lunes, 1 de septiembre de 2014

Cota: un nayarita que ha escalado

En 1989 el joven funcionario de PEMEX, Manuel Cota, renunció su cargo como Jefe de Departamento para retornar a su estado natal. Durante una de sus últimas misiones oficiales en esa paraestatal -en tareas de protección civil- le había comentado al gobernador Celso Delgado su interés en regresar al terruño. El mandatario lo alentó.
Ya en tierras nayaritas, Celso no le ofreció un cargo burocrático a Cota; le indicó que se presentara al PRI. Ahí desempeñó diversas tareas antes de especializarse en la acción electoral. Él mismo cuenta divertido que incluso las secretarias le pedían cotidianamente instalar los garrafones de agua y gustoso lo hacía.
Pasaban los meses y los ahorros de la familia Cota Vélez se iban agotando. Sabido es que quienes trabajan en el PRI perciben apenas una percepción casi simbólica. La familia siempre respaldo a Manolo –como se le conocía cariñosamente en esa época-. Buscando completar el ingreso vendieron tacos y también ropa.
En el partido la buena disposición de Cota y su extraordinaria disposición para trabajar sin horarios (un “workaholic”) lo llevaron a ir ascendiendo en el escalafón priísta. Hizo fama a nivel nacional como excelente operador electoral. Así llego en el 98 a ser Secretario de Elecciones del PRI en Baja California.
Gerardo Montenegro recuerda bien una extensa charla que en esos días sostuvo con Cota en Tijuana y en la que éste definió su credo político: La inclusión como divisa y un pacto generacional como compromiso a futuro. Llegar para cambiar.
En 99 se inaugura en una vertiente desconocida para los priístas de la época: ser regidor de oposición en Tepic. Aprendió a conjugar el verbo conciliar. No tuvo problema en ganar el primer distrito local tres años después visitando casa por casa. Durante una sesión nocturna en el restaurante de Motel La Loma sus pares lo eligen coordinador de la bancada. De antología esos meses de controversias constitucionales, estira y afloja constante. Al interior del PRI inteligentemente fungió como bisagra de las corrientes predominantes.
Ya entonces Cota se había graduado con honores como político profesional. Por su estilo y resultados mutó en un hombre de consensos. En 2005 nadie objetó su aspiración a la alcaldía. En 2009 todo mundo coincidió en que era candidato natural a la diputación federal. Y en 2012 igualmente aglutinó el beneplácito de todos los grupos para ser abanderado a la cámara alta.
¿Cuántos de los senadores –del PRI y de todos los partidos- han sido regidores? Realmente muy pero muy pocos; en verdad son una minoría los políticos que tienen a la meritocracia –esa que tanto elogiaba el gran Porfirio Muñoz Ledo- como uno de sus activos personales.
A diferencia de muchísimos otros políticos que han protagonizado el clásico “debut y despedida”, Cota ha sabido equilibrar su desempeño en los cargos públicos con una vida personal y familiar ejemplar. Más aún, ha tenido el tino de conformar un equipo de trabajo a su imagen y semejanza: devotos de la productividad, ajenos a los escándalos y proclives al buen trato con los demás.
La elección de Cota como líder nacional de la CNC es un escalón más en su perseverante carrera política. Su nombre se integra al muy selecto grupo de nayaritas que han trascendido a lo local para figurar en la escena nacional.
Cota, el hombre que ha escalado, seguramente estará en otros escalones más adelante. El ascenso ha sido una constante en su vida.
DE BUENA FUENTE: Interesante apuesta hizo Roberto Sandoval al enviar a Gianni Ramírez al PRI Municipal y enviar señales de respaldo total al estar presente en su toma de protesta. Es un terreno conocido para el ingeniero pues hay que recordar que coordinó la campaña de Enrique Peña Nieto en la capital en 2012.
Habrá que ver si este cargo es un preámbulo a una candidatura en el 2015. Por los resultados que tuvo Gianni en el V distrito el 6 de julio podría decirse que sí.

Twitter: @ehq