El 1º de diciembre del 2000 el recién ungido Presidente de la República Vicente Fox recorría las alfombradas escalinatas del Palacio Legislativo entre aplausos de los diputados panistas y puyas de los perredistas y no pocos priístas. Me sorprendió ver un hecho lleno de simbolismo durante la transmisión por TV. El saludo de mano y las palabras que le dirigió el diputado federal Ney González. Eran días en los que la derrota que le propinó Fox a Francisco Labastida lo hacía aparecer ante dirigentes y simpatizantes del PRI como un anticristo, como el demonio mismo.Meses después, ya como alcalde, en una charla con articulistas en La Terraza sobre el fenómeno político conocido como yuxtaposición, es decir, cuando el gobernador y los presidentes municipales son de partidos políticos distintos. Esa vez, Ney discrepó amablemente y nos soltó algo que para mí era un concepto novedoso: “Yo creo que es hora de la simultaneidad”. Argumentó su punto de vista diciéndonos que a veces la forma en que se denomina una determinada coyuntura predispone a sus protagonistas, y que en ese sentido, él era partidario de una circunstancia en la que se maximizaran las coincidencias y las diferencias pasen a un segundo plano.
Desde 1997 –en aquella Legislatura federal gloriosa de la que formaron parte Porfirio Muñoz Ledo y Beatriz Paredes Rangel- se inauguró en México un modo de hacer política que paulatinamente fue privilegiando los acuerdos por encima del mayoriteo. En las entidades federativas esta actitud de diálogo tardó en llegar.
7.9 DE CALIFICACIÓN, LA MEJOR DEL PAÍS
Quizá a muchos ultrapirístas de Nayarit no les guste, por ejemplo, el discurso permanente del gobernador Ney González para agradecer las decisiones o el apoyo que el presidente Felipe Calderon ha dispensado a Nayarit. A más de algún dirigente local le debe provocar agruras.
Sin embargo, Ney sabe que nada obtiene riñendo, aunque cuando hay que mostrar un lado menos amable lo ha hecho. Pregúntenle a Rodolfo Elizondo, Secretario de Turismo, por ejemplo, o a Juan Molinar, titular de la SCT, quienes han acusado recibo de dardos nada diplomáticos del Ejecutivo nayarita cuando han afectado intereses locales.
Ayer los medios nacionales dieron a conocer la Encuesta Nacional del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) -que contempla una muestra de 16 mil entrevistas en todo el país- en la que la gente de Liébano Sáenz preguntó sobre el cumplimiento de deberes de Felipe Calderón, en una escala de 5 a 10, y el Presidente obtiene una calificación de 7.4; quienes califican mejor a Calderón son Nayarit con 7.9, seguido de Tamaulipas, Colima, Nuevo León y Sonora.
No es de extrañarse que sea nuestra entidad en la que mejor se reconozca al Ejecutivo federal como un funcionario cumplidor, pues detrás de esa calificación existe una campaña de 33 meses de Ney aplaudiendo las decisiones –grandes y chicas- de Calderón que tengan que ver con beneficios para nuestra entidad.
Es casi seguro que los resultados de esa encuesta sean usados por Ney como un insumo adicional al modelo de gestión que ha servido para tejer una buena relación de trabajo con el gobierno federal, pues pone en un nivel aparte al gobierno de Nayarit con el residente de Los Pinos.
DE BUENA FUENTE: En 2005 Ney se propuso mantener un bajo perfil en medios nacionales, para ocuparse 100% de los asuntos locales. Poco a poco algunos de los rasgos de su gestión (la marca Riviera Nayarit, su papel en la CONAGO, sus habilidades como tecno-político) lo han puesto en el mapa republicano.
En la encuesta de Liébano Sáenz difundida este jueves, Ney González ya aparece en el bloque de los 10 gobernadores más populares junto a los mandatarios de Coahuila –quien encabeza la lista-, seguido por los mandatarios estatales de Chiapas, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo, México, Campeche, Quintana Roo y Tabasco.
DE BUENA FUENTE 2: En plenos días de interés social sobre el proceso de evaluación de los magistrados Javier Germán Rodríguez y José Ramón González Pineda la ventana que comunica al Congreso local con los nayaritas -su página web www.congreso-nayarit.gob.mx- sigue sin funcionar.
Mueve a sospechosismo ese rasgo de opacidad y hermetismo, toda vez que los señores diputados -léase Manuel Salinas Solís- aprobaron el "decreto de Herodes" (bautizado así por el jurista y blogero Andrés García en referencia obvia al simbólico largometraje) que exige un total de 49 informes diversos a los interesados y otras instituciones y gremios privados.
Pobre de Manuel Narváez, sus operadores institucionales están llevando a la Legislatura que él encabeza a situaciones en las que una lluvia de críticas los bañan a él y al resto de los diputados. De por sí es muy criticable el proceso evaluatorio a los togados, y ahora resulta que el portal no está disponible en la red. ¿Habrá quién aporte una buena dosis de pertinencia en el Congreso?
