lunes, 24 de junio de 2013

“Tiempos traen tiempos”; son tiempos de confusión


·       Ney, ¿héroe o villano? ¡Pónganse de acuerdo!
·       ¿Llega a su fin el discurso contra el sexenio pasado?
·       El Congreso marca su raya respecto de la retórica antineycista
·  Que no serán 3, sino 4 los magistrados que dejarán el cargo en septiembre

“Orden y contraorden es desorden” solía decir el general Álvaro Vallarta a sus cercanos, para ilustrarlos sobre el valor de la unidireccionalidad. Su famosa frase sirve para ilustrar el esquema de caos y confusión que ha generado la solicitud de juicio político a Ney González y la declaratoria de improcedencia votada por diputados priístas en el seno de la Comisión legislativa de Justicia del Congreso local.
El discurso del actual régimen ha sido insistente, machacón en destacar la voracidad para favorecer procesos privados de acumulación de capital por parte de funcionarios del sexenio anterior. Incluso, apenas hace una semana, durante la sesión de la Comisión Política Permanente del PRI –con el tema Granier como telón de fondo- Roberto Sandoval insistió en esa postura, según una nota de La Jornada: El gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, ironizó incluso al decir que el saqueo al presupuesto del estado en la administración de su antecesor, Ney González, fue tal que ni arcas me dejaron, no las encuentro. Sin embargo, dijo, aún no hay responsables y contra el ex gobernador no se ha iniciado un proceso”.
El diputado Polo Domínguez vio un nicho de oportunidad y obligó a la bancada del PRI a definirse, sabiendo que uno de los activos históricos del partido tricolor es su doble lenguaje: decir una cosa y hacer otra. Él sabía que su demanda de juicio político no procedería. Y le dieron gusto.
La jugada del diputado panista dio frutos. En concreto, ha aniquilado uno de los más usados recursos retóricos de la actual administración: el rollo antineycista. Para efectos de imagen, la decisión de los diputados locales priístas tomada la tarde del miércoles 19 es una exoneración de facto del exgobernador. Y se nota, pues Ney ha aprovechado estos días para comunicar que se encuentra feliz cursando un posgrado en quién sabe qué y quién sabe dónde.
El nayarita común vio la semana pasada una paradoja confirmada. Ya antes había visto señales confusas en el actual sexenio respecto de los neycistas, por ejemplo, como el reclutamiento de su exsecretario particular del 2005 al 2008, Manuel Narváez, o la incorporación del exsecretario de Hacienda de Ney a tareas administrativas de mucha importancia, en medio de un extraño discurso –local y nacional- de condena a los gobiernos deudópatas.
La decisión tomada por Armando García y su gente le pone fronteras al ejercicio de críticar al pasado reciente, haciendo ver que se trata de una acción sólo de Palacio de Gobierno, no compartida por la bancada priísta, y aparentemente –a juzgar por las tibias posturas de Juan Carlos Ríos Lara-, tampoco por el comité estatal del PRI.
Sólo el tiempo nos permitirá ver qué tanto daño causó el rechazo de los diputados del PRI a enjuiciar políticamente a Ney. Sobre todo porque la justificación de su postura resultó pueril, leguleya, tramposona. Docto, el extitular del Órgano de Fiscalización Superior, maestro en Derecho Andrés García Torres, se burló así del dictamen signado por los legisladores:.”Si llegas a ser diputado, no vayas a dar palo a juicios políticos argumentando que no se acompañaron 7 copias al carbón! Los informes del resultado de la fiscalización son públicos y Están publicados en la página del congreso! Tome nota! Bonito viernes!”.
En este estado de cosas, se incrementará la presión social en la Contraloría del Gobierno del Estado, bien llevada por Roy Rubio, instancia que integra varios expedientes sobre los malos manejos del 2005 al 2011, esos que ha criticado hasta la saciedad el actual mandatario.
Mientras, los nayaritas que no entienden los singulares códigos del PRI se encuentran en estado de confusión, sin saber si finalmente Ney es villano –como lo deducen del discurso palaciego- o un héroe en vías de restauración de su imagen, como lo decodifican de la actuación de los señores diputados.
La 30 Legislatura nos mete al redil de las recanijas dudas: ¿Se llevaron o no las arcas, pues?

DE BUENA FUENTE: Dicen los enterados que no serán 3, sino 4 los magistrados que dejarán su cargo en las próximas semanas. Tres por llegar a la conclusión del período para el cuál fueron designados. Y uno más que –aparentemente- renunciará como una forma de poner fin a molestas denuncias penales por su actuación como funcionario y –en concreto- por ventas de terrenos turísticos en medio de mayúsculas irregularidades.

Twitter: @ehq