El lunes 2 de julio, no hay que ser un adivino para
visualizarlo, las miradas de los ciudadanos locales se posarán de nuevo –como
antes, como siempre- en las autoridades locales, en concreto, en el gobernador Roberto Sandoval y su gabinete.
Un día antes, los electores habrán votado por los
candidatos de su preferencia para esperar en la noche y durante la madrugada,
los resultados electorales preliminares.
Y una vez conocido el veredicto de las urnas, otra
vez las aguas volverán a su cauce y como buen estado presupuestívoro la agenda
social volverá a gravitar sobre el titular del Ejecutivo.
Hay que entender que por las peculiaridades del
calendario político, digamos que –recordando una frase genial del abogado Francisco Cortés Díaz- las campañas
electorales federales lograron “jalar la marca” de la sociedad local,
despresurizando un poco al gabinete estatal.
Es decir, los analistas locales coincidieron en que
en diciembre del año pasado se agotó el llamado “bono democrático” que cobijó a
los primeros 100 días del sexenio de Roberto
Sandoval. Y este 2012 inició con la
danza preelectoral y el actual proceso que de repente se tornó competitivo con
el retorno de Ivideliza Reyes como
candidata del PAN al Senado.
Son ellos, los candidatos, los protagonistas del
escenario público nayarita. Pero el 2 de julio empezará de veras el sexenio,
con normalidad, sin bonos democráticos, ni distractores electorales, hasta la
primavera del 2014.
A GOBERNAR DE VERAS
El gabinete sandovalista debe tener clara esta
lectura del escenario, pues toda la problemática local se hará presente
en las giras, las antesalas, los pasillos de Palacio, las bandejas de entrada
del correo electrónicos y las redes sociales.
Las presiones comunitarias sobre el presupuesto de
egresos subirán de tono, y la demanda de obras y –sobre todo- de subsidios se
dejarán sentir con toda su fuerza.
Vendrá el tiempo de hacer ajustes a los programas ya
iniciados, de modificar el Plan Estatal de Desarrollo (la ley así lo prevé), de
intensificar las gestiones de recursos ante el gobierno y agencias federales, y
–seguramente- de hacer cambios en el gabinete.
En menos de 2 meses llegará el momento de gobernar
de verdad, es decir, citando a Emilio
Chuayffet, de “conciliar lo deseable con lo posible”.
Más vale que los hombres de gobierno se preparen
para esta nueva etapa. El 2 de julio está a la vuelta de la esquina.
DE BUENA FUENTE: Un buen mensaje de austeridad envió el
gobernador Roberto Sandoval el 4 de mayo al notificar en redes sociales
su traslado en vuelo comercial por Aeromar
al DF. Y hace bien en hacerlo pues es loable que reitere su distancia de las
prácticas sexenales pasadas. En gran medida la crisis de imagen de Ney
González se originó en su decisión de transportarse en jets ejecutivos y en
el famoso helicóptero rojo, pues la sociedad decodificaba no sólo derroche,
sino el anhelo clasista de diferenciarse de las masas.
Si los colaboradores de Roberto
logran seguir comunicando este tipo de medidas de austeridad lograrán cosechar
un colchón de respaldo social útil y, sobre todo, nada costoso.
Twitter: @ehq