Este domingo Consulta Mitofsky dio a conocer su encuesta nacional de confianza en las instituciones en la que diputados y sindicatos se reparten las peores calificaciones por parte de los encuestados (1,000 entrevistas entre el 20 y el 24 de agosto): 5.6 los primeros, 5.7 los segundos. En contraste, las Universidades, la Iglesia, el Ejército, los Medios y la CNDH se llevan las mejores opiniones.
En ese marco, hasta el peor asesor de imagen le aconsejaría a un diputado no meter las manos por un sindicato. Y justamente eso es lo que Alejandro Galván está operando en estos días: defender las basificaciones hechas por Ney González en las postrimerías de su sexenio.
Según el Contralor, Roy Rubio, son un total de 1,264 los empleados basificados en los últimos meses de la Administración anterior de los cuáles 768 –el 60 por ciento- fueron beneficiados directamente por Ney. El resto, 496 fueron gestionadas por el SUTSEM.
EN CONTRA DE LA OPINIÓN DE LOS EMPRESARIOS
La postura de Galván es completamente adversa al credo empresarial, su plataforma para saltar a la política. Se le olvida que el 21 de julio del 2011 la empresa Fitch Ratings puso en observación negativa la calificación crediticia del gobierno de Nayarit, al tiempo que aconsejó “la continuidad en las medidas de control y racionalidad del gasto a lo largo del ejercicio, permitiría a la entidad robustecer la generación de ahorro interno (flujo libre para servir deuda y/o realizar inversión) y restablecer un equilibrio presupuestal”.
Galván –recordemos que en política el lenguaje válido es el de los hechos, no el de los dichos- asume un rol de defensor de las basificaciones masivas realizadas por Ney; es decir, está validando el incremento brutal del gasto en remuneraciones al personal, algo que cualquier contribuyente –y en específico los hombres de negocios- critican.
DINAMITANDO EL CAMINO A LA ALCALDÍA DE TEPIC
Evidentemente este ejercicio de lealtad a Ney es una apuesta de muy alto riesgo por parte de Alejandro Galván, pues seguramente después de este lance saldrá friccionado no solamente con los grupos antagónicos a la Ola Roja –como la corriente magisterial-, sino también con muchísimos empresarios locales y evidentemente con la corriente política de Roberto Sandoval. Es decir, si él aspira a la alcaldía de Tepic en el 2014, este fin de semana se alejó varias leguas de esa meta. La silla que hoy ostenta el “Toro” amaneció ayer lunes muy, pero muy lejana.
Si bien es cierto que ya se sabía que tarde o temprano Galván se constituiría en un alfil del neycismo, no esperábamos que su actuación fuese tan estridente, tan poco cuidadosa de las formas, pues la defensa de los basificados por Ney no es un expediente de la Comisión Legislativa de Desarrollo Económico que él preside, ni un tema en la agenda del PRI, ni algo que quite el sueño a los habitantes del IV distrito local, ni por supuesto un posicionamiento al gusto de la iniciativa privada.
Y lo peor del caso es que en política toda acción provoca reacción, y de acuerdo con los ortodoxos, esa respuesta no será contra Galván, sino en contra de quien alienta al novel diputado.
DE BUENA FUENTE: Tenía que llegar un experto como Antonio Meza a la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno del estado para hacerle ajustes al programa de despensas para adultos mayores, es decir, ponderando el factor socioeconómico. Esta acción gubernamental nos cuesta 360 millones de pesos anuales y ahora dejará de ser un programa masivo para convertirse en un verdadero programa social; es decir, que les llegue a quien las necesite.
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