viernes, 11 de enero de 2013

SEXENIO


  • Pavel Jarero pide debatir el convenio laboral con el SUTSEM
  • El “Toro” también a favor de discutir prestaciones laborales
  • Rechazan propuesta de Cota y Margarita: “Fobaproa” municipal
  • Empresarios dicen no a palomear nombramiento de Narváez

Mostrando oficio para hacer lecturas de coyuntura política, el alcalde de Santiago Ixcuintla, Pavel Jarero, está proponiendo un debate mediatizado –a través de la radio- para discutir con representantes del SUTSEM el convenio laboral.
Evidentemente Pavel sabe que la imagen del gremio de burócratas está a la baja, pues socialmente se le percibe como un ente devorador del presupuesto, en detrimento de obras y servicios públicos.
En el reciente episodio del Ayuntamiento de Tepic y sus empleados sindicalizados, Pavel no dudó en mostrarle públicamente su respaldo al alcalde capitalino Héctor González Curiel, quien también detonó –con valentía- el debate sobre el mismo tema.
Y es que pese a la asfixiante carga que representan los trabajadores de base, salvo Pavel y el “Toro”, el resto de los personajes locales se han mostrado timoratos para iniciar un muy necesario espacio de análisis; claro, en privado, muchos de esos funcionarios y representantes populares se manifiestan a favor de modificar el Estatuto que rige las relaciones de los gobiernos locales con los empleados afiliados al SUTSEM. Pero esto es política, y las expresiones en corto carecen de valor.
Tanto Armando García Jiménez, líder de la 30 Legislatura, como algunos funcionarios del Poder Ejecutivo, no se han manifestado sobre el tema que causa preocupación a todos los alcaldes, principalmente a los de Santiago y Tepic. Quizá están esperando que baje la presión para abordarlo sin ánimos caldeados.


Y quien pudo capitalizar el mutis de sus compañeros es el diputado Alejandro Galván, sabedor de que en política los matices no venden (o blanco o negro, jamás gris), nuevamente se decidió a apoyar con todo al SUTSEM en su agenda de reclamos a las autoridades de Tepic. Y con su apuesta clara, evidente, deja mal parados al resto de  legisladores locales quienes –quizá por temor a un futuro desdén electoral de ese sindicato- vivieron este episodio desde lejos, nadando de “muertito”.
Lo cierto es que desde que Rigoberto Ochoa Zaragoza creó –con muchas resistencias, por cierto- el tan necesario fondo de pensiones, la relación de los gobiernos estatales con el SUTSEM ha estado viciada con un exceso de cálculo político, en detrimento de criterios racionales. Si bien es cierto es malo que un gobernante no incorpore el cálculo político a sus decisiones, es peor que sistemáticamente reaccione sólo bajo este punto de vista.


Un dato de contexto muy relevante es que la propuesta que Manuel Cota y Margarita Flores hicieron el 15 de noviembre pasado junto con otras 5 senadoras del PRI (¿Se fueron “por la libre”?) para crear un “Fobaproa” que rescate a los municipios endeudados del país, fue rechazada de plano antier tanto por Luis Videgaray, Secretario de Hacienda, como por el líder de la cámara alta, Ernesto Cordero.
De ahí que la única solución en este renglón sea el rediseño del esquema de relaciones laborales, y se imponga actualizar el Estatuto Jurídico para trabajadores al servicio del estado y municipios vigente desde hace casi 38 años, y que a su vez suplió al que fue creado en 1943.
La ventaja que tienen ahora tanto el gobernador como los titulares de los otros dos poderes y los 20 alcaldes es que el atributo del 2013 como año sin elecciones puede permitir que se abra una muy necesaria discusión sobre este tema de temas.
Lo que faltaría ahora es visión de estado y dejar a un lado el tan perjudicial cálculo político.


DE BUENA FUENTE: Ayer fue día de negativas. Varios destacadísimos empresarios nayaritas fueron invitados a emitir su benevolencia a favor del recién designado titular de SEDECO, Manuel Narváez. Unos de plano rechazaron la invitación; otros dejaron que sus interlocutores interpretaran su silencio.
La operación política fue tardía, ya cuando medios y redes sociales habían retratado fielmente el malestar de muchos –incluyendo líderes de cúpulas patronales, como Sergio González Berecochea de COPARMEX- contra la sorpresiva designación. Se pagó –una vez más- el costo de oportunidad, pues.
Lo peor del caso es que Narváez es de la vieja escuela, esa que suele desdeñar en la opinión de terceros; tanto así que no tiene cuentas personales para monitorear redes sociales. De ahí que se antoje muy difícil que haga un esfuerzo personal para mejorar su imagen pública, pues al estar ajeno a la Web 2.0 seguramente desconoce todo lo que de él se habla en estos días…

Twitter: @ehq