miércoles, 1 de septiembre de 2010

Emiliano Zapata, Magistrado

Ayer se culminó un proceso que anuncié –muy a pesar de la ofuscación de algunos- como un acto de justicia. Emiliano Zapata Sandoval Blasco tomó protesta como nuevo magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa; ejercerá el cargo hasta diciembre del 2014.
Con su designación se rompe el esquema que prevaleció (¿O prevalece?) de recurrir a 2 criterios básicos para designar a los altos funcionarios de los poderes públicos: la endogamia y la cuota de poder.
Habrá que reconocerle al gobernador Ney González el haber incluído a Emiliano en la terna. Habla muy bien de él; recordemos que el nuevo magistrado se destacó en redes sociales por verter opiniones críticas respecto de no pocas decisiones sexenales. El mismo gobernador lo reconoció –de buen humor incluso- el 30 de septiembre del año pasado, durante su conferencia en el Facebook Developer Garage en Guadalajara.

MERITOCRACIA AÑEJA
Ciertamente Emiliano buscó la oportunidad que ayer se fraguó. Pero pecaríamos de miopes si consideramos que sólo hizo méritos sexenales. Claro que no.
Siendo estudiante de Derecho, hace 2 décadas, su inquietud por impulsar la justicia en el campus de la UAN lo llevó a luchar por instaurar la Comisión de Defensa de los Derechos Universitarios. Uno de sus arquetipos profesionales, Jorge Carpizo, conoció personalmente su innovadora propuesta.
En 1994 fuimos compañeros en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Solemne, más que serio, se extasió dialogando con los autores de los libros con los que cursó la carrera. Yo me limité a tomarle fotografías con algunos de ellos.
Su carrera profesional se desarrolló en el Tribunal Superior de Justicia, donde vio a varios de sus compañeros ascender al cargo de juez, como Héctor Benítez y Juan Manuel Treviño. Tuvo una pausa para ausentarse de la geografía nayarita y cursar estudios policiales. Pronto regresó, tras su decepción del alto nivel de corrupción que imperaba entonces en las fuerzas federales.
Tras 10 años como agente del ministerio público dejó huella. Usó la mano dura en los casos contra mujeres y niños. En esa década, Emiliano vio enriquecerse a varios de sus pares, morir a otros. Él optó por la medianía. No posee auto propio, ni un metro cuadrado de suelo a su nombre. Su mayor lujo es un Iphone.

A REALIZAR SUEÑOS PENDIENTES
Hoy a sus 40 años y 29 días de edad, quizá por primera vez en su vida, tendrá un sueldo decoroso y la oportunidad de seguir aplicando el Derecho en beneficio de los carenciados, de los marginados, de los oprimidos.
No cambiará sus costumbres. Ni de amigos. Lo conozco. Seguirá acudiendo todas las tardes a recoger su periódico La Jornada en Abasolo y México; comprando la revista Proceso los domingos; tomando café en el Diligencia y cortándose el cabellos con “los polivoces” de la calle Zacatecas.
-¿Qué harás con el sueldazo que vas a recibir?- le inquirí el fin de semana. Culto, sensible, idealista, soñador, no pensó un segundo la respuesta: “Conocer París Quiqui”. Bon Voyage hermano Emiliano.

DE BUENA FUENTE: Ayer, vía Twitter, un ciudadano tepicense, vecino de la colonia Heriberto Casas, Ricardo Rodríguez (@theosmx) le planteó una queja muy válida al gobernador Ney González. Una espera de 8 horas –hasta el momento de tuitear su situación- en el hospital central para recibir un simple certificado médico.