jueves, 27 de noviembre de 2008


Opinión pública si; estadísticas no

A juzgar por sus consecuencias, los hechos del Hilo Reveé constituyen desde ayer el símil local del “caso Martí” en el ámbito federal.
La reacción que hasta el momento ha mostrado el Gobierno de Ney González ha sido excelente, pues de entrada se ve que el mandatario le tomó el pulso a la sociedad y concluyó que había que hacer algo distinto.
En las últimas semanas, la propaganda institucional respecto a los logros en seguridad pública y los comentarios cotidianos de las familias nayaritas iban en sentidos opuestos.
El macro acuerdo de ayer se firmó teniendo como fundamento la opinión ciudadana y no las estadísticas institucionales. ¿Esto es bueno? No solo es bueno, es ¡magnífico!
Aquel estudio del CIDAC –difundido apenas en agosto pasado- en el que Nayarit presentaba la más baja incidencia nacional en delitos intencionales debe ser sólo un buen recuerdo a partir de ahora. La radiografía de un determinado momento.
Pero además, habría que tomar con reservas cualquier logro basado en estadísticas oficiales, pues suelen no reflejar la realidad.

LA CONFUSA ESTADÍSTICA
El índice de 8.2 víctimas por cada 100 mil habitantes durante 2007 –el más bajo del país- que otorgó el CIDAC a Nayarit no debe tener categoría dogmática, sobre todo porque los resultados de ese estudio parecen contrastar con otras estadísticas oficiales divulgadas este año por la PGR.
Según esta dependencia, que midió el volumen de denuncias de delitos del fuero común en 2007 en cada entidad, Nayarit ocuparía el lugar 17 –y no el primero- a nivel nacional al registrar 13,642 denuncias penales, para una tasa de 1,351. Ciertamente por debajo de la media nacional.
Al margen de la numeralia, el dato cualitativo que debemos reconocer es la actitud de Ney para apreciar la opinión popular y reaccionar ante ella. El gobernador le dio vuelta a la hoja no solo a la medalla de oro del CIDAC, sino también a los resultados del 6 de julio. Como experto intérprete de encuestas vio la radiografía del Nayarit de noviembre y a partir de ella bosquejó un diagnóstico y un tratamiento.

DE BUENA FUENTE: El bono democrático no tiene una vigencia mayor a unas cuantas semanas. Varios alcaldes de Nayarit deberían –con el ejemplo de ayer- reaccionar de mejor forma ante decisiones equivocadas. No corregir a tiempo tiene sus costos, sobre todo en afectación de imagen. La popularidad electoral es hoy una ficción; hay que dejarla atrás.

Nos leemos mañana.