miércoles, 10 de febrero de 2010

Nayarit dividido: Cómo Sí y Cómo Nó

En 2005 me gustó la frase “Todos Somos Nayarit”. Sus cuatro simbólicos colores me dejaban una idea de unidad en lo fundamental. El tema musical, incluso, lo compuso uno de los actores protagónicos del sexenio anterior: el famoso Payaso Coco. Hoy, la idea de una entidad partida en dos es el mensaje que decodifico al revisar el discurso oficial.
Ignoro quién o quiénes cincelaron la idea de aglutinar a los partidarios del régimen en un movimiento que se identifica con el concepto “Cómo Sí”, es decir, la “Ola Roja” remasterizada. En contraste, el disenso con las acciones gubernamentales sería la antípoda, el “Cómo nó”.
No veo la estrategia recomendable para un final de un sexenio, la de dejar las elecciones atrás, la de tender puentes, la de cicatrizar heridas, la de sumar. Imaginé que sería distinto, sobre todo con la designación del doctor Roberto Mejía en la Secretaría General de Gobierno, un profesionista sin fobias, con una plural red de amigos, en sustitución de Cora Cecilia Pinedo, funcionaria de corte ortodoxo.

CONMIGO O CONTRA MÍ
La concepción maniquea del “Cómo Sí” me hace pensar en que la otra única opción de los ciudadanos es ser adversario de las instituciones. Es decir, dos bandos irreconciliables, “o estás conmigo, o estás contra mí”, y la verdad no creo que el creativo que haya diseñado esta nueva campaña le esté haciendo un favor al gobierno de Ney González.
Muchos pensamos que tras los resultados electorales del 2009 (2 de 3 distritos perdidos por el PRI) el gobierno local operaría ajustes a las políticas públicas. Lejos de ello, vemos una persistencia en la forma y el fondo, incluso, con un tono más enérgico.
Queda claro que las consecuencias de una campaña de este tipo es consolidar y no incrementar la base de fidelizados y leales al sexenio. Solamente un discurso de corte aperturista podría reconciliar a muchos ciudadanos con el gobierno.
Me consta que Ney ha dado señales de inclusión y pluralidad reiteradas. Ahí está a presencia de Armando García en la SEDER, de Alonso Villaseñor en la SEDECO y ahora en SEDESO y de Jorge Aníbal Montenegro en SEPEN.
De ahí que no se entienda el énfasis dicotómico que plantea el “Cómo sí”: acá los buenos, allá los malos; acá los aliados, allá los enemigos; acá los que pagan impuestos, allá los de la desobediencia civil.

¿Y LOS VALORES DE LA ALTERNANCIA?
En una perspectiva comparada, demonizar al opositor es algo añejo. Recientemente George W. Bush lo puso en práctica con resultados muy desafortunados. El expresidentes norteamericano planteó la dicotomía Gobierno-Terrorismo. En plausible contraste, Barack Obama llegó a la presidencia con un discurso más moderno y seductor, de suerte tal que John McCain no tuvo de otra más que reconocer “ayer fue mi contrincante, hoy es mi Presidente”.
La agenda de seguridad pública nayarita reclama un enfoque distinto, sin la contaminación de los consejos del marketing gubernamental. Ayer, uno de los pocos intelectuales nayaritas, Rafael Ojeda Díaz, por cierto compañero de Legislatura de Ney González del 96 al 99, deslizó en las redes sociales una propuesta válida: “No bastan las proclamas a la unidad; la unidad es fuerza y solución universal de todos los problemas, pero....no olvidemos que la división es la derrota de las organizaciones sociales. La unidad nos necesita a todos, para hacerla posible en la pluralidad revisemos una propuesta de Mariano Otero: "el acuerdo en lo fundamental".
No es tarde para que Ney oxigene algunas decisiones mediante el crowdsourcing que tanta falta le ha hecho a su administración. El intramurismo creó “Frankensteins” como la “reforma judicial” que ha sido reprobada unánimemente. Un poco de diálogo diverso al usual podría dar pautas mejoradas para operar el cierre sexenal.
La campaña del “Cómo sí” y la demonización del disenso –los del “Cómo nó”- me parece un débil abordaje a los problemas de coyuntura, pues en principio no resuelve ningún problema, por el contrario, los agudiza al compactar a la mayoría, esto es, los opositores declarados y los abstencionistas.
En lo personal me gustaría que Ney González reedite en 2012 las gestas de su padre o de don Gilberto Flores Muñoz, personajes locales que llegaron a posiciones de lujo en el gobierno federal. Tiene talento y presencia para lograrlo. Por ello es necesario que adopte códigos y criterios válidos en la política nacional, propios de la alternancia (o de la “simultaneidad” como el propio Ney la concebía hace un lustro).
En una sociedad tan informada como la actual, a la gente le gusta la diversidad y no los escenarios de “melón o sandía”: A mí, por ejemplo, me gusta el nanchi. Y muchos, pero muchos, piensan como yo.

DE BUENA FUENTE: Se rumora en palacio que pude ser una joven y talentosa mujer la nueva subsecretaria jurídica. Dan pistas. Se trata de una doctora en Derecho por la Complutense de Madrid. Ojalá.