- Inaudito: Esposas, hijas y amigas
de funcionarios en misión oficial a Medellín
- Increíble: El Secretario de
Desarrollo Urbano de Tepic ¡no asistió a la gira!
- Tibia reacción del Secretario del
Ayuntamiento a críticas en redes sociales
- El alcalde colombiano ignoró de plano a Polo y su séquito: no hubo reunión
Por Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO /
Exclusivo MERIDIANO
Fue un lindo viaje de amigos, unos con sus esposas –como el
alcalde Polo Domínguez, su asesor Miguel Ángel Arce Montiel y el
subdirector del Instituto de Planeación Freddy
Castañeda-, el regidor panista Rodolfo
Pedroza optó por llevar a su hijo –recién ascendido como funcionario
municipal en septiembre pasado gracias al “cambio”-, mientras que la regidora Erika Jiménez invitó a su amiga,
regidora como ella, pero del municipio de Santiago, Jassive Modad. Por supuesto, también el tesorero David Guerrero acompañó a su jefe. Ojo,
el tema del tour eran las soluciones urbanas para detonar bienestar.
SE QUEDARON EN TEPIC LOS QUE SÍ SABEN DE URBANISMO
El periplo a Medellín fue organizado por la empresa SIGPOT S.A.
de Juan Manuel Cancino –quién también
viajó a Colombia- gracias al contacto que éste empresario tuvo con el alcalde
de esa ciudad, Aníbal Gaviria,
durante un evento en Barcelona.
Quizá por tratarse de cuates con alto peso específico en el
PAN y PRD, fue marginado en el palomeo de pasajeros ¡el Secretario de
Desarrollo Urbano y Ecología! En efecto, el ingeniero Jesús González Vega extrañamente no formó parte del pool. Ni
aparece en las fotos, ni fue mencionado en los boletines de prensa oficiales. Y
la verdad hubiera bastado con que él fuera el único acompañante de Polo. Pero subieron al avión a los
políticos y dejaron a los técnicos con las maletas hechas.
NADIE APLAUDIÓ EL TOUR EN EL MUNDO 2.0
En redes sociales no hubo misericordia con el grupo de
improvisados –neófitos en urbanismo- que volaron al sur. Uno de quienes ya
estuvo en Medellín con similares propósitos (cuando trabajaba para el gobierno
de Guanajuato), Jorge Aníbal Montenegro,
apuntó con sarcasmo: “Medellín y Bogotá
son ciudades de las que sin duda se aprende sobre gestión urbana, tienen
décadas innovando en serio, no haciendo como que innovan. Tuve la oportunidad
de ser enviado a esas ciudades por el finado Ramón Martín Huerta, entonces
secretario de gobierno de Guanajuato, algo de lo que me hará falta vida para agradecerle
hasta donde esté; ir a ver eso es sin duda una apuesta de aprendizaje real;
pero llevar hasta al perico de la casa yo creo nada más estorba y no se
cumple el propósito”. Es maestro en políticas públicas por el CIDE.
Una voz respetadísima en nuestros lares por su expertise en temas ecológicos, Vicente Rocha, fue igual de contundente:
“Mientras la ciudad de Medellín, Colombia,
ya discute de qué manera se incorporarán la potenciación de las cualidades
humanas y la promoción de un vivir pleno; esto es, la adopción de la cuarta
generación de derechos humanos: “política de humanidad”, la “restauración
moral del ser humano”, y la “nueva filosofía política ciudadana”, el pueblo
tepiqueño apenas se conformaría con la resolución del problema de la basura, el
abasto de agua y la atención de las vialidades. Para qué irse a Colombia
pudiendo pudiendo visitar las ciudades de Aguascalientes, Querétaro o San Luis
Potosí. Voy a permitirme una licencia poética y lo que sigue lo diré en
precioso romance (hagan de cuenta castellano del Siglo de Oro de la literatura
española): que no mamen”.
Incluso, hasta los de casa se sumaron a las condenas al
derroche polista. René Ruiz,
productor audiovisual ligado a Guadalupe
Acosta Naranjo, sentenció: “Indefendible
lo del gentío en Colombia... Veo incluso que muchos que apoyaron
incondicionalmente el proyecto de Polo, protestan decepcionados por la forma en
la que "nuestras autoridades", amigos y familiares hicieron este
viaje. Claro, hay que esperar para escuchar la versión del ayuntamiento, pero
no creo que NADA justifique el afán de turistear cargando hasta con el
perico por parte de varios arribistas aprovechados que no se les vio en
campaña, pero luego del triunfo le agarraron mucho amor al alcalde. En su salud
lo hallarán...”.
La reacción institucional ante al alud de críticas –mismas a
las que hizo mención Polo en un
posteo- fue tibia. Rodrigo González
Barrios comentó, respecto a un supuesto costo de 920 mil pesos del tour,
que en su momento las páginas web de la comuna publicarían el costo real del
viaje y que no incluirían a quienes no ostentaran un cargo oficial en el
Ayuntamiento.
Por lo pronto, “Marco
Polo” Domínguez le asesta un golpe letal al discurso en pro de la
austeridad a su trienio. Un ejercicio de autodestrucción de imagen que
seguramente tendrá costos dolorosos de aquí al 2017.
DE BUENA FUENTE:
Por cierto, en ningún momento del viaje hubo encuentro entre Polo y su séquito con el alcalde de
Medellín, Aníbal Gaviria.
¿Visitantes de segunda? Le faltó olfato político a quien armó la agenda.
Twitter: @ehq