jueves, 11 de junio de 2009

El calor y las campañas

Ayer relaté una anécdota sobre la que escribí hace 6 años. Hoy la recordaré por una doble coincidencia: el calor y las campañas.
Una noche veraniega del 99, Andrés García Torres –exauditor general del OFS- y un servidor nos reencontramos con un compañero de generación 87-92 de la Facultad de Derecho, Eduardo Nolasco, quien se mostraba ajeno a la charla del momento: las elecciones.
Le inquirí el porqué de su apatía con el tema. –Ninguno de los candidatos ha hecho propuestas sobre el asunto que me interesa- me explicó secamente. “¿Qué tema ha estado ausente en los discursos?” contrapregunté tras repasar las diversas posturas de quienes competían por la gubernatura y las alcaldías.
-Nadie ha dicho qué van a hacer para combatir el calor, en Tepic hace demasiado calor-, aclaró contundente.
No hablaba en broma. Él, quién vivió en Canadá algunos meses, anhelaba políticas públicas paliativas del calor. Como el uso de adoquines, la reforestación intensa, la prohibición del chapopote y el asfalto en las calles, subsidios para el cambio de techos de asbesto por concreto –Rigoberto Ochoa lo hizo en escuelas públicas de la costa-, la construcción de parabuses en las banquetas y el uso de climas artificiales en espacios públicos.

CAMPAÑAS SI, CHISPA NO
Imposible no coincidir con él. Muchos años después sigo pensando que a los candidatos les ha faltado chispa para hacer propuestas atractivas al electorado. Con mucho, aquella oferta de Ney González en 2002 de ponerle playas a Tepic sigue siendo la oferta más memorable de muchas campañas. Al lanzarla se dibujó como un hombre atrevido, de sueños grandes, como grande era el reto de recuperar la capital del estado para el vapuleado PRI.
Justo ahora vemos campañas muy formalitas, orientadas básicamente a asegurar sus respectivos “votos duros”, pero sin los ingredientes que les darían trascendencia y les permitirían ganar espacios en las sobremesas, en los momentos familiares en donde hoy se habla de todo menos de las actividades proselitistas.
Este fin de semana la presencia de Ney González Mejía en la campaña de Jocelyn Fernández aportó un toque de color que hacía falta. Cuando menos el PRI logró mayores espacios en medios y una mejor atención por parte de la sociedad. La visita de Josefina Vázquez Mota a los candidatos del PAN pasó de noche. Fue una excelente jugada.
Si yo fuera asesor de alguna campaña aconsejaría más acciones de ese tipo, para generar corrientes de opinión inmediatas y dejar huella en la memoria de los votantes.
Hay un mercado de un electores muy atractivo, que en Nayarit anda entre un 24 y un 29 por ciento, los switchers, los indecisos. Muchos de ellos serían capaces de salir a votar el 5 de julio pese a la lluvia, el calor, la programación televisiva o las tentaciones gastronómicas si alguna propuesta de los candidatos hace conexión con sus deseos o aspiraciones.
10 años después, sigo coincidiendo con la visión de mi amigo Eduardo Nolasco. Me gustaría que un candidato tenga en su agenda el tema del calor.


DE BUENA FUENTE: Ya va para un mes que el candidato a doctor en sociología política por la Universidad de París Joel Salas Suárez, nayarita de 36 años de edad, asumió la Secretaría Particular de Salvador Vega Casillas, Secretario de la Función Pública del Gobierno Federal. Un operador fino y discreto, Joel desarrolló una trayectoria académica dedicándole muchos análisis a la corrupción en México. Ahora se mueve como pez en el agua desde el piso 10 del edificio sede de la SFP.
Se suma a la lista de descatados paisanos en funciones importantes en el DF, como Manuel Pérez Cárdenas, Consuelo Sáizar, Marco Antonio Olmedo, Oscar Villaseñor Anguiano o Héctor Manuel Benítez Pineda. Hablaremos mas de él en posteriores entregas.