martes, 24 de febrero de 2009


Dejemos de hacernos pend…

En 2008 la mitad de las elecciones municipales se definieron con el triunfo de llamado voto de castigo. 10 de 20 ediles fueron reprobados pues. Unos ayuntamientos pasaron del PRI al PRD, otros del PAN al PRI. La gran lectura es que hubo decepción ciudadana.
Evidentemente que en materia de administración municipal estamos en pañales. La famosa autonomía que otorga el 115 constitucional en los hechos es una amplia licencia para que los alcaldes cometan una infinidad de tropelías en vitrina, sin pudor.
En la parte política del asunto, las dirigencias partidistas parecen no traer una agenda para ceñir las decisiones de los ediles a un marco de mínima prudencia. Es evidente que este tipo de diálogos o asuntos son de índole privado. Pero si juzgamos por los resultados recientes, podemos inferir que los señores presidentes municipales se toman muy a pecho eso de la autonomía, y que mantienen su estilo de gobernar al margen de cualquier escrutinio por parte de sus líderes partidarios. José Luis Donjuan de la Peña, del PRI, sería uno de los obligados a operar la mesura de sus cuadros gobernantes.

CIUDADANOS REBASAN A LOS PARTIDOS E INSTITUCIONES
Ayer Reforma nos alegró la mañana al informarnos de la existencia de una nueva agrupación denominada DHP, es decir “Dejemos de Hacernos Pendejos”. Desde ayer pertenezco a ese grupo cuyo cordón umbilical lo liga a Facebook, la red social más popular del Internet. Integra a más de 5 mil ciudadanos sin filiación política, e instaló seis mesas receptoras en distintos parques de la capital mexicana, así como en las cabeceras municipales de Nuevo León y Yucatán.
¿Cuál es el fin de DHP? Echar abajo el acuerdo de la Cámara de Diputados que resolvió condonar a los legisladores federales el Impuesto Sobre la Renta de su aguinaldo correspondiente a 2008.
La realidad municipal nayarita da para que se puedan constituir varios DHP, ante la inconformidad ciudadana con algunas decisiones de sus autoridades, como los incrementos salariales de los regidores, un hecho pésimamente defendido por los acusados.
En un año de crisis severa, el tema salarial de los representantes populares no debe ser un asunto menor. No basta con que tenga costos políticos para los que se arriesguen a incrementarse sus percepciones.
Si los partidos o la XXIX Legislatura no abordan el tema con sentido preventivo, no sería nada raro que los ciudadanos los rebasen. Creo que hay mucha gente tentada a aglutinarse contra la insensibilidad de sus “representantes”.
A quienes le interese el tema visiten: http://www.dejemosdehacernospendejos.org/

DE BUENA FUENTE: Cosas de la globalización. Ayer la prensa de Nueva Zelanda le dio espacio a la salsa martajada en molcajete que se prepara en el restaurant-hotel Las Brisas de Chacala, Nayarit.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

saludandote como siempre que soy asiduo lector de tu blog, en realación a tu comentario de verdad la oposición ganó y el pri perdió, pero veamos que ganó la oposición y que perdió el pri:
el pri perdió los lugares que no le interesan donde no se dan no los maricones, donde no hay dinero, no hay futuro, san blas? ja,ja y sumale, municipios pobres, subsidiados, ney, perdon protegió los que representan sus intereses, tepic, bahia de banderas, y santiago por que no decirlo, en esos lugares via de muchos mercenarios orquestaron campañas fuera de seria para aquilatar, comprar y asegurar votos como nunca, por que? por que ahí existen intereses creados de 3 años hacia acá, los que no les interesan, se los dejaron a menudencia del pri, y agunos de ellos perdieron, habrá que ver el control de sepla para con ellos haber que pasa.
saludos

ENRIQUE HERNÁNDEZ QUINTERO dijo...

Si, yo creo que los partidos en Nayarit deben ya estar en una fase en la que privilegien el mantenimiento de sus cotos políticos.
Con los topes de campaña es muy difícil pensar en ganar todo. Y en esa lógica de recalibración de metas electorales, creo que al PRI le quedó claro el reto en 2008: Ir por el Congreso local.
Es cierto lo que dices, en la lógica de la "funcionalidad política" (Lograr la mayoría legislativa para que funcione la Gubernatura) valen más los distritos que las alcaldías paupérrimas.