lunes, 4 de julio de 2016

RSC: A luchar contra el estigma del momento


·         Suenan las alarmas: Fuerte campaña de medios contra los gobernadores jóvenes
·         Le esperan 14 meses clave a Roberto; debe cerrar el sexenio de manera triunfal
·         Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo, pésimos referentes; motivo de odio nacional
·         Pavel Jarero renuncia por fin al PRD. Seguramente se enrolará a MORENA

Por Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO / Exclusivo MERIDIANO

Primero leí a Salvador García Soto en diciembre del 2015 en El Universal. Hizo una severísima disección de Rodrigo Medina, Aristóteles Sandoval y Roberto Borge, tres noveles gobernadores priístas cuyos sexenios sintetizó así: “El rostro joven se les fue descomponiendo hasta volverse talante autoritario; la falta de experiencia se tornó en incapacidad. La ‘sangre nueva’ se hizo vieja. Y la ‘renovación’ del PRI se confirmó imposible”.

“SALIERON MALITOS LOS JÓVENES”: CIRO
Luego a José Ureña el 7 de marzo ya de este año: “Fracaso de la generación de gobernadores jóvenes” tituló su columna. “Debiera ser un buen experimento. Pero ante la evidencia de los resultados, la proyección de gobernantes jóvenes es motivo de análisis y de preocupación en la cúpula gubernamental ”, reflexionaba incluyendo ya en la lista del desdoro al veracruzano Javier Duarte.
Hace una semana y media el muy influyente Ciro Gómez Leyva hizo papilla a esa generación de mandatarios que llegaron al poder en sus entidades en sus cuarenta de edad en promedio. “Nos salieron malitos los jóvenes”, fue el irónico título que muchos –cientos de miles- leímos en El Universal. Demoledora su radiografía: “Virreyes sin arrugas que imponían reglas, cobraban peaje y gastaban como si el dinero jamás se fuera a terminar”.
El pasado lunes, Álvaro Belín se sumó a la condena con un encabezado sin piedad: “Gobernadores jóvenes, monstruosos quebrantos”. Opina así: “…un escandaloso fracaso que no solo ha llevado al precipicio al partido en el poder sino que ha puesto en grave riesgo el futuro de varios estados de la república”.
Y hay más. Juan E. Pardiñas en Reforma (“Yo a usted ni lo conozco” le reprochó a Roberto Borge por felicitarlo en su cumpleaños vía Twitter) y Leo Zuckerman en Excelsior (“Las alarmas deben estar prendidas en Los Pinos y en el PRI nacional. Si quieren volver a ganar en 2018 la Presidencia, necesitan presentar algo nuevo. No caras jóvenes, como las de gobernadores que resultaron de la peor calaña”).

¿QUÉ HACER PARA DESMARCARSE?
En ese contexto, las alarmas deben estar encendidas en la planta alta del Palacio de Gobierno en Tepic a 14 meses del fin del sexenio de Roberto Sandoval debido al hándicap en contra que hoy existe contra su especie, los jóvenes mandatarios emanados del PRI. Desmarcarse debe ser alta prioridad.
Seguramente ni por error en estos días Roberto se volverá a referir al chihuahuense César Duarte como su “hermano mayor”, por ejemplo, debido a la crisis de imagen que vive. El gobernador electo, Javier Corral, prometió cárcel para él, promesa que causó regocijo popular.
Varios de esos mandatarios que incurrieron en excesos entregarán el poder a candidatos opositores que crecieron gracias a que fueron sus más virulentos críticos.
Tener un buen cierre sexenal se percibe como una misión imposible para el gabinete. Hay un contexto nacional que influye, que condiciona. Ser miopes a ese entorno es caminar al suicidio. Roberto va tras el sueño que no logró Ney González: Ser senador en el 2018. Pero circulan malas noticias en el país. Hay un estigma del cuál debe escapar.
Los colaboradores de Roberto deben acusar recibo de la opinión pública nacional y reaccionar de manera distinta al lustro previo. Hay que ponerse en el espejo de manera autocrítica y reflexionar por qué las últimas encuestas arrojan más de un 70 por ciento en el indicador ‘deseo de cambio’.

ROBERTO ¿SENADOR EN 2018?
El ABC de lo que debe hacerse es fácil de vislumbrar, harto difícil de operar.
En 2017 los medios del país voltearán de reojo a Nayarit. Sí, el Estado de México acaparará los reflectores. Pero no pocos periodistas de alto calibre vendrán a retratar el clima preelectoral y al gobernador.
De hoy a entonces el reto es que la percepción ciudadana local sea benévola de modo tal que Roberto se distinga de los Duarte, los Borge, los Aristóteles et al. ¿Se puede? Sí, Ivonne Ortega lo hizo. Gobernó Yucatán del 2007 al 2013 y no se contaminó.
Los mencionados párrafos arriba protagonizaron un estridente debut y despedida. Ni de chiste serán legisladores federales.
Un buen cierre de sexenio puede ser la diferencia para Roberto entre llegar a un escaño en la cámara alta o nó.

DE BUENA FUENTE: Se fue Pavel Jarero del PRD. Una salida largamente anunciada. Pierde un activo muy importante ese partido; prácticamente el mejor de sus cuadros jóvenes. Seguramente se incorporará a MORENA desde donde se dará gusto haciendo esgrima mediático con Guadalupe Acosta Naranjo, amo y señor del PRD en Nayarit.


Twitter: @ehq