Crónica de la toma de protesta del
rector de la UAN
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Brillante discurso del nuevo rector: que
la UAN sea el cerebro del estado, propone
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Una toma de protesta con un ambiente de
reconciliación. El SETUAN presente.
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En media hora se refirió tres veces a la
transparencia dentro de la Universidad
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El gobernador reitera su apoyo como
gestor: “Con la UAN me la juego”
Por Enrique
HERNÁNDEZ QUINTERO / Exclusiva MERIDIANO
Un brillante discurso de corte gasconista –en referencia a Julián, no a Alejandro- fue el que nos regaló el nuevo rector de la UAN, Jorge Ignacio Peña González,
santiaguense de 43 años de edad, durante 30 minutos exactos tras tomar protesta
del cargo. El rector número 14, el rector del cincuentenario de la máxima casa
de estudios local.
PESE AL CALOR, TODOS DE TRAJE NEGRO
Raro, pero la audiencia que llenó ayer el Teatro del Pueblo estuvo
atenta. Unos asintiendo, otros reconociendo autocríticamente un adeudo
creciente de la casa de estudios con el pueblo nayarita. Palabras cuidadosas
pero exactas las de Peña para
dibujar un plan de trabajo en la universidad “para que la sociedad confíe y se
sirva de ella” y sea “el cerebro del estado, como dijo Julián Gascón Mercado”.
Típica mañana de agonizante primavera, sin asomo de lluvia. La mayor
parte de los consejeros universitarios –ubicados en las gradas centrales del
inmueble- vistieron traje negro. También Peña.
Todos agradecimos la cortesía de la puntualidad. El evento inició apenas 15
minutos después de lo programado.
En el preámbulo, muchos llegaron a saludar a un taquillero Manuel Cota quien despachó a varias
tandas de reporteros. Habló de la Ley Anticorrupción que aprobará el Senado y
los periodistas locales insistían en “jalarlo” al tema electoral. -¿Ve focos
rojos?-, le preguntan. “Yo en el 99 los ví muy rojos, casi con lumbre”,
respondió entrón.
PERIODISTAS Y POLÍTICOS, EL PREÁMBULO DE SIEMPRE
Camino a su butaca de primera fila el diputado Javier Mercado también atiende a los medios. Al pasón sonríe y me
señala un par de filas en el extremo “allá están todos los perversos”.
Escudriño la zona y también yo sonrío al descubrir a varios líderes de opinión,
periodistas y blogueros: Heriberto
Villela, Pancho Sandoval Blasco,
Alejandro Gándara, Antonio Tello, Ricardo Herrera y Luis Ignacio Palacios.
A su estilo, Hilario Ramírez
Valenzuela “Layin” volvió a hacer una calculada entrada tardía. Mismo
sombrero, distinta camisa. Fue el único desfiguro en una mañana de cordialidad
universitaria. Una jornada casi perfecta. Sólo hizo falta la presencia de Humberto Lomelí, el Director de la
Unidad Académica de Derecho. Aún sin él, se logró comunicar bien un ambiente de
unidad y respaldo al rector Peña.
El hombre del día se presentó tal cual es. Agradeció a su antecesor de
manera coloquial con un “gracias conta” e hizo un espacio para hacer lo propio
con su querida familia. En el presídium el gobernador Roberto Sandoval descansó su barbilla sobre su puño cerrado y el
codo sobre la mesa, al estilo de ‘el pensador’ de Augusto Rodin, como enfatizando ser todo oídos a las palabras de Peña.
LA ARMONÍA CON LOS SECTORES, BIEN COMUNICADA
El documento al que dio lectura el rector tuvo una parte con los
obligados mensajes de cortesía política. Llamó la atención las palabras que
dedicó al líder de los trabajadores universitarios, Luis Manuel Hernández Escobedo, antes que a los dirigentes de maestros
y alumnos. “La historia de la UAN no puede contarse sin su presencia”, le dijo.
Lleno de reflexiones bien extractadas, el discurso de Peña tuvo chispazos de emotividad. Citó
a uno de sus aliados, Angel Aldrete
el Presidente de la FEUAN, quien concibe a la universidad “como una fábrica de
sueños y yo estoy a punto de vivir el mío”.
El estilo del nuevo rector es de corte académico. No incluyó frases
para detonar aplausos fáciles, ni tampoco copió la gastada retórica del mundo
político. Obvio, fue objetivo al compartir sus diagnósticos, pero ambicioso al
exponer los cinco ejes rectores en que gravitará su trabajo hasta el 2022.
UN RECTOR CRÍTICO
Por momentos parecía que escuchábamos a un activista social, a un líder
de una ONG y nó a una autoridad educativa. Habló del papel de la universidad en
la “construcción de ciudadanía” y tres veces declaró su decisión de
“privilegiar la transparencia”.
Gustó a la audiencia su tesis de que “la universidad no debe ser espejo
de su sociedad, sino su ejemplo a seguir”. También hubo beneplácito en sus
oyentes cuando anunció que se pondrán a trabajar en una reforma normativa “en
las próximas horas”. No mañana, no pasado, no en un futuro cercano, sino hoy. Y
hoy es ya.
Señal de su enfoque autocrítico fue su propuesta de difundir “de manera
oportuna y en lenguaje coloquial” la producción de sus investigadores. Y tiene
razón. Más adelante hablaría de vincular los temas que duelen a la sociedad
nayarita con el trabajo de investigación científica.
El único ‘extraño’ en el presídium fue el rector de la U de G, Tonatiuh Bravo Padilla, expresidente de
la FEG hace 30 años –sin la melena de aquellos ayeres-, quien como Peña aquí, pasó de la dirigencia
estudiantil a los posgrados y la docencia y finalmente el máximo cargo en la
universidad. El tapatío no dejaba de tomar nota del discurso y comentar
detalles con el buen Juan López.
Ya para finalizar, Nacho Peña anunció
una fase de austeridad para sanear el estado financiero crítico de la
institución y cumpliendo un compromiso de campaña declaró que no se cobrará ni
un centavo más por los servicios académicos a los estudiantes.
UAN Y GOBIERNO, DE LA MANO
“Viene el tiempo de sanar las heridas y caminar juntos, así es la
concordia”, fue una de las afortunadas frases con las que cerró su
participación antes de gritar un enjundioso “¡Viva la Universidad Autónoma de
Nayarit!”.
Ya para entonces se comentaba en el graderío las señales de cambio
advertidas. En síntesis una universidad más solidaria y mejor conectada con el
pueblo nayarita.
En su turno, Roberto Sandoval
tuvo dos momentos destacados. Primero el espaldarazo al rector saliente,
señalando que los problemas que enfrentó no son privativos del campus, sino de
también del gobierno y, después, su mensaje de apoyo a Nacho Peña, de quien dijo fue “la mejor carta en el proceso de
elección”. “Con la UAN me la juego. Los problemas de la UAN son problemas del
gobierno del estado de Nayarit”. Así, tajante. Y se acabó el evento.
Los cinco miembros del presídium salieron por la puerta de los
artistas. Los demás por las salidas laterales de los mortales. No sin antes un
largo espacio para el saludo, el reencuentro y el comentario.
En su primer hora como rector, el cruzazulino de cepa y lector
empedernido, Nacho Peña, ya había
dejado un muy buen sabor de boca.
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