lunes, 6 de agosto de 2012

Alcaldes: Aprendamos de Tangamandapio



Hace días los medios nacionales dieron cuenta de una nota reconfortante, y didáctica: las autoridades municipales de Tangamandapio, Michoacán, develaron una estatua del personaje que, según dijo el alcalde, “sacó del anonimato” a esa población de poco más de 10 mil habitantes: Jaimito el cartero.
No dudo que este detalle de va a tener consecuencias positivas en su actividad económica, pues seguramente habrá –para los turistas- una razón para hacer escala ahí, a tomarse la foto con el nuevo atractivo local.
Lo ilustrativo de este caso es que las autoridades supieron –por fin- capitalizar un atributo inexplotado. Ignoro si al Ayuntamiento de Tangamandapio lo esté asesorando un consultor en marketing gubernamental, pero en caso de que así sea, ya desquitó su contrato con creces.
De vuelta en Nayarit, salvo los casos de Tepic y Bahía de Banderas, los alcaldes locales operan de manera tradicional el tema de la promoción turística, dejando que sea la dependencia estatal –bien jefaturada por Raúl Rodrigo Pérez- la tarea de difundir los atractivos de la geografía nayarita.

FERIAS DE PUEBLO, MÁS DE LO MISMO
Las recientes Ferias de Santiago, Compostela y del elote en Xalisco, nos mostraron que no hay nada nuevo bajo el sol. Desaprovecharon el efecto gratuito que tiene hoy una buena idea en redes sociales. ¿Se imaginan, por ejemplo, un concurso para comer elotes cocidos, al estilo de los eventos norteamericanos con "hot dogs"? De menos hubiera tenido espacio en “las mangas del chaleco”. En twitter, una foto de los glotones concursantes habría circulado profusamente.
En términos de comunicación masiva, por ejemplo, la fotografía de Kim Kardashian haciendo tirolesa la semana pasada en la Riviera Nayarit fue vista por millones de usuarios de la red y lectores de medios impresos. Lo mejor, es que es publicidad gratuita. Ciertamente Bahía de Banderas está perfectamente posicionado en el mundo del turismo, pero ¿Y los demás municipios?
Es hora que no hemos sabido explotar –bajo los códigos vigentes en medios y mundo virtual- las ventajas que tenemos.
En el centro de Tepic nadie vende playeras que haga alusión –con buen humor, claro- al Penal del Rincón, por ejemplo. Y vaya que se venderían, es uno de los íconos de nuestra capital a los ojos de los foráneos. Creo que ni siquiera en San Blas han sabido explotar con tours o souvenirs los célebres golpes mediáticos de los balseros o de la canción de Maná. No tenemos tampoco un museo del ceviche, ni en ese puerto, ni en Tecuala o Acaponeta. Ni tampoco una “feria del aguachile”.
Es más, no he visto en meses, una sola foto de un turista que en Tepic haya visitado los museos de Amado Nervo y Juan Escutia. Urge reinventarlos. Hoy por hoy no cumplen su misión.

LA CREATIVIDAD, CLAVE EN EL TURISMO
Nos ha pasado de noche, por ejemplo, el boom de la fotografía, gracias a la popularidad de redes sociales y al desarrollo de los teléfonos celulares. En 2009 publiqué esta anécdota que ilustra cuál es la clave de la promoción turística:
Un turista que pasó una noche hospedado en el único hotel de un pueblito fantasma es inquirido por el alcalde. “¿Cómo le hacemos para que vengan más turistas a este lugar?”. –Sencillo, si tienen panteón, de seguro hay marmolero y ese el hombre que necesitan-, contestó sabiamente. “Díganos más, ayúdenos”, clamó el anfitrión, cansado de ver mal comer a sus gobernados.
Al día siguiente el turista estuvo trabajando toda la mañana con el marmolero. Por la tarde, cargando varias lozas labradas con cincel, llegaron a la alcaldía para mostrarle lo que habría de atraer a más turistas al pueblo. Primero caminaron a la fonda frente a la plaza. Ahí le ordenaron al marmolero fijar la primera placa. “En este lugar, en julio de 1928 iba a ser asesinado Álvaro Obregón”.
Luego se encaminaron a la parroquia. En la pared del atrio, clavaron la segunda lápida.“En este templo, en el mes de abril de 1806 iba a ser bautizado Benito Juárez, Benemérito de las Américas”. Ya por la noche el pueblo lucía los anuncios de hechos que iban a ocurrir allí, pero que –cosas del destino- acontecieron en otros lares. A partir de entonces, muchos turistas con cámara en mano tuvieron decenas de nuevos motivos para fotografiarse.

CONTRATAR O CAMBIAR CONSULTORES
La Secretaría de Turismo ha tenido éxito con las nuevas marcas locales, principalmente el de las “lagunas encantadas”; sin embargo, el ejemplo de Tangamandapio debe ser un acicate para que los alcaldes nayaritas modifiquen la forma de “vender” sus ferias locales o los atractivos de sus municipios.
O carecen de consultores en marketing, o los que tienen no son buenos en lo suyo. Lo cierto es que teniendo tantas fortalezas por vender –lo mismo las limpias con los brujos de Jomulco que un tour por las zonas cafetaleras de Xalisco (al estilo de Colombia)- los ediles locales poco hacen por atraer turistas a sus demarcaciones.
El café orgánico, las albóndigas de camarón, los coco locos, los puros de Compostela o las mazorcas de Jala seguirán siendo fortalezas desaprovechadas.

DE BUENA FUENTE: Quien no pierde detalle de la selección olímpica mexicana de futbol es el politólogo nayarita Emilio M. González Valdez, quien por razones de estudios de posgrado reside en Inglaterra con beca del CONACYT. Apasionado del balompié, estuvo en los estadios del Newcastle United y en el mítico Wembley, y estará presente en la semifinal de mañana martes contra Japón.

Twitter: @ehq