·
Reto
harto difícil: que un Gobierno comunique la honestidad institucional
·
Cuando se
percibe corrupción de la autoridad es ¡misión imposible!
·
El
“Pecas” Miramontes, talentoso periodista, también deja al PRD
·
Vladi
Valenzuela y Roberto Milton Rubio también se acercan a MORENA
Por Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO / Exclusivo
MERIDIANO
En los 90 estudié un curso de posgrado sobre “políticas
públicas y planeación territorial” en la UAM plantel Iztapapala, impartido –entre
otros- por el argentino José María
Martinelli Benedicto, quien gustaba de provocarnos con retos para detonar
el esgrima intelectual maestro-alumnos.
¿CÓMO COMUNICAR QUE YA NO HAY DIEZMOS?
En alguna ocasión disertaba sobre la diferencia entre
eficacia y eficiencia en la obra pública. Divertida clase. A su estilo, nos
retaba: -¿Alguien que no coincida con esta postura?-. A mi izquierda un
profesionista moreno, enmezclillado, con lentes a la Lennon y cola de caballo
replicó con seguridad “yo discrepo”. Se hizo el silencio.
Mi compañero, cuyo nombre olvidé, había estudiado una
maestría en Sociología Política en el Instituto Mora del DF y era asesor de Ernesto Ruffo Appel, gobernador de Baja
California.
Nos explicó que una de las urgencias de su jefe era
vender la idea de que su gobierno era honesto, pero quería que esa idea se
comunicara pronto y bien, que fuera creíble. Puso a trabajar a su equipo.
En una reunión del equipo de asesores, le propuso su
idea. Eran los días del Programa de Solidaridad, en la que los beneficiarios de
cuanta obra se hacía aportaban una cantidad no tan simbólica para que se
involucraran el cuidado de la misma, ya una calle, ya un puente, ya un parque.
UNA SOLUCIÓN INCREÍBLE, INUSUAL
“Se trata de pedirles un poco más de lo que deben
pagar. Si les toca aportar 100 pesos a cada vecino nosotros pidamos 120”,
expuso ante un Ruffo incrédulo que
abría los ojos sin comprender.
“Hacemos la obra y una vez que se inaugure llamamos a
los beneficiarios a una reunión. Ahí les diremos que debido a que la obra se
hizo sin pedirle diezmos al constructor y sin inflar el precio de los
materiales, sobró dinero y se los regresamos. Los 20 pesos que dieron de más se
los devolvemos pero forma de cheque”.
Ruffo dio el visto bueno de inmediato. El personal de obras
públicas puso en marcha el proyecto. La gente nunca supo que aportaron una
cantidad adicional. Sus bolsillos realmente no lo resintieron.
Por primera vez en la historia el Gobierno le regresaba
a la gente dinero “sobrante” de alguna obra. La propaganda de boca en boca hizo
su parte y se configuró la idea colectiva de un mandatario y un sexenio
honestos. Pegó la novedad. Muchos ciudadanos ni siquiera cambiaron el cheque, lo conservaron -orgullosos- como emblema de su sueño hecho realidad: autoridades que no hacían transas con el presupuesto.
LA HONESTIDAD Y SUS UTILIDADES ELECTORALES
En 1995 el PAN volvió a ganar las elecciones para
gobernador. Ruffo le entregó el
poder a su antiguo Secretario General de Gobierno y luego Senador, Héctor Terán.
Cuando mi compañero de pupitre terminó de explicar la
estrategia aplicada para comunicar la idea de honestidad el maestro Martinelli quedó boquiabierto. Le
pareció brillantísima la argucia. A mí también. A todos.
A la fecha no he encontrado una mejor forma de modelar
percepciones sobre honestidad gubernamental que ésta y –claro- la del
Volkswagen de José Mujica el
expresidente de Paraguay.
Quise recordar la anécdota en estos días en que la
percepción sobre corrupción institucionalizada echa a perder hasta los
programas oficiales más nobles (léase el #VacaGate)...
DE BUENA FUENTE: Deja el PRD Luis Enrique Miramontes Vázquez uno de los pocos operadores de
medios –y periodista además- que saben cultivar las relaciones humanas. Deja un
hueco difícil de llenar, sin duda, pues uno de los pasivos más marcados de ese
instituto político es su incapacidad funcional para influir en la opinión
pública.
El popular “Pecas” llegó a tener cargos de
responsabilidad nacional importantes y recorrió la legua a lo largo y ancho del
país en épocas electorales. Espero que sus dones sean apreciados en MORENA y le
retribuyan como merece. Ya es momento de verlo como legislador. Es un espléndido
tribuno y polemista.
Por cierto, el
sábado anterior también se dejaron ver en un evento de MORENA Vladimir Valenzuela y Roberto Milton Rubio, importantes
cuadros del PRD que seguramente fortalecerán las aspiraciones de AMLO en
Nayarit.
Twitter: @ehq