchos taxistas encontraron una veta que les dio a ganar buen dinerito. El tour de los balseros: incluía las casas, los bares que frecuentaban, el embarcadero y el relato de la travesía.
El penal de Tepic bien podría inspirar souvenirs de exitosa venta asegurada. El turista busca perpetuarse –en video o fotografía- en lugares o sitios famosos. Como nuestro centro penitenciario.
DE BUENA FUENTE: El tema del momento a nivel nacional es la protección civil, derivado del triste incidente de Hermosillo. Andrés el huracán amenaza con llegar a Nayarit. Pese a ese doble motivo hubo autoridades que desdeñaron la invitación a la instalación del Consejo Estatal de Protección Civil, ceremonia encabezada por el gobernador Ney González. Eso es no saber leer bien las coyunturas, o traer trastocadas las prioridades.