- Pavel Jarero pide debatir el convenio laboral con el SUTSEM
- El “Toro” también a favor de
discutir prestaciones laborales
- Rechazan propuesta de Cota y
Margarita: “Fobaproa” municipal
- Empresarios dicen no a palomear
nombramiento de Narváez
Mostrando
oficio para hacer lecturas de coyuntura política, el alcalde de Santiago
Ixcuintla, Pavel Jarero, está
proponiendo un debate mediatizado –a través de la radio- para discutir con
representantes del SUTSEM el convenio laboral.
Evidentemente
Pavel sabe que la imagen del gremio
de burócratas está a la baja, pues socialmente se le percibe como un ente
devorador del presupuesto, en detrimento de obras y servicios públicos.
En
el reciente episodio del Ayuntamiento de Tepic y sus empleados sindicalizados, Pavel no dudó en mostrarle públicamente
su respaldo al alcalde capitalino Héctor
González Curiel, quien también detonó –con valentía- el debate sobre el
mismo tema.
Y
es que pese a la asfixiante carga que representan los trabajadores de base, salvo
Pavel y el “Toro”, el resto de los personajes locales se han mostrado timoratos
para iniciar un muy necesario espacio de análisis; claro, en privado, muchos de
esos funcionarios y representantes populares se manifiestan a favor de
modificar el Estatuto que rige las relaciones de los gobiernos locales con los
empleados afiliados al SUTSEM. Pero esto es política, y las expresiones en
corto carecen de valor.
Tanto
Armando García Jiménez, líder de la
30 Legislatura, como algunos funcionarios del Poder Ejecutivo, no se han
manifestado sobre el tema que causa preocupación a todos los alcaldes,
principalmente a los de Santiago y Tepic. Quizá están esperando que baje la
presión para abordarlo sin ánimos caldeados.
Y
quien pudo capitalizar el mutis de sus compañeros es el diputado Alejandro Galván, sabedor de que
en política los matices no venden (o blanco o negro, jamás gris), nuevamente se
decidió a apoyar con todo al SUTSEM en su agenda de reclamos a las autoridades
de Tepic. Y con su apuesta clara, evidente, deja mal parados al resto de legisladores locales quienes –quizá por temor a un futuro desdén electoral de ese
sindicato- vivieron este episodio desde lejos, nadando de “muertito”.
Lo
cierto es que desde que Rigoberto Ochoa
Zaragoza creó –con muchas resistencias, por cierto- el tan necesario fondo
de pensiones, la relación de los gobiernos estatales con el SUTSEM ha estado
viciada con un exceso de cálculo político, en detrimento de criterios
racionales. Si bien es cierto es malo que un gobernante no incorpore el cálculo
político a sus decisiones, es peor que sistemáticamente reaccione sólo bajo
este punto de vista.
Un
dato de contexto muy relevante es que la propuesta que Manuel Cota y Margarita
Flores hicieron el 15 de noviembre pasado junto con otras 5 senadoras del
PRI (¿Se fueron “por la libre”?) para crear un “Fobaproa” que rescate a los
municipios endeudados del país, fue rechazada de plano antier tanto por Luis Videgaray, Secretario de Hacienda,
como por el líder de la cámara alta, Ernesto
Cordero.
De
ahí que la única solución en este renglón sea el rediseño del esquema de
relaciones laborales, y se imponga actualizar el Estatuto Jurídico para
trabajadores al servicio del estado y municipios vigente desde hace casi 38
años, y que a su vez suplió al que fue creado en 1943.
La
ventaja que tienen ahora tanto el gobernador como los titulares de los otros
dos poderes y los 20 alcaldes es que el atributo del 2013 como año sin
elecciones puede permitir que se abra una muy necesaria discusión sobre
este tema de temas.
Lo
que faltaría ahora es visión de estado y dejar a un lado el tan perjudicial
cálculo político.
DE BUENA FUENTE: Ayer fue día de negativas. Varios
destacadísimos empresarios nayaritas fueron invitados a emitir su benevolencia
a favor del recién designado titular de SEDECO, Manuel Narváez. Unos de plano rechazaron la invitación; otros
dejaron que sus interlocutores interpretaran su silencio.
La operación política fue tardía, ya cuando medios y redes
sociales habían retratado fielmente el malestar de muchos –incluyendo líderes
de cúpulas patronales, como Sergio
González Berecochea de COPARMEX- contra la sorpresiva designación. Se pagó
–una vez más- el costo de oportunidad, pues.
Lo peor del caso es que Narváez
es de la vieja escuela, esa que suele desdeñar en la opinión de terceros; tanto
así que no tiene cuentas personales para monitorear redes sociales. De ahí que
se antoje muy difícil que haga un esfuerzo personal para mejorar su imagen
pública, pues al estar ajeno a la Web 2.0 seguramente desconoce todo lo que de
él se habla en estos días…
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