jueves, 2 de julio de 2009

Desayunando con Ney

El día 2 de septiembre, un día después de tomar posesión de inaugurarse en su cargo durante la sesión solemne del tercer informe del Presidente Felipe Calderón, los diputados federales de Nayarit -3 como mínimo, quizá 6 o 7 en total- iniciarán una actividad institucional en la que partidos y campañas deberán quedar atrás.
Ya para entonces los legisladores estarán empachados de tanta lectura que habrán digerido acerca del veredicto dado por las urnas, es decir, los mensajes dados por el elector al votar, al anular la boleta o al abstenerse de ir a la urna. Más allá del significado político del 5 de julio, veremos que tanta capacidad de trabajo efectivo pueden hacer por Nayarit.
Hay que recordar que el gobernador Ney González diseña y aplica desde septiembre del 2005 un nuevo modelo de gestión, en el que es fundamental el respaldo de los legisladores federales. Todos –excepto Miguel Ángel Navarro- se sumaron a los cabildeos del mandatario y su equipo de colaboradores.

SILENCIO: NAYARITAS CABILDEANDO
Uno de los más gratos recuerdos que debe tener Ney de sus giras defeñas seguramente será la impresionante capacidad de hacer amigos de Sergio González, quien supo manejarse en San Lázaro de una forma singular pero efectiva en la “burbuja” y dentro del gabinete calderonista.
Ni qué decir de Raúl Mejía, un hombre clave en el esquema de las relaciones intergubernamentales de Nayarit con la Federación. Incluso, Gerardo Montenegro –más allá de todo lo que aconteció en el primer semestre del 2005- siempre estuvo atento a respaldar las gestiones de Ney en el DF.
Siendo honestos, también el diputado Navarro Quintero –a su modo- respaldó algunas gestiones institucionales, no precisamente del gobierno estatal, pero sí de un gobierno municipal priísta. Vale el ejemplo en la lógica de que hay momentos para olvidar las gestas electorales y unir esfuerzos por la entidad.
A eso se deberán enseñar los diputados federales por Nayarit, por encima de las siglas partidistas que ahora los impulsan. Si, en política hay que aprender a olvidar –como en la vida personal-, hay que saber cerrar ciclos y darle vuelta a la página.
Y créanme que no es fácil, pues hay muchos ejemplos recientes, en el pasado y presente, de autismo, de políticos que conciben al disenso como enemigos irreconciliables. Siempre será bueno recordar aquella frase de Winston Churchill: “Un adversario político es alguien con quien puedo estar desayunando mañana”.
Cota o Pavel, Jocelyn o Martha, Zmery o Ivideliza, Felícitas, Lola, Cora Cecilia, o Hilaria, quienes lleguen a detentar una curul, deberán aprender a trabajar institucionalmente con Ney a partir de septiembre. Y eventualmente, quizá, sentarse a desayunar con él.

DE BUENA FUENTE: Un aspecto en el que los operadores de las campañas fallaron fue en transparentar sus emociones de más. Al hacerlo se convirtieron en un termómetro de cómo andaban los ánimos en los “war rooms” de los candidatos. Se notaba su fastidio, su nerviosismo, sus enojos. Mal. La cara pública de los “campañólogos” debe transmitir optimismo, confianza y buena vibra.