Los méritos de Rocío Victoria
El reingreso de Rocío Victoria Flores Velásquez al equipo de trabajo de Ney González es un gesto que tendrá utilidades mayúsculas, en términos tanto operativos como –lo más importante- de imagen.
El nivel de consenso que genera su perfil es muy alto, no solo entre el círculo rojo, sino en variados grupos de interés locales, como la Universidad, las mujeres con gusto por la política, su generación, los actores de la oposición y un nicho que suele tener poco química con los altos funcionarios: el PRI.
Si con otros colaboradores quedaban dudas acerca de las reglas que operaron en su designación –sobresaliendo en muchos casos el rasgo de la confianza, básicamente- con Rocío no quedan dudas: se trata de un reconocimiento a la capacidad y al mérito.
Con su nombramiento se cumple el viejo requisito de la talacha partidista, del estudio y la actualización constantes, y del ascenso escalón tras escalón. Comparte –por ejemplo- con Filiberto Delgado, Luis Carlos Tapia y Cora Cecilia Pinedo el expediente de la carrera de partido; con Edwin Hernández y Jorge Aníbal Montenegro el bagaje académico; y con Héctor Béjar y… -creo solo con él- la meritocracia usual en el servicio público.
UNA NEYCISTA CON FUTURO PROMETEDOR
Ella sintetiza muy bien el arquetipo con el que se nos adoctrinó en nuestras mocedades. Se nos enseñó a merecer los ascensos, a no buscar vías de acceso expeditas –como el amancebamiento, en el caso de las mujeres-, sino a ir cosechando méritos para subir un peldaño cada vez.
Frente a los casos rosaluzalegrianos de catapultamiento político o administrativo que suelen aplicar las corrientes políticas en el poder, reconforta saber que el gobernador Ney González desempolvó el criterio ortodoxo para nombrar a la Secretaria del Trabajo.
Sólo los rasgos de aptitud y actitud permiten el tránsito transexenal, a diferencia de los casos de encumbramientos sexenales. Rocío tiene madera para durar muchos años más en las lides públicas, a diferencia de otros casos que en 2011 tendrán que construirse un futuro en el hogar, la empresa o el ejercicio privado de la profesión. El neycismo como corriente política encuentra en ella un valioso activo para el futuro.
Personalmente me hubiese gustado ver a Rocío en la arena legislativa, como diputada. Nutriría el debate en estos tiempos en que sólo se privilegia el sentido de la votación en el pleno cameral. Supongo que en el futuro –ya fue regidora en 1996- le tiene reservado un retorno a los cargos de elección popular.
DE BUENA FUENTE: El pasado jueves y viernes un par de equipos encuestadores se toparon en diversas secciones electorales en Tepic. Los amplios cuestionarios medían la aceptación de muchas figuras políticas. El fin de semana algunos cuarteles estuvieron trabajando duro en modelar escenarios. ¿Quién o quiénes auscultaron al electorado tepicense? ¿Qué sorpresas encontró en la medición?
El nivel de consenso que genera su perfil es muy alto, no solo entre el círculo rojo, sino en variados grupos de interés locales, como la Universidad, las mujeres con gusto por la política, su generación, los actores de la oposición y un nicho que suele tener poco química con los altos funcionarios: el PRI.
Si con otros colaboradores quedaban dudas acerca de las reglas que operaron en su designación –sobresaliendo en muchos casos el rasgo de la confianza, básicamente- con Rocío no quedan dudas: se trata de un reconocimiento a la capacidad y al mérito.
Con su nombramiento se cumple el viejo requisito de la talacha partidista, del estudio y la actualización constantes, y del ascenso escalón tras escalón. Comparte –por ejemplo- con Filiberto Delgado, Luis Carlos Tapia y Cora Cecilia Pinedo el expediente de la carrera de partido; con Edwin Hernández y Jorge Aníbal Montenegro el bagaje académico; y con Héctor Béjar y… -creo solo con él- la meritocracia usual en el servicio público.
UNA NEYCISTA CON FUTURO PROMETEDOR
Ella sintetiza muy bien el arquetipo con el que se nos adoctrinó en nuestras mocedades. Se nos enseñó a merecer los ascensos, a no buscar vías de acceso expeditas –como el amancebamiento, en el caso de las mujeres-, sino a ir cosechando méritos para subir un peldaño cada vez.
Frente a los casos rosaluzalegrianos de catapultamiento político o administrativo que suelen aplicar las corrientes políticas en el poder, reconforta saber que el gobernador Ney González desempolvó el criterio ortodoxo para nombrar a la Secretaria del Trabajo.
Sólo los rasgos de aptitud y actitud permiten el tránsito transexenal, a diferencia de los casos de encumbramientos sexenales. Rocío tiene madera para durar muchos años más en las lides públicas, a diferencia de otros casos que en 2011 tendrán que construirse un futuro en el hogar, la empresa o el ejercicio privado de la profesión. El neycismo como corriente política encuentra en ella un valioso activo para el futuro.
Personalmente me hubiese gustado ver a Rocío en la arena legislativa, como diputada. Nutriría el debate en estos tiempos en que sólo se privilegia el sentido de la votación en el pleno cameral. Supongo que en el futuro –ya fue regidora en 1996- le tiene reservado un retorno a los cargos de elección popular.
DE BUENA FUENTE: El pasado jueves y viernes un par de equipos encuestadores se toparon en diversas secciones electorales en Tepic. Los amplios cuestionarios medían la aceptación de muchas figuras políticas. El fin de semana algunos cuarteles estuvieron trabajando duro en modelar escenarios. ¿Quién o quiénes auscultaron al electorado tepicense? ¿Qué sorpresas encontró en la medición?
