martes, 21 de julio de 2009

Sobre la "Ola Roja": ¿Cómo fidelizar eficazmente?

Decíamos ayer que el reto del gobernador Ney González en los restantes 2 años y 2 meses de su administración es afianzar sus fortalezas, pero también combatir sus debilidades o, al menos, hacer control de daños oportunamente.
Si intentamos ser esquemáticos, fácilmente podríamos identificar los activos sexenales dentro de las áreas de responsabilidad de los “técnicos” de su gabinete: las prácticas web 2.0, la creación de la marca Riviera Nayarit y su inteligente promoción, el nuevo modelo de gestión con el Gobierno Federal, los nodos viales, las escuelas del milenio, entre otros.
Y, sobre todo después del 5 de julio –elección plebiscitaria de acuerdo a muchos de sus bemoles- encontramos que las debilidades del sexenio se encuentran vinculadas a la operación política, es decir, a las acciones para fidelizar a los beneficiarios de los programas sociales y de otro tipo de decisiones gubernamentales.
Seguramente a estas alturas el gobernador Ney González tiene un claro diagnóstico –quizá el mejor del estado- de todo lo relativo al resultado electoral. Al mandatario nayarita le gusta tomar decisiones con base en encuestas, y hace bien en hacerlo así. Los ajustes que algunos analistas reclaman o sugieren con cierta urgencia son producto básicamente de fobias que se exteriorizan con el pretexto de las 2 derrotas distritales del PRI.

¿SON ÚTILES LA ESTRUCTURAS PARALELAS?
Claro, es necesario hacer ajustes. Desde antes del 5 de julio muchos nayaritas compartían la visión de que era necesario seguir haciendo modificaciones al engranaje del Poder Ejecutivo y sus redes paralelas, muchas de ellas intermediarias entre la autoridad y el ciudadano.
Alguna vez Jorge Enrique González –experto encuestador local- me ilustró acerca del uso de encuestas previas al diseño de políticas públicas: “Si al usuario varón de los programas de planificación familiar le preguntas cómo y en dónde le gustaría recibir su dotación de condones, las metas del sector salud en este renglón se cumplirían sin problema”.
Seguramente muchos de los recipendarios de beneficios institucionales algo valioso tendrán que aportar respecto de la forma en que reciben la tarjeta de internet gratuito, la beca, la despensa o el gestor del voluntariado solidario que le entrega estos productos.
Los programas sociales –una obligación constitucional desde este sexenio- tienden a ampliar la base de sustentación popular de un gobierno. El volumen de beneficiados es muy alto, por lo que deberían generar una consecuencia político-electoral evidente.
No es posible que la diferencia entre la votación que recibió Celso Delgado en 2006 y Jocelyn Fernández en 2009 sea de apenas 2,700 votos a favor de ella, sobre todo cuando las propuestas de campaña de la hija de Marco Antonio Fernández se ciñeron a impulsar los programas sociales del Gobierno del estado.
El expresidente español Felipe González decía autocrítico: “Lo hacemos bien, lo comunicamos mal”. Algo está pasando en la forma de “vender” los programas sociales del sexenio que a la gente no le acaba por gustar.
Justo ayer lunes, Ernesto Cordero, titular de SEDESOL, anunció un ajuste en sus 19 programas sociales, ante la agudización de la pobreza patrimonial y alimentaria en México. Claro, claro, el 5 de julio es el telón de fondo de esta decisión, al PAN le fue como en feria.
Aquí habría que recalibrar los programas estatales también.

DE BUENA FUENTE: Salió el peine. El venezolano Carlos Escalante, Director del Centro Interamericano de Gerencia Política, fue uno de los artífices del triunfo de Aristóteles Sandoval en la elección por la alcaldía de Guadalajara, según un reporte difundido ayer en medios nacionales. Eso explica la presencia de algunos de sus clientes nayaritas -léase Roberto Sandoval- en los festejos de la victoria del PRI en la perla tapatía.
El consultor sudamericano es el principal diseñador de la estrategia para llevar al alcalde de Tepic a Palacio de Gobierno en el 2011, por el PRI o... por el PAN -partido al que también asesoró en Veracruz en las recientes elecciones federales-. Su empresa factura en dólares, muchos dólares.