viernes, 6 de febrero de 2009


Políticos sin vida privada

El 23 de abril del 2001 andaba el diputado federal Ney González en Santiago de Chile participando en el Parlamento Latinoamericano.
Eran días en que muchas de los posicionamientos legislativas del PRI y el PRD buscaban hacer contrapeso a un Vicente Fox que no acababa por darle la seriedad republicana a la investidura presidencia.
El día 24 Miguel Ángel Rivera, registró en su columna Clase Política del diario La Jornada, el siguiente dato que reproduzco textualmente:
“…Al participar en la comisión de Medios de Comunicación del Parlatino, reunido en Chile, los legisladores priístas defendieron la libertad de expresión y el derecho del pueblo a estar informado. En particular, el subcoordinador y vocero de la bancada priísta en la Cámara de Diputados, Ney González, rechazó los intentos de cuestionar a los medios por sus "excesos" al dar a conocer aspectos de la vida privada de los hombres públicos, y señaló que sería mejor que los políticos fuesen un ejemplo de conducta para el resto de la sociedad...”
Vaya que no es común ver una actitud respetuosa de un comentarista de La Jornada a la postura de un político priista, eh.

TAMBIÉN SCHERER
Abundando en el tema, hay que citar a Julio Scherer, el legendario fundador de la revista Proceso. En su libro “Estos Años” pontifica –lo digo sin el menor asomo de ironía, por supuesto- sobre este tema:
"Un político no tiene vida privada, una estrella del espectáculo tampoco. No hay celebridad que pueda moverse con la ilusión del ejercicio tranquilo de su libertad”.
"El periodista observa la vida privada de los hombres públicos y se entromete en su trabajo, asiste como puede a las reuniones a puerta cerrada y se hace de documentos reservados: el periodista escucha lo que no debe escuchar y mira lo que no debe mirar en la búsqueda afanosa de los datos y signos que informen a la sociedad de lo que ocurre en las esferas del poder."
Dejo ambas reflexiones por su incuestionable vigencia. Valen hoy para los actores políticos de Nayarit. Que las procesen sin victimismo las figuras en roles públicos quienes se ven afectados por su actuación privada.
Son los riesgos de estar en la esfera pública. Si fueran abarroteros, empleados bancarios o vendedores de Herbalife podrían dormir sin el terror de lo que va a publicar la prensa, o difundirse en la red al día siguiente.
Claro, también podría dormir tranquilamente si su conducta fuera ejemplar…

DE BUENA FUENTE: Más allá de los discursos de reconocimiento del “señor de los doctorados”, las oficinas del Ayuntamiento capitalino siguen rechazando las solicitudes de Transparencia que se presentan vía Internet, pese a los intentos de nuestro muy querido Antonio Herrera, Secretario Técnico del Gabinete de Roberto Sandoval, y del atentísimo Contralor Roy Rubio. Es decir, alguien que viva en Compostela, o en Barcelona o Los Ángeles tendría que venir personalmente a la esquina de las calles Puebla y Amado Nervo a traer por escrito su petición.