lunes, 16 de febrero de 2009


Internet y el 2011

La semana pasada estuve en el DF. En un tiempo libre tuve oportunidad de ver la película “Frost/Nixon”, elogiada por los críticos y candidateada ya a acaparar nominaciones y estatuillas en la noche de los oscares.
Es sencilla su trama. Recrea la entrevista de Richard Nixon 3 años (en 1977) después de dimitir a la Presidencia de Estados Unidos tras el escándalo Watergate con un hombre de TV, no un periodista, sino un showman británico. Para entender bien, no un Zabludovsky, no un López Dóriga, no un Loret de Mola, sino alguien muy similar a Adal Ramones.
Sin haberse inspirado en los geniales politólogos italianos Giovanni Sartori o Michelangelo Bovero, autores de los conceptos “videopolítica” y “telecracia”, el filme retrata la desventaja que tuvo el expresidente con su entrevistador: éste conocía las reglas de la pantalla chica, el poder de la imagen, los efectos del rating.
Los resultados de la entrevista fueron demoledores para Nixon. Los millones de televidentes vieron a un político derrotado; su rostro delataba los pecados cometidos. David Frost tuvo el acierto de sacar de sus casillas al experimentado político y grabar en videotape sus silencios culposos, su ira, su tristeza.
En un momento de la película, Nixon confiesa que el veredicto de quienes vieron en TV su debate con el candidato demócrata Hubert Humphrey fue distinto al de quienes lo escucharon por radio, pues éstos no vieron el copioso sudor en su rostro (signo universal de nerviosismo). Los televidentes pensaron que perdió, los radioescuchas que ganó.

LOS MEDIOS Y LAS ELECCIONES EN NAYARIT
No pude evitar recordar el peso que ha tenido la televisión nayarita en la política local. En especial aquel famoso debate de 1999, Echevarría-Vallarta. “La señal que mandó Lucas al no saber manejar diligentemente las hojas de impresora fueron terribles para el electorado joven, acostumbrado al uso cotidiano de las computadoras”, concluyó un columnista local en aquella ocasión.
Hoy, tras el paradigmático triunfo de Barack Obama, hay una tendencia a que lejos de ser escenario-piloto, Internet es una arena que condensa muy bien las filias y fobias del electorado que define triunfos y derrotas. 53 por ciento de la lista nominal de electores nayaritas tiene entre 18 y 39 años.
El 2011 es una meta en la que los políticos locales competirán entre sí por gestionar su imagen con eficacia frente a internautas interactivos que postearán opiniones, que abandonarán páginas aburridas, que retransmitirán cadenas de mails, y que sentirán empatía o desagrado con las habilidades tecnológicas de los precandidatos.
Muchos menospreciarán el peso específico de la red en el escenario político. Que le apuesten al proselitismo tradicional entonces. Tendrán problema para difundir eficazmente sus mensajes.
Antes la TV, ahora la Web 2.0

DE BUENA FUENTE: Se afinan detalles del nuevo edificio legislativo. Muchos se preguntarán si la agenda que salga de los foros temáticos que organiza el Congreso estará a la altura de tan imponente sede.

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