· Ney, ¿héroe o villano? ¡Pónganse de acuerdo!
· ¿Llega a su fin el discurso contra el sexenio pasado?
· El Congreso marca su raya respecto de la retórica
antineycista
· Que no serán 3, sino 4 los magistrados que dejarán el
cargo en septiembre
“Orden y contraorden es
desorden” solía decir el general Álvaro
Vallarta a sus cercanos, para ilustrarlos sobre el valor de la unidireccionalidad.
Su famosa frase sirve para ilustrar el esquema de caos y confusión que
ha generado la solicitud de juicio político a Ney González y la declaratoria de improcedencia votada por
diputados priístas en el seno de la Comisión legislativa de Justicia del
Congreso local.
El discurso del actual
régimen ha sido insistente, machacón en destacar la voracidad para favorecer
procesos privados de acumulación de capital por parte de funcionarios del
sexenio anterior. Incluso, apenas hace una semana, durante la sesión de la
Comisión Política Permanente del PRI –con el tema Granier como telón de fondo- Roberto
Sandoval insistió en esa postura, según una nota de La Jornada: “El
gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, ironizó incluso al decir que el saqueo
al presupuesto del estado en la administración de su antecesor, Ney González,
fue tal que ni arcas me dejaron, no las encuentro. Sin embargo, dijo, aún no
hay responsables y contra el ex gobernador no se ha iniciado un proceso”.
El
diputado Polo Domínguez vio un nicho
de oportunidad y obligó a la bancada del PRI a definirse, sabiendo que
uno de los activos históricos del partido tricolor es su doble lenguaje: decir
una cosa y hacer otra. Él sabía que su demanda de juicio político no
procedería. Y le dieron gusto.
La
jugada del diputado panista dio frutos. En concreto, ha aniquilado uno de los
más usados recursos retóricos de la actual administración: el rollo
antineycista. Para efectos de imagen, la decisión de los diputados locales
priístas tomada la tarde del miércoles 19 es una exoneración de facto
del exgobernador. Y se nota, pues Ney
ha aprovechado estos días para comunicar que se encuentra feliz cursando un
posgrado en quién sabe qué y quién sabe dónde.
El
nayarita común vio la semana pasada una paradoja confirmada. Ya antes
había visto señales confusas en el actual sexenio respecto de los
neycistas, por ejemplo, como el reclutamiento de su exsecretario particular del
2005 al 2008, Manuel Narváez, o la
incorporación del exsecretario de Hacienda de Ney a tareas administrativas de mucha importancia, en medio de un
extraño discurso –local y nacional- de condena a los gobiernos deudópatas.
La
decisión tomada por Armando García y
su gente le pone fronteras al ejercicio de críticar al pasado reciente,
haciendo ver que se trata de una acción sólo de Palacio de Gobierno, no compartida
por la bancada priísta, y aparentemente –a juzgar por las tibias posturas de Juan Carlos Ríos Lara-, tampoco por el
comité estatal del PRI.
Sólo
el tiempo nos permitirá ver qué tanto daño causó el rechazo de los diputados
del PRI a enjuiciar políticamente a Ney.
Sobre todo porque la justificación de su postura resultó pueril, leguleya,
tramposona. Docto, el extitular del Órgano de Fiscalización Superior, maestro
en Derecho Andrés García Torres, se
burló así del dictamen signado por los legisladores:.”Si llegas a ser
diputado, no vayas a dar palo a juicios políticos argumentando que no se
acompañaron 7 copias al carbón! Los informes del resultado de la fiscalización
son públicos y Están publicados en la página del congreso! Tome nota! Bonito
viernes!”.
En
este estado de cosas, se incrementará la presión social en la Contraloría del
Gobierno del Estado, bien llevada por Roy
Rubio, instancia que integra varios expedientes sobre los malos manejos del
2005 al 2011, esos que ha criticado hasta la saciedad el actual mandatario.
Mientras,
los nayaritas que no entienden los singulares códigos del PRI se encuentran en
estado de confusión, sin saber si finalmente Ney es villano –como lo deducen del discurso palaciego- o un héroe
en vías de restauración de su imagen, como lo decodifican de la actuación de
los señores diputados.
La
30 Legislatura nos mete al redil de las recanijas dudas: ¿Se llevaron o no las
arcas, pues?
DE BUENA FUENTE: Dicen los enterados que no serán 3, sino 4 los magistrados que dejarán
su cargo en las próximas semanas. Tres por llegar a la conclusión del período
para el cuál fueron designados. Y uno más que –aparentemente- renunciará como
una forma de poner fin a molestas denuncias penales por su actuación como
funcionario y –en concreto- por ventas de terrenos turísticos en medio de
mayúsculas irregularidades.
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