lunes, 27 de junio de 2011

Martha Elena recuerda el 2009: “Empecé 20 puntos abajo, en un mes acorté a 7, luego empaté y… ¡gané!”

- El 3 de julio estará preparando alimentos para sus representantes de casilla “y en la noche, a festejar”

- La parte más difícil de su desempeño como diputada federal fue separarse de sus nietos

- Convivir dos días con Michelle Obama, una de las grandes experiencias que ha vivido

- Es tecnopolítica; con el Ipad y el Blackberry se maneja “como pescadito en el agua”

- Los tamales de elote, el pipián y el arroz con camarón seco, sus especialidades como cocinera

Por Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO / Exclusiva para MERIDIANO

En la sala de la casa de la candidata Martha Elena García adornan las paredes una veintena de cuadros hechos con la técnica de punto de cruz, hilo sobre tela. Ese fue su hobby hasta hace pocos años, tras el sexenio del cambio en el que tuvo intensa actividad al frente del DIF. Confiesa que desde que se levantaba hasta que se dormía se dedicaba a sus costuras, todo el día. A principios del 2009 llegaron con ella un grupo de mujeres militantes del PAN para pedirle que buscara la candidatura a la diputación federal. Ella les dijo que no, que por el momento se encontraba muy bien, muy tranquila. Se retiraron pero siguieron insistiendo por teléfono, una, luego otra. “Déjenme ver pues”, les contestó a los días, intrigada por tanta insistencia. Tomó su celular y le marcó a Toño su hijo quien venía de Guadalajara por la autopista. Le explicó que la invitaban a entrarle a la política, como candidata a diputada federal. “Pero ¿cómo mamá, qué vas a hacer ahí?”, le respondió sorprendido su primogénito, orillando su auto para continuar el diálogo sin sobresaltos. “Pues estoy alborotada hijo, es una cosa nueva y a mi me gusta ayudar a la gente”, le explicó. Minutos más tarde continuó la charla con sus hijos ya en Tepic, y tomaron la decisión; Martha le regresó la llamada a las entusiastas damas blanquizules: “Sí, acepto, con gusto”.

Para esos días, el PAN ya tenía “amarrados” a sus candidatos. En su lenguaje coloquial Martha Elena explica: “Me entró el cáncer por la uña, ahora quiero continuarle”. Otra puerta se abrió, la del PRD. La contactaron para ofrecerle un espacio en el segundo distrito electoral, el de Tepic, y tras otra reunión familiar aceptó contender bajo las siglas del sol azteca. Por los tiempos, no tuvo oportunidad de hacer precampaña. Directamente se fue a la campaña. “Mi adversaria (Jocelyn Fernández, del PRI) me llevaba 20 puntos de ventaja cuando yo empecé, empezamos a formar las casas del sol, casas amigas de Martha Elena, y al mes ya nomás me sacaba 7 puntos. No estuve nerviosa porque yo tuve ganas, me levantaba con la adrenalina de ir a escuchar a la gente; al principio no veía encuestas, dije ‘ahí vamos’, luego vi que la empaté y al final pues obtuve el triunfo”. Así entró a las grandes ligas de la política hace apenas un par de años.

GRAN EXPERIENCIA, CONOCER A MICHELLE OBAMA

Me recibe sonriente, tras desayunar “a la carrera” para cumplir en tiempo con todos los eventos de su agenda sabatina. Viste pantalón blanco y blusa azul con los logos de campaña y unas cómodas plataformas de piel. Ordena un exquisito café de olla para mí y refresco light para ella. Detallista, me pregunta cómo pasé mi reciente cumpleaños.

Seguimos recordando el 2009. “Tras los festejos del triunfo, llega el día en que tengo que irme al DF. Llevaba 3 días haciendo la maleta, casi casi en llanto; pensaba en mis nietos. Yo hice la campaña sin pensar más adelante y en los recorridos siempre me acompañaron mis hijos y mis nietos, y llego el día de irme, fue un llorar de todo mundo en la despedida”, platica.

“Tuve la suerte de presidir la Comisión de Equidad y Género en la Cámara y asistí a decenas de eventos. Margarita Zavala (esposa del presidente Felipe Calderón) me invitaba a muchas reuniones, ya nos conocíamos desde antes, al reencontrarnos siento que me agarró bastante cariño, y cuando vino Michelle Obama fui la única diputada presente en los actos protocolarios, y fueron dos días en que la acompañe en su gira por México, fue una experiencia muy bonita estar en contacto con ella. También otra de mis satisfacciones fue haber estado en la ONU, en Nueva York, representando a las mujeres de México en una reunión mundial sobre este tema”.

Le pido que me comente los pormenores del proceso mediante el cual logró ser presidenta de una de las comisiones más importantes en la actual legislatura federal, un honor que muy pero muy pocos diputados nayaritas han logrado, casi se pueden contar con los dedos de la mano. “Fue por votación –relata-, y quien obtuviera más firmas iba a ser quien la presidiera, y como me gustan los retos, quise participar, y yo siendo amiga de Guadalupe Acosta Naranjo y él vicecoordinador de la bancada del PRD, bueno pues le pedí de favor, dame la oportunidad quiero ser Presidenta de la Comisión de Equidad y Género. ‘¡Claro! Recaba las firmas’ me dijo, y ya fui con todos los demás diputados a pedirles su voto, me lo dieron, tuve mayoría. Debo decirte que se la debo a él, a Guadalupe, si, debo reconocerlo. Fui Presidenta de una de las 6 comisiones legislativas que le tocaron al PRD”.

NIÑA INQUIETA, DEL COLEGIO MÉXICO A LA “TIPO”

Semanas antes me sorprendió durante una comida con un detalle de su infancia: “Yo estuve en la primaria con tu tía Aída Quintero, en la Tipo, éramos re vagas”, rememoró con su singular sonrisa. Aprovecho ahora e indago más sobre su vida.

“Antes de estar en la Tipo yo estuve en el Colegio México de segundo a quinto año, yo llegué aquí a los 7 años, y en sexto me tuvieron que sacar mis papás del colegio porque era super vaga, era líder, las maestras se quejaron de mi y mi mamá me dijo ‘Martha Elena te vas a tener que ir a la Tipo’, y yo encantada porque me quedaba a la vuelta de la casa, me quedaba más cerca, yo vivía por la Guerrero, y también me gustaba porque era mixta, dije ‘pues hay que convivir con los varones’, aunque estábamos en salones separados. Recuerdo muchísimo a la maestra Conchita, ya murió ella, el director era el profesor Francisco Villegas, un gran maestro, también el profesor Mares, había buenísimos maestros. Y de mis compañeras a Martha Alegría también”.

“Yo quería ser abanderada de la escuela, y ahí me dijeron que para ese puesto tenia que ser sobresaliente en los estudios y yo realmente te digo que no me sentía sobresaliente, no te digo que era burrilla –ríe, y yo también- no, pero si me decían eso, no se cómo le hice pero ándale que si fui abanderada, me dio muchísimo gusto, era un gran honor llevar la bandera y estar en todos los desfiles”, recuerda con satisfacción. Imagino su infancia feliz, así lo transmite.

Una constante en las charlas con la señora Martha es su risa. Brota de manera natural, ya provocada por otros, ya causada por frases que ella suelta, creando ambientes muy relajados.

7 AÑOS TRABAJÓ EN LA C.F.E.

Me narra cómo llegó a su primer empleo en la Comisión Federal de Electricidad: “Estuve en la secundaria Alemán, y luego me fui al colegio México, estaba de moda la carrera de contador privado, en ese entonces no había preparatoria aquí, y ya entonces me empezó a agarrar el gusanito de querer trabajar. En ese entonces había dos empresas grandes, Cigarrera La Moderna y la CFE; era dificilísimo entrar a ellas porque había muy buenos sueldos en ese tiempo. Yo soñaba con ser secretaria, yo veía una secretaria y la envidiaba como no tenías idea. Daniel Zavala Ayala era el gerente de Comisión, fui a platicar con él y me dice ‘cómo que quieres trabajar si estas muy chiquita’, bueno yo quiero trabajar, yo tenía 16 17 años, y primero me la dieron de meritoria, y empecé, pero ahí me dicen que para ser secretaria ocupaba saber taquigrafía y mecanografía y parte de español, me lo dijeron en la solicitud de trabajo, pues ahí voy a la escuela Pitman con las maestras Carmen y Lupita, todavía viven, las dos finísimas personas, Estaba por la Allende cerca de la Alameda, pues ahí empecé a estudiar; en las mañanas iba a trabajar y en las tardes iba a la academia, ahí conocí a Águeda Galicia, fue mi compañera”.

Estuvo 7 años, en departamento de contabilidad de la Junta de Electrificación, área que se encargaba de llevar el suministro de energía a las zonas rurales. “Fueron años muy bonitos en donde aprendí muchas cosas, hice muchos amigos, conocí a Salvador Fernández, papá del ex senador Marco Antonio que en paz descanse, hicimos muy buenas migas, y hace 3 días me habla por teléfono y me dice que me felicita y me dice que quiere adherirse a mi proyecto y lo acepté con muchísimo gusto, fuimos a desayunar, hicimos una gran amistad, nos hicimos compadres incluso, después perdimos el contacto, él se fue de aquí, y ahora nos volvimos a encontrar y recordamos muchas cosas muy bonitas de esa etapa”.

Incluso narra que trabajó hasta el último día de su soltería, pues le gustaba mucho su trabajo en CFE. En diciembre de 1969 Antonio Echevarría pidió su mano y se casaron el siguiente 7 de febrero.

SUS NIETOS LA INTRODUJERON A LA TECNOLOGÍA

Le recuerdo que me causó sorpresa verla en días pasados revisando información en una Ipad y enviando mensajes desde su Blackberry. “Mira, entré a la tecnología desde que mis nietos empezaron. Los veía que se sentaban en la computadora y me llamaban ‘abuela ven a ver esto’, pero hasta ahí. Pero ya cuando entré a la diputación dije ahora si voy a necesitar aprender, por las necesidades del cargo. Y me vine con los niños y les dije, ahora sí su abuela necesita que la enseñen. Y ya me dieron clases para usar el Blackberry, para mensajes, para el correo, para noticias, sobre todo Marthita la mayor. Me dio mucho trabajo, pero ahorita ya ¡como pescadito en el agua!”.

Pocas cosas disfruta tanto la señora Martha como recibir la visita de los nietos. “Me encanta que se queden a dormir en mi casa y me entristece cuando se van. Estando ellos aquí jugamos en el Ipad. Inclusive les compré 3 computadoras de esas baratonas porque ellos querían tener un cibercafé, y yo les dije, les voy a hacer uno, y no me creyeron, ‘¿de verdad abuela?’ me decían, y aquí lo puedes ver en esa terracita –señala un ventanal que da al jardín exterior-, y nos ponemos todos a hacer competencias en ese juego tan famoso del Farmville, y los oigo ‘que ya me quitaste una manzana, que me faltan clavos para hacer la cabaña’, y es un ejercicio para estar unidos en familia”.

La candidata toma decisiones tras consultarlo siempre con Toño, Martha y Silvia, sus hijos. Ahí en su casa, en Avenida del Parque 12, se sentó con ellos para plantearles la posibilidad de buscar la gubernatura. Narra que cuando hacía sus recorridos en fin de semana para agradecer a los votantes, ya como diputada federal, la gente empezó a alentarla para que fuera la sucesora de Ney González. La querían ver en Palacio. “No’mbre, no estén vacilando”, les contestaba. Y así empezó a recibir más y más muestras de apoyo de la gente para estar en las boletas en este 2011. Lo mismo pasó con sus compañeras diputadas federales que le preguntaban constantemente si no pensaba en continuar su carrera política como gobernadora de Nayarit. Una vez con el visto bueno de su familia, dio el siguiente paso, obtener la nominación y hacer campaña.

TIENE FAMA DE BUENA COCINERA

En los corredores se ve un silencioso caminar de colaboradores. Están por salir a Compostela, por tierra, en un minibús con discreta comitiva. En su campaña no hay despliegues aparatosos de vehículos. Ni tampoco traslados aéreos. La charla la atestiguan Sandra Carbajal, su coordinadora de medios y un fotógrafo. Y los cuadros de punto de cruz.

En estos días de campaña el poco tiempo libre que tiene la candidata lo dedica a revisar peticiones de la gente. Y abre un huequito para ver noticias. Entre eventos se reporta a llamadas perdidas. La buscan Secretarios de Estado, y senadores, diputados y líderes partidistas del PAN… y del PRD.

Una de sus actividades favoritas es cocinar y por el momento –y muy a su pesar- está en receso. Su familia le pregunta que cuando volverá a hacer tamales de elote “porque tengo fama de hacerlos muy bien, a ti ya te tocó probarlos pero ese día no me salieron tan buenos, te los debo, pero pronto voy a hacer, que al cabo ya mero se acaba la campaña”. Sus otras especialidades son los tamales oaxaqueños, la sopa de arroz con camarón seco, el pipián, la fabada y los callos a la andaluza. Paso saliva imaginando ese menú.

-Señora, yo siempre la he visto muy sonriente, pero ¿también se enoja?- pregunto con curiosidad. “Si, siii”, me contesta con sílabas prolongadas antes de soltar una carcajada. Hace un rápido autorretrato: “Poco me enojo, pero tengo algo que es bueno, me enojo un ratito y al rato se me olvida. Lo que si te digo es que peco de perfeccionista. Yo tengo un pendiente, por ejemplo, y tengo que estar sobre él. Tengo la necesidad de estar haciendo algo siempre”.

Reconoce que fuma, pero que está dejando dejar el cigarro. “Yo creo que uno lo hace por voladencia” explica… y me hace reír una vez más. “Mis nietos me regañan mucho, ‘abuela ya no fumes’, estoy tratando de dejar el cigarro y voy bien, porque no es bueno para la salud, además no me gusta fumar delante de la gente, además ni tiempo tengo”.

COMO EN 99 Y 2009, FESTEJARÁ FRENTE A LA HERMANA AGUA

-¿Y qué opina de la frase “caballo que alcanza, gana”- la provoco. “Una frase muy sabia. Efectivamente yo nunca he ido a una carrera de caballos, claro que no, pero me la imagino. Esa es la etapa en la que estoy ahorita”.

Me dice que el 3 de julio va a estar en su casa, ahí en Ciudad del Valle preparando los alimentos que llevarán a los representantes de casilla. Así lo ha hecho en otras elecciones; es un ritual que le da buena suerte. “Mis hijos me dicen, ‘¿Y por qué no los mandas a hacer?’ y les dijo que no, que yo quiero preparar personalmente las tortas, la fruta, el juguito, para estar entretenida, y aquí voy a estar esperando que todo Nayarit se pinte de azul. El festejo yo creo que va a ser donde mismo para no perder la costumbre, ahí frente a la fuente de la hermana agua, ahí fue la del 99, ahí fue la de la diputación federal, y la de ahora, de gobernadora, ahí va a ser”.

Concluyo satisfecho la entrevista y seguimos charlando off the record por varios minutos más, detalles del momento, de las campañas. Y reímos varias veces de buena gana, algo inevitable con ella, la mujer que puede hacer historia y convertirse en la primera gobernadora de Nayarit.

Twitter: @ehq