A una semana de las elecciones federales que le dieron al PRI Nayarit el peor resultado histórico en este tipo de comicios, la operación política obligatoria al interior de ese partido no ha iniciado. Por el contrario, las teorías conspiracionistas fluyen con facilidad entre la militancia, y especialmente entre los equipos de campaña de Jocelyn Fernández y Alfredo Zmery, para dar por descontado que la corriente magisterial y los que profesan la filia alba ayudaron al triunfo perredista en Tepic, y que las olas bicolores hicieron su parte para la sorprendente victoria de Ivideliza Reyes por el PAN, en el III distrito.
Numéricamente el PRI dio buenas cuentas, pues le saca casi 50 mil votos de diferencia al PRD y 60 mil al PAN, útiles para otro tipo de elección. No solamente el PRI perdió 2 de 3 distritos, sino que en las dimensiones simbólica y sicológica los resultados son demoledores. Se pierde ante el toñismo, una fuerza que algunos ortodoxos le quisieron decretar una especie de “muerte civil”, al pretender ignorarla en estos 4 años. En el sur, Miguel Ángel Navarro cobró revancha, apoyando abiertamente al PAN.
LAS CONTRACAMPAÑAS, DOCUMENTADAS
No es esta la primera elección en la que se advierten huellas de contracampaña al interior del PRI. Las del 2002 fueron las últimas campañas en las que el PRI logró una conjunción total de esfuerzos de todas sus corrientes. El entornó los unió. Y lograron, con creces, obtener las metas planeadas.
Ya en 2005 fue distinto. La derrota del candidato del PRI en el II distrito local, Julio Mondragón, ante Gricela Villa del PRD, tuvo ingredientes complotistas.
En las intermedias locales del 2008 el senador Gerardo Montenegro declinó la invitación cupular a ser candidato del PRI a la presidencia municipal de Tepic porque su equipo calculó que era muy alta la posibilidad de que algunos grupos priistas hicieran contracampaña.
Frente a estos hechos, no hubo una operación política eficaz que lograra amalgamar a todos los activos priistas en los mismos fines el pasado 5 de julio. Los datos evidentes de la confrontación interna fueron minimizados, nunca agendados. Por el contrario, a lo largo de estos años se registraron muchas provocaciones innecesarias.
Los analistas nacionales no han dejado de señalar el caso nayarita con sorpresa, pues se esperaba que fuera una de las entidades en entregar cuentas de “carro completo” a Beatriz Paredes y al priismo nacional.
De aquí al primer semestre del 2011 la operación política deberá gestarse a otro nivel, es decir, entre las cabezas de las principales corrientes locales: Ney González, Gerardo Montenegro, Raúl Mejía, Roberto Sandoval y Manuel Cota. Evidentemente, por los resultados entregados, tanto el delegado Jorge Lepe y el presidente José Luis Dónjuan tendrán que asumir otro rol secundario.
Por lo pronto, será importante saber si en la agenda urgente se discute el futuro político de Jocelyn y Zmery, figuras que muchos perciben como piezas sacrificadas en el mar de ajustes de cuentas entre grupos priistas. Será buena señal que se pacte su reincorporación a la vida pública en condiciones de privilegio.
DE BUENA FUENTE: Sube de nivel el litigio y la campaña mediática de Jon Shirley, el influyente vecino de La Cruz de Huanacaxtle perjudicado por las obras de los condominios Aura Arena Blanca. Es buen momento para que el Congreso recupere una de las banderas que distinguió a la exdiputada Emma Barba en la Legislatura pasada: la legalidad en los permisos de construcción otorgados por el Ayuntamiento anterior, presidido por Jaime Cuevas. Es mucho lo que está en juego. Un personaje de ese calibre puede ser decisivo para la construcción o destrucción de imagen, en este caso, de la Riviera Nayarit. Ojo.