Recientemente mencioné 4 nombres que en la lógica de los perfiles podrían ser considerados en la decisión del PRI respecto de la candidatura a la presidencia municipal de Tepic.
Recibí dos comentarios muy interesantes. Uno de mi amigo Jesús López (conestilo.com) preguntándome por otros dos elementos y sus posibilidades: Mario Basulto y Omar Cánovas.
Del primero dije que habría que incluirlo. Un hombre con fuertes relaciones sociales que ha aprendido los códigos de la política. Es muy conocido y lleva 8 años en cargos públicos.
De Cánovas dije que no le veía futuro, en parte porque me parece que su activismo es cupular y porque no tiene tras de sí una estructura electoral propia. No lo veo en el mapa político futuro, ni tampoco lo asocio con alguna solución a los problemas de los tepicenses. Ignoro qué fortalezas tenga.
Otra opinión que recabé fue el por qué no incluí en la relación de aspirantes a suceder a Roberto Sandoval a algún personaje de la oposición.
Cierto. Quizá porque no vislumbro a algún cuadro con trabajo orientado a "pintar" en las encuestas. Fuera de los aspirantes a la gubernatura conocidos, del PAN y del PRD, no vemos perfiles con activismo entre los tepicenses.
El caso es que Tepic es una incógnita interesante. Dentro del PRI se percibe que será una posición para compensar a la corriente que no obtenga la gubernatura.
URGE UN ADMINISTRADOR QUE MODERNICE
Lo cierto es que las razones que impulsaron a varios priístas a pensar en Pablo Montoya como el candidato ideal en el 2008 siguen siendo válidas hoy. Se antoja un perfil modernizador, que a la par que el orden financiero impulse mejoras en los servicios a partir del acopio de buenas prácticas municipalistas en México o en el mundo.
Y vaya que si hay profesionistas con esos atributos: uno es el propio Montoya, otro es Jorge Aníbal Montenegro -mi amigo-. Tepic requiere de una oxigenación en varias áreas, y la idea de impulsar a un técnico que se dedique a hacerle reingeniería a la estructura municipal agrada a muchos. Obvio, debe ser alguien inoculado contra las calenturas políticas, esas que distraen personal y recursos.
Dado el sentir que reflejan las encuestas, ojalá que el PAN y el PRD reflexionen sobre la necesidad de concebir un paso cualitativo en la gestión municipal, que contagie a los otros 19 Ayuntamientos y marque un parteaguas entre las prácticas tradicionales y los estándares que hoy se aplican en muchas ciudades.
En 2008 la mitad de los Ayuntamientos de Nayarit fueron a parar a la oposición. 10 de 20. Ello habla del desastre que son las administraciones municipales. Por ello PRI, PAN y PRD deben pensar en perfiles que colgándose de la popularidad de sus candidatos a gobernador lleguen a las alcaldías a modernizar como nunca antes se ha hecho en Nayarit.
DE BUENA FUENTE: El perredista Rodrigo González Barrios fue un asistente del lujo al foro convocado por el PAN ayer para debatir sobre la rendición de cuentas en Nayarit. Las señales de amalgamiento entre ambos partidos son claras. Si esa comunión dura, serán un hueso duro de roer.