Se va a necesitar algo más que un anuncio oficial –como el de Gerardo Gangoiti, Secretario de Finanzas- para que los gobiernos estatal y municipal envíen con claridad el mensaje de que están operando acciones de obligada austeridad.
Para efectos de imagen institucional nada ayuda tanto como los hechos. Los apretones de cinturón que se han dado históricamente muchas familias nayaritas no quedan sólo en el discurso del padre de familia, sino que se reflejan en acciones concretos, dolorosas la mayor parte de ellas.
La merma de ingresos es un drama cotidiano. Y en ese tenor debe retratarse la crisis económica que resentirán los poderes públicos. La gente, pues, debe ver y convencerse de que la crisis nos alcanzó.
Ayer jueves sintonicé por casualidad una estación radiofónica local, del norte del estado, en frecuencia modulada. Los locutores se preguntaban ¿a qué van algunos funcionarios municipales a la Feria de Nayarit en California? Mencionaban, por ejemplo, a un director de aseo público –de algún Ayuntamiento del norte de la entidad- que fue parte de la comitiva.
Este tipo de hechos confunden a la sociedad, no ayudan en esta coyuntura, tal y como lo diseccionó el maestro en Derecho Andrés García, exauditor general del OFS, ayer en su blog en la red con un juego de palabras ilustrativo: “Nayarit de Feria y sin feria”.
Hay que dejar en claro que el Gobierno del estado, desde hace dos ediciones de este evento, restringió al máximo las autorizaciones a los asistentes a este evento. Sólo van los estrictamente necesarios.
AYUNTAMIENTOS, ¿ADMINISTRANDO LA ABUNDANCIA?
En cambio, los Ayuntamientos se muestran generosos a la hora de palomear a los viajeros, lista que –por fortuna- se ve restringida por las negativas del Consulado norteamericano a autorizar visas a muchos regidores y servidores públicos municipales.
Y ni qué decir del discurso justificatorio del Congreso local, respecto a que los diputados en misión transfronteriza pagan el viaje de su peculio. Aunque sea cierto, nadie lo cree.
Son momentos en que las autoridades deben operar eficazmente medidas que transmitan un manejo cuidadoso de los recursos públicos, y que no den una imagen de derroche. Este tipo de detalles hicieron que en 2008 llegaran partidos opositores a ¡la mitad de los Ayuntamientos nayaritas!
El gobernador Ney González conoce bien los fundamentos y reglas de la comunicación política. Por ello sabe que a su regreso de Los Ángeles una de las misiones gubernamentales será evidenciar y reiterar algo que ha trabajado al interior de su gabinete: las medidas de austeridad.
No basta con que los funcionarios sepan –y padezcan- los criterios estrictos que hay para que les autoricen un egreso, una compra, un viaje oficial o viáticos.
Recientemente Felipe Prado, titular de SEPLAN, me comentó informalmente las medidas internas que tomaron en la sede de su dependencia –frente al Rey Nayar- para minimizar el gasto corriente, como el uso de aire acondicionado solamente después de las 10:30 de la mañana, por ejemplo.
Es necesario, pues, que las familias nayaritas –esas que han empeñado joyitas en el Monte de Piedad, que sacaron a los hijos del colegio particular para inscribirlos en escuelas públicas, o que dejaron el taxi para abordar camiones urbanos- se enteren de algo que sí está haciendo el gobierno estatal, pero que no se ha comunicado correctamente.
El expresidente del gobierno español Felipe González sintetizó esto de manera formidable: “Lo hacemos bien, lo comunicamos mal”.
DE BUENA FUENTE: Bien posicionado se encuentra ya el gobernador Ney González como “el” tecnopolítico a nivel nacional. Denisse Maerker y Jairo Calixto Albarrán le dedicaron comentarios esta semana respecto al uso de gadgets como herramientas de uso cotidiano. Pero –una imagen vale más que mil palabras- resultó mucho más atractiva la gráfica que distribuyó la agencia procesofoto, captada el miércoles en Palacio Nacional, en la que se observa a un sonriente Ney tomar video con su celular -¿un iphone?-, para subirlo después a su popular página de facebook.