lunes, 7 de marzo de 2011

El CEN del PRI, a hacerla de réferi

Detrás de la marcha de protesta de los senadores con licencia Raúl Mejía y Gerardo Montenegro seguramente hay una encuesta que señalaba que era dable realizar una protesta multitudinaria en el tono enérgico con el que la hicieron.
En 2007 u 2008 hubiese sido impensable hacerlo. Ya en septiembre del año pasado El Universal sorprendió al publicitar la encuesta que otorgaba una calificación muy baja a la gestión sexenal: 46 por ciento de aprobación, 50 por ciento de reprobación.
Las severas adjetivaciones consignadas en la mega marcha del sábado seguramente enfatizarán, como reacción de la Ola Roja, la pretensión de asegurar un buen número de curules en la Legislatura 30. Con ánimos tan caldeados, muchos expedientes institucionales podrían dar pie a denuncias, investigaciones y auditorías. Tan sólo la Secretaría de Salud es una bomba de tiempo.
De no haberse cometidos errores políticos –como la adhesión estridente de la Ola Roja a Roberto Sandoval- la transición gubernamental podría enmarcarse en la tradición de los pactos. Sin embargo, también hay otro ingrediente que imposibilita llegar a acuerdos de llevar la fiesta en paz en ciertos asuntos: la desproporción de varias acciones oficiales.

LA OLA ROJA, A BUSCAR DIPUTACIONES
No hay que ser un perito en política para entender que cierto tipo de decisiones como las basificaciones a empleados estatales (cuya cantidad exacta nadie sabe, unos hablan de 3 mil, otros de 5 mil), el control transexenal del Poder Judicial, la deuda creciente a proveedores y otro tipo de desincorporaciones de activos inmobiliarios a particulares -el caso Numei por conocido y las ventas del FIBBA que son un misterio por conocer-, serán insumos para las campañas opositoras y –muy probablemente- detonante de acciones legales a partir de agosto y septiembre.
Así pues, el tradicional blindaje que las autoridades salientes buscan mediante el diálogo, es decir la ruta fácil, tendrá que gestarse ahora por la vía difícil, la de buscar posiciones en la próxima Legislatura para no depender de voluntades ajenas. Está claro que si algo define la vida interna en el PRI es la desconfianza.
En ese marco, si las encuestas aparentemente dibujan una caída de popularidad de la Ola Roja, la pretensión de ésta corriente para mantener su fuerza hegemónica del 2011 en adelante corre riesgos. Seguramente el CEN del PRI arbitrará esta querella entre los senadores con licencia y Ney González. Y se ve difícil que las 3 corrientes se reacomoden armónicamente.
Lo peor de todo es que el menos culpable es Roberto Sandoval, quien aparece como víctima colateral de un trámite en el que campearon las novatadas.

DE BUENA FUENTE: Mañana martes seguramente conoceremos la convocatoria de la Alianza Nayarit Paz y Trabajo para escoger al candidato a la gubernatura. Tras un forcejeo interno parece que las encuestas determinarán a él o la abanderado(a).