viernes, 24 de agosto de 2012

Una carretera de 15 millones para 683 habitantes


La anécdota aquella en la que el gobernante prometió un puente sobre el río, para luego agregar –tras la aclaración de la multitud sobre la inexistencia de algún riachuelo en el pueblo- que también construiría un río, no es del todo descabellada.
Hubo una época en la que en materia de inversiones públicas, sólo la imaginación de las autoridades era el límite. Ahora, vivimos las crudas de aquellas borracheras.
Frente a presupuestos limitados –como el de Nayarit, gracias a los excesos del neycismo-, conviene que las organizaciones sociales modifiquen sus modelos de gestión frente a la autoridad. No hay dinero que alcance para tanto problema en nuestra realidad.
Digo lo anterior por las recientes acciones de presión de Antorcha Campesina, una organización surgida en 1974, precisamente en esos ayeres de derroche y despilfarro.

O TODO O NADA, LA DIVISA
Hace algunos días le dí seguimiento a una declaración de su líder estatal Héctor Hugo Villegas, en la que se quejaba de un presupuesto autorizado por el gobierno federal por 15 millones de pesos no se había ejercido para construir una carretera al poblado de El Cuarenteño. El recurso -aparentemente- fue conseguido por su organización.
Indagué en varias dependencias y obtuve argumentos técnicos irrebatibles. Primeramente, la postura de la SEMARNAT en defensa de la zona arbolada que tendría que ser deforestada para construir la carretera. Jamás van a entregar un dictamen de impacto ambiental favorable.
Después conocí la explicación de los expertos locales en construcción de caminos: “Una carretera a El Cuarenteño, en donde viven 683 personas según el censo del INEGI del 2010, no se justifica, pues los indicadores establecen que en todo caso ahí se puede plantear una carretera tipo D, es decir, en la que el tráfico promedio diario de vehículos sea de entre 100 y 500, con un ancho de 6 metros”.
La disertación del experto fue clara: “Por las condiciones topográficas, el ángulo de las curvas actuales, los desniveles tan contrastantes en la ruta, lo recomendable es hacer un camino empedrado, para evitar accidentes, pues un suelo que permita más velocidad sólo significaría accidentes”.
Ni siquiera tuve que pedir más explicaciones. Me adherí al criterio de los entendidos en el tema.
Concluí que la postura de Héctor Hugo Villegas es radical: “O todo, o nada”. El quiere su carretera de 15 millones, es decir, una inversión ruinosa, como se le conoce en el lenguaje de los economistas.

HAY QUE ENSEÑARLOS A CABILDEAR
No estaría nada mal que el gobierno estatal subsidie no obras, sino la actualización en las estrategias de varios gremios y colectivos locales que se quedaron anclados en el pasado. Un taller de cabildeo, por ejemplo, no le vendría nada mal a Antorcha Campesina, capítulo Nayarit.
De hecho, cuando escucho al dirigente Villegas hablar de su larguísima, interminable lista de gestiones fallidas (“…el gobierno no cumple, bla, bla bla…”), pienso que debería buscar estrategias más eficaces para obtener respuestas positivas del gabinete de Roberto Sandoval, pues aparentemente son más los asuntos no resueltos que sus trámites exitosos.
En fín. El pasado no se ha ido del todo. Ahí está Antorcha Campesina y sus rústicos métodos de presión. Ahí está Héctor Hugo Villegas y su estilo “Patria o Muerte”.
Ojalá que los 683 vecinos de El Cuarenteño encuentren canales más modernos, más flexibles para que les llegue un poco de justicia social. Su actual gestor busca más que se cumplan sus caprichos que obtener las mejores soluciones factibles. Debería saber que la política eso es: Conciliar lo deseable con lo posible.

DE BUENA FUENTE: Aseguran los enterados que el gabinete no llegará tal y como ahora está integrado al 19 de septiembre, fecha en que se cumple un año del inicio de la gestión del gobernador Roberto Sandoval. Visto de fuera, hay dependencias que operan sin creatividad, a la antigüita, sin capacidad para duplicar o triplicar los escasos recursos disponibles. Varios relevos serían no sólo justificados ampliamente por la sociedad, sino –incluso- hasta aplaudidos.

Twitter: @ehq