Leo a los críticos locales de las redes sociales. Acusan de frívolos a los contenidos que ahí se vierten e instan a la autoridad a no hacer caso de los “chismes” que ahí se divulgan. Error.
Hay que desentrañar los motivos de esa fobia a uno de los íconos de la Web 2.0 El pedestal que muchos analistas tenían como intérpretes del sentir social, y por tanto, interlocutores del gobierno se ha desdibujado. Hoy los clamores del mundo virtual van en un camino diverso al de las adjetivaciones automáticas de los tradicionalistas.
Frente a esas dos realidades –la lisonja y el cuestionamiento- el Gobierno no puede autoengañarse. No es casualidad que el tono crítico de las redes sociales se haya elevado, a la par que el descenso en la calificación a la autoridad en recientes encuestas. Sin embargo, en los espacios ortodoxos, el tono adulador es el mismo de antes.
EL CASO DE LA FERIA EN CALIFORNIA
La apuesta que hizo Ney González en diciembre del 2008 para impulsar la presencia gubernamental en redes sociales es la correcta. Sin embargo, se le percibe con débil acompañamiento por parte de sus colaboradores. Hace falta que efectivamente las dependencias y los funcionarios entiendan que Facebook y Twitter son –en la perspectiva del ciudadano- una ventanilla de trámites.
Me queda claro que, por ejemplo, la Feria de Nayarit en California es útil y significativa para los paisanos que allá viven.
Pero fue un evento mal comunicado. No hubo transparencia respecto de quiénes y a qué iban, si los acompañantes pagaron sus gastos de traslado y estancia con su propio peculio; tampoco se conoció la agenda detallada, y –lo peor- es que las emociones que allá se vivieron no fueron captadas ni divulgadas adecuadamente.
Como bien lo dijo ayer Guillermo Aguirre en su columna Serpentina, en Twitter se captaron una gran cantidad de testimonios de agradecimiento, de felicidad, de orgullo. Pero nada de eso nos llegó por otras vías. Permeó la idea de los funcionarios asalta-outlets, del turismo oficial.
Un poco de mayores datos, unas cuantas entrevistas, y algunas reseñas de color hubieran pintado un mejor panorama de la necesidad de llevarle servicios a los nayaritas que allá radican.
INFLUENZA: UN CASO DE ÉXITO
La fórmula para gestionar adecuadamente la presencia institucional en la red ya la conoce Ney, y –en teoría- sus funcionarios. La crisis de la influenza se operó con criterios de oportunidad y total transparencia.
Si ese esquema exitoso lo calcamos a otros temas de la agenda gubernamental –seguridad pública, por ejemplo-, mejoraría mucho el nivel de armonía entre autoridad y ciudadanos ciberconectados.
No pocos fidelizados y espontáneos operadores de imagen gubernamental –burócratas ofrecidos, pues- quisieran ver el mismo comportamiento de los opinadores aliados en muchos de los líderes de opinión del mundo virtual. A la primer crítica le caen a palos al atrevido. Con ello solo provocan un efecto boomerang que no conviene a la autoridad.
Las redes sociales no pueden gestionarse con los criterios escleróticos del periodismo tradicional. De ahí que sea más fácil que la autoridad se acople a los nuevos códigos, que tratar de hacer de Facebook una sucursal del extinto periódico El Nacional. Hoy por hoy se asemeja más a El hijo del Ahuizote.
Si la tecnopolítica es una de las fortalezas de Ney, sus funcionarios deben operar para que así sea.
DE BUENA FUENTE: Recientemente, vía Twitter, el líder del Instituto Político Empresarial del PRI, Rafael Ranero, propuso revisar el tema de la dirigencia de este organismo en Nayarit.
Varios nombres han surgido entre los hombres de negocios locales para encabezar al IPE, y con ello, jalar a un buen número de ellos a las campañas –y el financiamiento de éstas- en el 2011. Uno de ellos es el joven arquitecto Ricardo Rincón Yescas, de la Constructora Matatipac, a quien le caracteriza su capacidad de diálogo plural.
DE BUENA FUENTE 2: En estos días se confirmó el primer caso de un empresario nayarita, de apellido Navarro, que decidió poner tierra de por medio e irse a radicar a San Diego, California, ante el clima de inseguridad que aquí se vive.
Mientras, en Bahía de Banderas, algunos cercanos a Graziano Sovernigo afirman que éste ha puesto la mira en Costa Rica, aunque no se sabe si por razones empresariales o personales.
DE BUENA FUENTE 3: En el Nayarit de las fobias, ahora circula una propuesta en la red para tapar con cinta de color negro el logo “Riviera Nayarit” de las placas de automóviles.
DE BUENA FUENTE 4: De plácemes están en Acaponeta ante el rumor de que finalmente se concederá un fiat de notario público a un prestigiado abogado de aquella localidad. De confirmarse el dato terminaría la peregrinación que hacen cientos de gardeniones a Tecuala, con el fedatario Emilio Arellano Cabezud, pues por increíble que parezca, no hay ninguna notaría funcionando en esa población.