Seguramente se estarán frotando las manos aquellos que, al calor del debate sobre el incremento del impuesto especial a favor de la UAN, exigieron que nuestra universidad se transparentara.
El pasado 3 de marzo la empresa consultora Aregional dio a conocer su índice 2009 de transparencia y acceso a la información de las universidades públicas (ITAIUP).
En este documento, la UAN aparece con calificación reprobatoria, un 51.5 sobre 100 puntos posibles, y es una de las 13 de 39 universidades e institutos de educación superior que no superaron la barrera de los 60 puntos.
Aregional evalúa los portales institucionales y califica la calidad de la información expuesta en 5 rubros: financiera; académico-administrativa; institucional; jurídica; y acceso a información adicional.
En estos apartados temáticos, la UAN sólo supera la calificación promedio en materia de información financiera; en los restantes 4 temas, aparece por debajo de la media nacional.
QUE NO HAY TRANSPARENCIA ADMINISTRATIVA
Me llama la atención que el aspecto peor calificado es el que se refiere a los datos académico-administrativos, que es el de la ponderación más alta para los analistas, pues aporta 35 de los 100 puntos totales. Aquí nuestra casa de estudios obtiene apenas 9 puntos –la calificación promedio fue de 22.3- y ello quiere decir que los tabuladores salariales, convocatorias a licitaciones, estadística como matrícula existente, y el número y tipo de plazas, son tratadas con criterios de opacidad por los colaboradores del rector Omar Wicab.
Es extraño que la UAN no haya socializado este índice, pues todas las universidades lo tienen. Creo que hubiera sido sano conocer esta evaluación por las autoridades rectorales, y no por los medios nacionales.
En descargo de la UAN, debo decir que probablemente haya padecido el espejismo de ser evaluado por el ITAI, pues su titular, “el señor de los doctorados”, ha hecho un peregrinaje por toda la entidad reconociendo la “voluntad política” de autoridades obligadas a cumplir con la Ley de Transparencia, pero sin hacer un escrutinio mínimamente objetivo. De modo que cuando un ente se sujeta a una evaluación más o menos rigurosa, es explicable que salgan calificaciones reprobatorias.
DE BUENA FUENTE: Un tema en el que Ney González fijó una postura con claridad ha sido en el de la no creación de nuevos municipios, básicamente por cuestiones de inviabilidad financiera. Así que no le vemos mucho futuro a los organizadores del proyecto de constituir el municipio 21, Bahía de Jaltemba.