lunes, 8 de agosto de 2016

Receta para hacer un cuatrienio muy lucidor

·         La mesa está puesta para que del 2017 al 2021 el gobernador salga en hombros
·         Condiciones locales y nacionales obligan a que se haga un gobierno de transición
·         Llegue quien llegue debe modificar el estilo. El modelo actual llegó a su fin
·         Fuerte rumor: ¿Reunión secreta del líder galileo este sábado pasado?

Por Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO / Exclusivo MERIDIANO

Más allá del personaje, no pocos enterados atienden al rol que deberá fungir el próximo gobernador de Nayarit obligado por las circunstancias.

LATENTE EL ANHELO DE CAMBIO
Y la pregunta es si atendiendo a las condiciones coyunturales se puede diseñar un cuatrienio lucidor, como para que en 2021 el próximo mandatario salga en hombros y omita el exilio como opción.
La respuesta es sí. Claro que es factible configurar una Administración que en cuatro años modifique estilos, criterios, organigramas, procedimientos y –obvio- entregue resultados distintos.
Además de las condiciones locales (deuda asfixiante, burocracia obesa, presupuesto insuficiente, perfiles inadecuados, normatividad esclerótica, diálogo escaso, políticas públicas ortodoxas) hay un marco nacional que restringe el tradicional uso de las facultades discrecionales de los mandatarios en temas como la designación de notarios, magistrados o servidores públicos de entes “autónomos” y la asignación de contratos de obra pública.

CON POCO SE GANA MUCHO
Visto en prospectiva –y con optimismo, claro- existe una gigantesca oportunidad para que el sucesor de Roberto Sandoval lleve a cabo una gestión memorable pese a su corta duración.
En términos simbólicos, el actual sexenio se condujo por el cauce de la continuidad, de ahí que se deja la mesa puesta para que a partir de septiembre del 2017 el mandatario entrante arranque aplausos con decisiones que están configuradas como anhelos no realizados en el imaginario colectivo.
De hecho no creo que sea necesario esperar mucho para comunicar un cambio en el estilo de gobernar. Los primeros 100 días después de la toma de protesta son más que suficientes para que la gente se vaya a festejar la navidad y el año nuevo con el gusto de tener el gobierno que soñaron.
Realmente es poco lo que se debe hacer en Palacio para darle harta satisfacción a los nayaritas: Que el próximo gobernador se siente a negociar con el SUTSEM, que deje de viajar en jets privados, que designe a 3 o 4 de sus funcionarios mediante concursos de oposición y que encarcele a algún par de funcionarios bandidos. Con eso tendrá para llegar al tope en el aplausómetro.-

DE BUENA FUENTE: Diversos rumores señalan que este domingo se llevó a cabo una reunión galilea de alto nivel pero… secreta. Con quién, dónde y –sobre todo- para qué es la tarea que ya varios investigan.


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