La edición 2011 de
En redes sociales he visto muchos posteos de gratitud al gobernador Ney González por haber programado a algunos de los ídolos del momento. El “efecto Feria” se ha dejado sentir en la calle y en los espacios virtuales.
La fórmula para garantizar el éxito de una acción institucional es evidentemente fácil: darle a la gente lo que apetezca. Si en materia de gustos musicales los organizadores de
Desde hace 3 décadas, se fijaron los criterios en
AUSCULTAR AL PUEBLO,
Y si sometemos a la lupa otro tipo de temas de la agenda oficial, podemos obtener buenas lecturas, útiles para quien tome el poder en septiembre próximo. Por ejemplo, varias iniciativas de la agenda legislativa –la “reforma judicial” como emblema- se gestaron absolutamente sin el ingrediente ciudadano. Y ni qué decir de la decisión de basificar a una gran cantidad de burócratas (se habla de entre 3 mil y 5 mil) en 2005 y 2008 hicieron méritos en campaña. Ya ni hablemos del hecho de darle seguro popular y no ISSSTE a empleados de seguridad pública.
En una época en la que los vacíos de los medios tradicionales son llenados por el vibrante ritmo de las redes sociales, nada permanece oculto. De ahí que quienes resulten vencedores el 3 de julio deben saber que su actuación será auditada en serio por los ciberconectados, mas allá de la fiscalización formal que suele ser amables con la autoridad.
Algo bueno que heredará Ney González a su sucesor es la posibilidad de legitimar la gestión pública mediante herramientas de participación social como el plebiscito, el referéndum o la iniciativa popular. Si el gabinete del próximo gobernador o gobernadora sabe manejarlas adecuadamente logrará mantener altos niveles de legitimación.
Para explicarlo con manzanas, si el plebiscito se hubiera instaurado a principios de sexenio, hoy en Insurgentes y Estadios estaríamos viendo la construcción de 2 modernos estadios deportivos, que estarían despertando altísima expectación en la futbolera sociedad local, y no el movimiento de tierras que dará lugar a
Los gobernantes deben orientar sus decisiones en el clamor popular, tal y como este año lo hicieron con los artistas de
DE BUENA FUENTE: A diferencia de sus pares, el domingo Héctor Benítez, subsecretario de asuntos jurídicos, dio cátedra de cuál debe ser la actitud de un funcionario en
A final de cuentas, el legislador perredista le reconoció el gesto al abogado Benítez. Frente al suicida silencio de muchos integrantes del gabinete –en detrimento de la imagen gubernamental y del juicio histórico al sexenio de Ney González- vale aplaudir la atinada gestión de este tema en redes sociales.
Si la conducta de Benítez en el mundo virtual fuera compartida por el resto de colaboradores del gobernador, muchos rumores destructivos serían desactivados en fase embrionaria, antes de que lleguen a la calle, o a los medios o que se conviertan en misiles demoledores.