“Cuentas claras, amistades largas”, fue una de las frases más utilizadas por Ney González en su sexenio para aludir, usualmente, a los ejercicios de transparencia fiscal de su gobierno.
Varias veces leí elogios de revistas especializadas como –Aregional o Política Digital- a algunas medidas tomadas por su administración. En el estudio del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) del 2008, por ejemplo, una de las fortalezas que se reconocen al sexenio de Ney es haber sido el segundo estado en el país en el índice de información presupuestal. “Para lo limpio ni jabón se ocupa”, solía decir también el exgobernador.
En las últimas semanas, empero, varios asuntos han motivo de un agitado debate en el que nadie ha atinado a aclarar hablando con la verdad. Es hora que nadie sabemos a ciencia cierta el número de basificados o el tamaño exacto de la deuda pública.
En los pasillos de Palacio se habla de un aparente engaño respecto a lo que se dijo y lo que se hizo a final de sexenio. Simplemente no cuadran las cifras respecto del número de empleados que se iban a basificar y los que finalmente obtuvieron su base. Quizá algo similar pase con las obligaciones del servicio de la deuda.
¿DECLARACIÓN DE GUERRA?
De ser así, en política este hecho se debe procesar como una ruptura unilateral de un pacto, de un acuerdo, de la administración saliente con la entrante. De ahí que la lectura correcta del hecho es que hay ganas de fastidiar, de convertirse en la piedra en el zapato.
Hace bien el gobernador Roberto Sandoval en contratar a una firma especializada para analizar el tamaño de la deuda y proponer la mejor forma de reestructurarla. En este punto, se percibe que igualmente no hubo claridad en las cifras que se plasmaron en las actas de entrega-recepción.
Políticamente es un error no facilitarle el inicio de la gestión al nuevo mandatario. En realidad, varias acciones que se tomaron hasta antes del 19 de septiembre fueron poco atinadas. Por ejemplo, haber basificado a la Directora del IPROVINAY, Patricia Cervantes, pasando por encima de los anhelos y derechos de decenas de humildes empleados con mayor antigüedad. Como el de ella, decenas de casos.
Incluso –otro rumor palaciego-, se dice que hubo una intentona de ceder en concesión el estadio Arena Cora a la empresa Dynámica, por la vía del decreto administrativo ¡un par de días antes de la ceremonia de cambio de poderes!, un hecho que por su trascendencia, debió haberse dejado al albedrío del nuevo gobernador.
En los hechos, las autoridades salientes actuaron como en un caso típico de alternancia, y no en un relevo de un priísta por otro priísta.
Y en ese contexto es procedente, pues, para el nuevo gabinete actuar con criterios de alternancia. En el póker dicen, “como veo doy”. Es momento de revisar cuan claras son esas cuentas, a las que se aludió constantemente en el sexenio pasado.
DE BUENA FUENTE: No se ha dejado ver Griselda Esparza, la expresidenta del PRI. Lo último que se supo de ella fue que sus padrinos políticos la propusieron para ser Secretaria del Ayuntamiento de Tepic en los primeros días de septiembre. Pero, con pantalones bien fajados, el alcalde Héctor González Curiel optó por la exregidora y talentosa abogada Rocío Victoria Flores.
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