Las referencias que muchos nayaritas tienen de don Emilio son vagas. La mayor parte de los estudiantes universitarios de hoy nacieron después del 87, año en que concluyó su sexenio.
Pese a ello, su nombre constituye el arq uetipo a seguir en cuanto a la sensibilidad que debe tener un gobernante y en cuanto a los criterios para resolver conflictos políticos.
Sin embargo, hay que entender que –al igual que los consejos de Maquiavelo- no todos los asuntos que resolvió don Emilio durante su gestión constituyen un modelo a seguir.
En el caso de Roberto Sandoval, los primeros expedientes oficiales en su agenda, poco tienen que ver con el modelo emilista de gestión de problemas. Encontrar soluciones al agobio financiero del servicio de la deuda pública, o explorar todas las aristas del caso de los basificados por Ney, por ejemplo, deben tomar otros referentes.
El tema específico de la relación Gobierno-SUTSEM debe tramitarse ponderando, además de los datos específicos –digamos numéricos y legales-, detalles del contexto: la forma en que los medios nacionales critican al estilo de gobernar del PRI y, en lo doméstico, las señales que mandarán las autoridades con la forma en que le den solución a la sobrepoblación de burócratas heredados del sexenio pasado.
LOS CRITERIOS DE DON RIGO
A distancia, hay que entender que seguramente Rigoberto Ochoa hizo lo correcto al optar por no ceder a las descomunales peticiones hechas por el sindicato que comanda Águeda Galicia. En su momento recibió mentadas de madre, cierto, pero al menos en este expediente específico, don Rigo actuó con criterios de estadista.
Evidentemente –en contraste- el otorgamiento excesivo de bases por parte de Ney es, a todas luces, un acto de lesa patria, un daño descomunal a las finanzas estatales.
Los operadores de este conflicto se enfrentan a una lideresa colmilluda, sagaz, que durante décadas ha usado sus rugidos de león para asustar cervatillos y comérselos vivos. Quizá sin proponérselo, Ney le obsequió a Águeda una oportunidad de oro para incrementar su membresía. Los nuevos basificados entienden que la solución a su incertidumbre laboral no vendrá de la Ola Roja, sino de su sindicato.
Para los recién estrenados funcionarios, sin duda, será una prueba mucho más importante de la que creen. Si optan por la conciliación total –inercia de campaña en la que la urgencia era sumar adeptos- seguramente otros actores sociales querrán calcar el modelo y obtener respuestas afirmativas a sus pliegos petitorios.
Quizá por razones legales, financieras y prospectivas sea prudente revisar los firmes criterios de Rigoberto Ochoa para negociar con el SUTSEM durante su gestión.
Total, no pasa de algunas mentadas de madre. Pero a cambio, habrá miles y miles de contribuyentes aplaudiendo.
DE BUENA FUENTE: Acusaciones de extorsión tipo Larrazábal se escuchan en Bahía de Banderas; el asunto no es menor, no solamente por la grave que es el tráfico de influencias, sino porqué algunos empresarios han optado por invertir en la vecina Puerto Vallarta, municipio en donde aparentemente no practican esa fea costumbre de pedir estipendios a cambio de facilitar trámites oficiales.
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