Lo que pudo haber sido una acción loable de un servidor
público, merecedora del aplauso generalizado, pronto se convirtió en detonante
de críticas y recriminaciones.
La historia llegó ayer domingo a la prensa nacional.
Elocuente la gráfica. El funcionario encargado de Protección Civil en el
municipio de Tepic, Humberto Figueroa,
sentado en un cocodrilo recién capturado, al estilo de los cazadores con sus trofeos.
Primero, el debate en redes sociales fue más o menos unánime: muestras de reprobación
por lo que se consideró un caso de maltrato animal.
Otra vez un expediente de los varios que hemos tenido en Nayarit a
cargo de autoridades que desconocen los códigos del mundo virtual. Una
foto inoportuna, un comentario impropio, un video delator. Un magistrado,
algunos diputados y diputadas, los protagonistas más afamados.
¿QUIÉN VIGILA LA RED?
Pero también, este asunto muestra una de las debilidades
institucionales: la falta de interés por monitorear redes sociales y –en
su caso- reaccionar con un adecuado control de daños.
Entendamos algo: A diferencia de autoridades de otros
estados, en Nayarit aún no se toma conciencia de la importancia que tienen éstas como escenario favorito del debate local y como fuente
alimentadora de medios de comunicación formales.
Lastimosamente la presencia institucional en la Web 2.0 se
gesta con códigos del pasado. Se practica la unidireccionalidad, sin
atender la reacción de los usuarios. Para no pocos funcionarios, Twitter y Facebook son ventanas para difundir mensajes institucionales, y no
para escuchar a la comunidad.
Es triste ver que las dudas, los comentarios, las denuncias y
las peticiones que circulan en redes sociales no son atajadas por los
servidores públicos. Es muy común que sean otros usuarios los que interactúen a
manera de respuesta a un tweet o un posteo. Se pierden oportunidades muy
valiosas para hacer circular posturas o mensajes oficiales.
Mientras que empresas y gobiernos han designado a
profesionistas con prácticas 2.0 y un buen conocimiento de su organización como
“gestores de comunidades”, aquí hace falta que poderes y ayuntamientos den ese
paso cualitativo para adicionar este rol a sus oficinas de comunicación
social.
PROTOCOLOS PARA REDES SOCIALES
Pero además, es necesario que se establezca un protocolo
mínimo para el uso de cuentas en redes sociales por parte de mandos medios y
superiores de instituciones de gobierno, tal y como se aplica en el gobierno federal,
por ejemplo.
La máxima atribuida a Confucio, “gobernar es comunicar”
recobró su vigencia total con la consolidación de redes sociales en el último
lustro. Y el empirismo no es buena opción para gestionar la imagen
institucional. Es necesario fijar reglas y atender la Web 2.0 bajo parámetros
profesionales.
En otro tipo de condiciones, un monitoreo de calidad hubiese
detectado a tiempo el daño potencial de la imagen del funcionario
sentado al cocodrilo, y a la velocidad 2.0 –en segundos, en minutos- la
polémica fotografía estuviera fuera del alcance del ojo crítico de los
tepicenses... y del mundo. Lamentablemente, la gráfica circula en medios de todo el país -y de otros lares-,
cosechando la condena de los simpatizantes de la causa animal, que son una
legión.
DE BUENA FUENTE: No pocos
nayaritas supieron aprovechar las ofertas lanzadas por la aerolínea Volaris en
redes sociales para volar a Tijuana. Esta empresa es líder en el campo de las
promociones, y la semana pasada, del 16 al 18 de octubre ofreció sus boletos a
la urbe fronteriza en $499 pesos, para volar en agosto del año entrante.
Cabe señalar que, por ejemplo, un boleto en autobús en esa misma ruta,
cuesta $1,125 pesos, por lo que los tradicionales viajeros que iban a Tijuana
por vía terrestre tienen ahora una magnífica opción.
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