UNA ADQUISICION DE LUJO
Lejos de aquellos gabinetes presidenciales en los que se transmitía fácilmente la idea de que gobernaba un equipo, aquí en Nayarit se percibe con claridad la idea de que a diferencia de NEY GONZÁLEZ, la nueva clase política en el poder llegó sin el entrenamiento usual para ese tipo de cargos.
Ya sea por provenir del sector privado, ya sea por su juventud, muchos de los hombres públicos de hoy desconocen los códigos que les garantizarín un mejor posicionamiento social. Por ello es mas que saludable que a un gabinete de jóvenes -como el de ROBERTO SANDOVAL en Tepic- se integre un profesionista experimentado que dentro y fuera de las aulas se ha ganado el adjetivo de "maestro": ANTONIO HERRERA.
Ajedrecista, hombre de cultura, conocedor del Derecho, HERRERA LOPEZ ya era una figura respetable en el mundo local hace 21 años, cuando se convirtió en el Magistrado más joven en la historia del Poder Judicial de Nayarit. Fino tejedor de relaciones sociales, su nombramiento como Secretario Técnico del Ayuntamiento generó consensos inmediatos.
Y es que TOÑO HERRERA ha sido un arquetipo en la práctica de las relaciones públicas. Lejos de sus antipodas -también en el poder- ha sabido hacer amigos por doquier. Los amigos que le he presentado, todos, son sus amigos ahora. Recuerdo su primer invitación, hará unos 13 años, para cenar y charlar sobre Melquiades, el gitano de "Cien años de Soledad". No solo liquidó la cuenta -medallones Diana y varios whiskys-, sino que al final me obsequió su corbata verde. Jamás la usé, pero la conservo como símbolo de nuestra amistad.
Es un técnico, claro. Y ha ganado muchos episodios a los rudos. Defendiéndose, obvio, pues no es dado a la lid.Con su presencia en el gobierno de Tepic, no solo ganan sus pares y si jefe ROBERTO. Ganamos muchos. Sabemos que con él habrá siempre una puerta abierta, lo mismo para un café, que para una charla erudita o resolver un problema con la autoridad.
Mi amigo, mi compadre, mi vecino. Está de vuelta TOÑO HERRERA.
DE BUENA FUENTE: Un alcalde del trienio pasado alegremente se liquidó al final de su gestión. Se enchalecó por ahí de 800 mil pesos. ¡Y el muy pillo sigue en activo en la administración pública!