Con la tecnología en la mano, el gobernador Ney González ha derribado esquemas desde hace muchos años. En el 96 hacía campaña anunciando su número del beeper. Hoy ha inaugurado una etapa de interlocución social que no tiene parangón a nivel nacional. Al hacerlo sube el handicap para otros políticos. Sienta un precedente que obliga a los demás. Salvo el senador Francisco Javier Castellón, los demás actores políticos carecen de presencia regular en las redes sociales, pese a que tengan a algún empleado operándoles su imagen virtual. Empero, la gente detecta esas suplantaciones.
ADIÓS A LA TRADICIONAL DINÁMICA PALACIEGA
Recientemente el periódico El Informador de Guadalajara dedicó un mini reportaje al uso del Twitter por parte del gabinete ampliado del Gobierno del Estado, como una forma de transparentar sus agendas públicas a la sociedad. Los internautas tienen la posibilidad de saber qué están haciendo los funcionarios estatales.
En los hechos, Ney González está dejando atrás la tradicional dinámica palaciega, es en la que se requerían muchos ayudantes, ujieres, secretarios, y bueno, hasta representantes para recibir a las comisiones del pueblo hubo. Hoy muchos de los asuntos que tradicionalmente atendía una estructura diseñada para sexenios ortodoxos se plantean y resuelven vía Internet.
Sano sería entonces, acoplar burocracia y sus marcos normativos a la dinámica operativa actual. Los hechos –como suele suceder- se han adelantado a las previsiones legales y al diseño de oficinas.
Nayarit tiene una ventaja comparativa respecto del resto del país. Tiene un gobernador que es nativo digital. Por ello se siente cuando algunos de sus funcionarios no andan a su mismo ritmo, por ejemplo, en el uso de herramientas Web 2.0
He conocido algunos planes que tiene Ney González a futuro en los que Internet es un elemento central. Uno es llegar a ser un gobierno sin papel, en el que todas sus comunicaciones internas sean completamente virtuales.
Incluso, su visión de lo que debe ser la transparencia gubernamental rebasa cualitativamente las obligaciones que impone la prematuramente esclerótica Ley de Transparencia vigente.
Cada vez es más la gente que hace trámites “on line”. Cada vez llegan menos visitantes a muchas oficinas, mismas en las que opera una burocracia concebida para otros tiempos. Las audiencias son virtuales ahora. Hagamos reingeniería gubernamental pues.
El uso de la red para asuntos públicos ya demostró su eficacia en Nayarit. Falta institucionalizarla ahora.
DE BUENA FUENTE: Dícese aliado. En realidad lo ha sido de cuanto sexenio ha habido. Lo será del próximo. Si su litigio particular no prospera, le toma contra la autoridad. Hay confusión de roles. Aplica la máxima de José López Portillo, “no pago para que me pegues”.
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