lunes, 11 de enero de 2016

Una anécdota sobre un gobernador que encuestaba


·         Un call center resulta mucho más económico que contratar tres o cuatro funcionarios
·         La agenda pública retrata temas que no están en la agenda política y la agenda mediática
·         ¿Y si preguntamos a los nayaritas sobre la continuidad del conflicto con el SUTSEM?
·         Jorge Richardi, de las universidades Vizcaya, ¿saltará al mundo de la política?

Por Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO / Exclusivo MERIDIANO

Hace algunos años tuve oportunidad de conocer el despacho de un gobernador del norte del país. Mi anfitrión hacía tiempo antes de ir a dar cuenta de algunos manjares de su tierra (especialmente unos formidables tacos de tuétano).

SABER ESCUCHAR, PRIORIDAD DE PRIORIDADES
-Y esta es el área más importante de Palacio- me dijo al momento de abrir la puerta de madera fina. Imaginé que era la oficina del gobernador. Me sorprendí cuando entramos a una nutrida oficina de discreto bullicio. Una decena de operadoras telefónicas con diadema entrevistaban a sus interlocutores y capturaban las respuestas en laptops.
“Ah carajo”, pensé sorprendido. –Aquí diagnosticamos los males de la entidad-, me explicó el Jefe de Asesores del mandatario norteño. Luego me explicó toda la teoría detrás de esa praxis.
-Estamos trabajando en la segunda encuesta telefónica estatal. Detectamos los temas principales y los temas relevantes de la agenda pública, los niveles de satisfacción de la gente y la aprobación de las autoridades. Bueno, también la identificación partidista, jejeje-.
En ese entonces no había redes sociales. Y hacer encuestas de manera cotidiana hubiese significado un pesado lastre al presupuesto. Así que el gobernador reclutó a un experto en estudios de opinión, le ofreció un sueldo honorable y armó una oficina de análisis del sentir popular. Quería estar bien conectado con las angustias y anhelos de sus paisanos.

AGENDA PÚBLICA NO ES AGENDA MEDIÁTICA, NI AGENDA POLÍTICA
“Entiendo que lo que se trata es de que tu jefe no crea que la agenda política y la agenda mediática constituyen la agenda pública, ¿verdad?”, comenté tras cerca de una hora de silencio de mi parte. –¡Exacto! Por ejemplo, el tema de la corrupción no lo tocan los medios ni el partido, ah pero es el tercer tema que le preocupa a la sociedad-, me explicaba al tiempo de mostrarme un engargolado listo para la próxima reunión del gabinete.
Le pregunté por el costo asignado a esa oficina. Se río. 14 personas de las cuales 10 percibían el equivalente a dos salarios mínimos. Les salían baratísimas las radiografías estatales.
Al tiempo, en septiembre del 2006, saludé a ese gobernador en la CONAGO de Nuevo Vallarta mientras escogía sushi en uno de los salones del hotel Grand Mayan. Lo felicité por su decisión de atender de manera profesional las preocupaciones de sus gobernados. Me dedicó 20 minutos para explicarme detalles de sus encuestas telefónicas. Jocoso le dije que en Nayarit teníamos un encuestador (Jorge Enrique González) que les tenía fe ciega y que usualmente eran certeras.

APRENDER DE LA EXPERIENCIA AJENA
Muchos dolores de cabeza de los gobernantes se podrían evitar mediante el uso de encuestas. Prácticamente todo se puede medir. Desde la forma en que se reparten los preservativos en los programas de planificación familiar, hasta los nombres de las calles, la designación de nuevos funcionarios o la calificación a ciertos programas.
Pensando en Nayarit, por ejemplo, decisiones como si seguir adelante o nó con el conflicto Gobierno vs SUTSEM podrían soportarse en la opinión popular. Vox Populi, Vox Dei, dicen “los viejos de Kansas”. Y vaya que saben.

DE BUENA FUENTE: Hay que anotar un nuevo nombre en las listas de aspirantes a cargos públicos en 2017: el de Jorge Richardi, rector de las Universidades Vizcaya, quien a su regreso de vacaciones por Malasia ayer domingo partió la rosca más grande de Nayarit –250 metros- en evento organizado por su equipo de activistas denominado Juventud Responsable (Brigadas Vizcaya).
No se sabe a qué puesto aspira. Los cercanos dicen que desea ser diputado. Otros que alcalde. Lo cierto es que tiene perfil para competir. No hay que perderlo de vista.

Twitter: @ehq