lunes, 1 de marzo de 2010

Un adjetivo para recordar a Ney

Suelo platicar mucho con nayaritas que gustan del tema político. De todos colores. Y encuentro una coincidencia con ellos. La percepción generalizada de que más allá de la obra material, es momento de que Ney González afine su legado político, es decir, un aporte trascendental a la convivencia social de los nayaritas.
La gente tiende a identificar a la obra política de un sexenio con las reformas constitucionales y legales de ese período. No es así. Los aportes políticos de un gobernante van más allá. Sintetizan todas las metas sexenales en una idea: la renovación moral; la modernización; la novación; el empoderamiento ciudadano; la justicia social.
Hace tiempo Ney señaló –en septiembre del 2009- que iniciaba el tercer tercio de su período como gobernador de Nayarit. De tal suerte que la actividad gubernamental giró en base a metas bianuales, y quizá esta peculiar –y necesaria, creo- partición del sexenio hizo que se diluyera la posibilidad de condensar todas las metas del 2005 al 2011 en una idea englobadora.
Percibo que quizá Ney nos legue como obra política la paradoja de la obra material. Es decir, la noción de un “gobierno constructor”. No es mala idea, eh. Sin embargo, los ajustes al presupuesto y algunos imprevistos –como la fallida licitación de la autopista estatal Xalisco-Bucerías, o la modificación del proyecto estadios del bicentenario- podrían reñir con la propuesta de la obra pública como sello distintivo del sexenio.
En algún momento pensé que –siendo Ney abogado- que su carta de presentación transexenal sería una nueva y moderna Constitución Política. No fue así. Su equipo de política interna no supo hacer un trabajo de cabildeo social para legitimar la actualización del marco normativo.

EN JUEGO EL “JUICIO HISTÓRICO”
Le restan a Ney 19 meses de trabajo, los de salida, en los que puede trabajar orientadamente para fijar su marca. Podría ser un ejercicio equilibrador, por ejemplo, en pro de recuperar la seguridad pública. O meter en la agenda un esfuerzo por lograr unir a las figuras políticas antagónicas en algún tema específico.
Las cartas credenciales de Ney rumbo al 2012 mucho dependerán de lo que haga de aquí a septiembre del año que entra. Por ello estimamos que hace falta un “plus” que defina a todo el sexenio.
Los avances que se registran se dan en rubros diversos. Ello atomiza.
A fines del 2011 la gente debatirá el sexenio de Ney González y nadie hojeará el Plan Estatal de Desarrollo para emitir un veredicto objetivo. Se irá con una idea. A los gobernantes se les suele calificar con un sólo adjetivo: un modernizador, un constructor, un reformador, un humanista, un represor, un conciliador, un corrupto, un sectario, un austero, un justiciero, un incluyente, un amigo.
Hay material para que Ney trascienda positivamente el sexenio, sin duda. Claro, es necesario hacer ajustes –algunos de ellos dolorosos- para modelar perfectamente el adjetivo con el que lo calificaremos. Eliminar las ambivalencias o contrasentidos institucionales, pues.
Muchas veces en el sexenio se toman decisiones sin pensar en lo que se llama el juicio histórico de la sociedad. Es momento de que Ney reflexione en todos los hechos y acciones que hoy son motivo de que la gente le ponga “peros” a ciertos calificativos benévolos.
Si la idea es que Ney trascienda a la memoria colectiva –por ejemplo- como un “transformador” o “modernizador”, habrá que escuchar a quienes tienen un argumento para oponerse a tal calificativo.
Muchos de los interlocutores con Ney tienen una visión sesgada de los logros de esta administración, lo cual es sumamente dañino. Necesitan oxigenar sus diagnósticos para poder recalibrar y mejorar algunos rubros.
No es poco lo que está en juego: el veredicto popular a un sexenio.

DE BUENA FUENTE 1: Interesante conferencia dictó ayer el catalán Xavier Domínguez en el Teatro del IMSS auspiciado por el movimiento “Tu sumas”. Trascendente, por ejemplo, sus buenos comentarios hacia Ney González y el uso de las tecnologías de la información para mantener contacto con la sociedad. Y es que si el cerebro detrás de los movimientos de Gerardo Montenegro rumbo al 2011 ve con buenos ojos al gobernador, es señal de que esa corriente política –en contraste con otras- le apuesta a mantener un respaldo público a Ney, un gesto valioso que pudiera ser decisivo en las negociaciones internas del PRI para definir al candidato a la gubernatura.

DE BUENA FUENTE 2: El 6 de marzo volverá a Nayarit el presidente Felipe Calderón, sólo que esa vez se hará acompañar de la golfista Lorena Ochoa y del legendario australiano Greg Norman “el tiburón”, diseñador del campo de golf de Litibú.

DE BUENA FUENTE 3: De Mozambique a Jesús María. El papá Benedicto XVI nombró como obispo de Jesús María, en la sierra nayarita, al sacerdote José de Jesús González Hernández, quien proviene de la lejana Mozambique.
El nuevo obispo tiene 46 años de edad y es originario de Etzatlán, Jalisco. Y ha realizado funciones propias de su ministerio en Tierra Santa, Bélgica y Suecia.