viernes, 3 de abril de 2009

La "hueva" de legitimar

Las grandes decisiones públicas usualmente se cobijan con el consenso popular. Reformar la constitución, destituir o nombrar a un funcionario importante, contratar un empréstito o emprender un nuevo programa público son misiones cuyo éxito se garantiza involucrando a la sociedad, la organizada y la desorganizada.
La mayor reforma constitucional de las últimas décadas la emprendió el Presidente Carlos Salinas con una mayúscula legitimación social. Los argumentos que el Gobierno deslizó en medios realmente eran convincentes, estuvieron ahí, taladrando la conciencia de los mexicanos antes, durante y después.
Claro, da mucha “hueva” operar consensos. Por ello algunas autoridades locales prefieren hacer las cosas tras bambalinas, en la oscuridad, sin ningún trabajo legitimador.

CIUDADANOS QUE HACEN ¡PLOP!
Importantísimas decisiones nos caen de sorpresa a los ciudadanos. Carajo, los contribuyentes se enteran de las decisiones de sus gobernantes hasta que ya son hechos consumados.
Extraña mucho que las prácticas democráticas básicas –como la de dialogar con los habitantes del estado o municipio- no se lleven a cabo, pese a que en algunos entes públicos fungen los consejeros con capacidad para diseñar estrategias institucionales socialmente avaladas.
Por ejemplo, la mediatización del más reciente caso de un crédito contratado por el Ayuntamiento capitalino se gestó gracias a un regidor del PRD, Martín Rojas. No vi al tesorero municipal mi amigo Alejandro Fonseca, ni al Secretario del Ayuntamiento Carlos López Dado, ni al Síndico Carlos Ruiz, vaya ni a mi querido maestro Antonio Herrera, socializar esta intención de manera previa. No entiendo porqué ese desdén para forjar consensos.
Evidentemente, tampoco hubo muestras de aprobación social a esta decisión, precisamente por el escenario de desinformación. ¿Que la aprobó el Cabildo? Si, y los cabildos traen una crisis de representación tremenda. Imposible pensar que ellos hablen por todos los tepicenses.
¿Qué era necesario tal endeudamiento? Puede ser que sí, pero nadie de los que pagamos al SIAPA o el impuesto predial en Tepic pudimos conocer anticipadamente los argumentos a favor de esa línea de crédito.
Difundir los proyectos que se cocinan en el gabinete no es una decisión que quede al arbitrio de los operadores de medios de Roberto Sandoval. Es un asunto fundamental, de otro nivel. Tiene que ver con el credo democrático del alcalde y su equipo.
Obtener una mayoría en el Cabildo es un asunto fácil. En cambio, generar una sana discusión pueblo-gobierno en torno a los problemas del municipio es una misión mayúscula, ideal, aconsejable. Un hombre popular como Sandoval no debería tener problemas para convencer argumentalmente a los tepicenses.
Es mejor que a sus acciones de gobierno se sumen miles de capitalinos, y no solo los 11, 12 o 13 regidores aliados.

DE BUENA FUENTE: Suerte de los subsecretarios. Ya son varias las ocasiones en que en eventos de primer orden la representación del Poder Ejecutivo recae en algún subsecretario, que se lleva a casa y para siempre la foto del recuerdo de un presidium en el que se codea con figurones de talla nacional. Digo, no estaría mal que en algunos casos se revisara bien el nombre del palomeado para asistir a ciertos eventos, porque luego se decodifican mensajes inconvenientes. De repente los ilustres visitantes se van con la idea de que son menospreciados.