Los maestros de tele prepas clausuraron ayer simbólicamente el “canal de
la gente”, la televisora gubernamental Tele Diez. Este hecho se convierte en un
punto más de la saturadísima agenda de conflictos que deben atender Roberto Sandoval y su gabinete.
Evidentemente se trata de un expediente que se pudo haber evitado.
Hace 4 meses hice un apunte elogioso sobre el canal oficial. Cumplían 3
semanas al aire: “Quienes hayan tenido oportunidad de ver las primeras
transmisiones podrá notar un cambio plausible. Se acabaron las fallas técnicas
y, sobre todo, el enfoque noticioso empieza a gravitar más en temas sociales y no tanto en la agenda gubernamental. Los esbozos de culto a
la personalidad que llegamos a notar parece que no van más”.
En mi columna del 13 de febrero, también pensé en voz alta: “Evidentemente
que la gente que le opera medios a Roberto
Sandoval sabe que deben aclientar al canal
y, definitivamente, eso se va a lograr poniendo cámaras y micrófonos en la
gente, al estilo de las televisoras públicas europeas como el caso de la TVE
hispana. Parece sencillo, pero no tendría sentido que ‘el canal de la gente’ no
retratara la problemática que vive el pueblo.”
EL CANAL DE LA BUROCRACIA
Poco tiempo después –creo a principios de mayo- ví signos de retroceso
en la emisión matutina, impropios de una televisora pública. En alguna ocasión
el conductor afirmó que la campaña de la candidata del PAN al Senado “no
levantaba”, y en alguna otra ocasión, la emprendieron contra los docentes de
escuelas primarias, adjetivándolos con severidad.
Fue en esos días cuando dejé de sintonizar el canal. Ayer me quedó claro
que la tendencia regresiva se mantuvo. Se convirtió una emisora del gobierno,
no de la gente, y –peor cosa- se convirtió en ariete contra movimientos
sociales.
En este tiempo no he escuchado mayor referencia a los contenidos de sus
noticieros. En contraste, Megacanal Tepic –de la empresa Megacable- abrió sus
puertas a un buen número de académicos, comunicadores y periodistas de opinión
locales.
Al igual que en el sexenio pasado, Tele Diez dejó de gravitar en la
opinión pública, al renunciar –primero- a consolidar su audiencia, y –segundo-
a aprovechar su peso específico en la sociedad para ir marcando el rumbo en la
agenda mediática.
Creo que el status actual de la televisora no es lo que Roberto Sandoval anhela; y es momento
de que haga un paréntesis para revisar las metas, contenidos y estrategias.
La fórmula para mejorar audiencia y contenidos es sencilla: hay que
trasladar el espíritu del eslogan sexenal a los contenidos de su producción.
¿Cómo? Sacando de cuadro a la burocracia, y poniendo en su lugar la voz y los
rostros de los nayaritas, para que así sea, un verdadero canal de la gente.
Ojalá que nunca más un grupo social –como los maestros de tele prepas-
tengan que andar mendingando espacios en un medio público.
DE BUENA FUENTE: El INCUFID
–entidad gubernamental encargada de promover y apoyar al deporte- y la
Secretaría de Cultura también están bajo fuego crítico. En el primer caso, ayer
se registró una ¡huelga de hambre! De un deportista que asegura que el
funcionario David Aguilar los ha
amenazado con quitarles apoyos. Y en el segundo, la visita del actor
internacional nayarita Joaquín Cosío
fue el marco de un coscorrón a la Secretaría de Cultura, pues asegura que nunca
ha sido invitado a su tierra natal, en contraste con otras entidades del país.
Plop.
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