Ayer se cumplió un mes de uno de los actos más trascendentes del sexenio; la reunión del gobernador Ney González con legisladores del PRI y de oposición. Sí, el 14 de junio Martha Elena García, Guadalupe Acosta Naranjo, Francisco Javier Castellón y Ivideliza Reyes apoyaron la moción del mandatario nayarita para pedir el envío de efectivos policíacos al gobierno federal.
Después de ese acto plausible, civilizado, plural vino lo de siempre. Una reforma electoral sacada adelante sin el concurso de los diputados locales del PAN y PRD, y cada quien a lo suyo.
El juego de señales es terrible. La gente decodifica que ni siquiera la situación inédita de violencia en las calles ha sido capaz de mantener a los líderes políticos de la entidad desahogando una agenda unitemática.
Y podríamos pensar que desde el lunes pasado en la mira de los partidos sólo está la elección del 3 de julio del 2011.
RETOMAR EL DIÁLOGO PLURAL
El frenesí nayarita por lo electoral debería ser moderado desde Palacio para dar paso a los temas institucionales. Sería sano que el doctor Roberto Mejía retome el expediente abierto el 14 de junio, para mantener la unión plural de esfuerzos en materia de combate a la inseguridad.
El ejemplo lo puso el presidente Felipe Calderón, quien este martes se reunió con el poderoso Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los senadores del PRI, para retomar el diálogo que permitar legislar en materia de las reformas estructurales que requiere el país.
Si las autoridades no dan muestras de profesionalismo en la gestión de temas de interés social, entraremos en una dinámica electorera que mandará a un segundo plano el protagonismo del Gobierno.
Es decir, ante lo atractivo que resulta el tema de temas de cada 6 años (¿Quiénes serán los candidatos?), las autoridades necesitan hacer algo más que lo usual para mantener su presencia e influencia en la opinión pública.
Y la agenda de seguridad pública puede ser un buen pretexto para que el régimen se muestre activo e incluyente en medios y redes sociales; y, sobre todo, que esté en sintonía con su población, pues se percibe que al tema que más preocupa a los nayaritas debería ser merecedor de más tiempo en la agenda de las autoridades.
DE BUENA FUENTE: Este verano el gobernador Ney González y sus asesores deberán reflexionar bien sobre las siguientes jugadas que se pueden gestar al interior del Tribunal Superior de Justicia. Una de ellas es la sustitución del magistrado Oscar Saúl Cortés Jáuregui, quien dejaría ese espacio –ha trascendido- a una abogada ligada a los derechos humanos recientemente.
El otro movimiento visible es la elección de un nuevo Presidente, en 2 meses más. Dejaría este puesto Jorge Armando Gómez Arias en manos de algunos de los nuevos magistrados designados en septiembre y diciembre del 2009; se dice que podría ser Manuel Salinas Solís. En ambos escenarios el movimiento de las piezas debe hacerse con máximo cuidado, pues la lógica endogámica con la que se han procesado la novación y el crecimiento del Pleno tienen muy lastimados a los integrantes de la carrera judicial.
Lo deseable es que si desean operar la sustitución de Cortés Jáuregui le den oportunidad a alguno de los funcionarios judiciales con mayor reconocimiento, y que enfríen las calenturas de los nuevos magistrados que desean presidir al Tribunal, pues no es bien visto que hagan ostentación de poder. Si el Tribunal tiene nuevos dueños, ¿Para qué presumirlo quedándose con la Presidencia?
DE BUENA FUENTE 2: El nuevo Secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, fue compañero de legislatura federal de Ney González, del 2000 al 2003. Cuando menos eso puede permitir que los asuntos en la agenda no se atoren. Uno de ellos es el envío de fuerzas federales para combatir la guerra entre grupos delictivos.
DE BUENA FUENTE 3: Se dice que la Procuraduría General de la República investiga nexos de elementos de agencias policíacas estatales con el crimen organizado. Y que en estos días podrían llevarse a cabo algunas detenciones.
DE BUENA FUENTE 4: El reciente lance de Julio Mondragón contra Alejandro Galván saca a flote la sospecha que hay en varios políticos locales: que éste le tira a la gubernatura para tratar de negociar otra posición menor. Sabido es que Julio no desea ser gobernador, pero sí le late su corazón por la alcaldía de Tepic. De ahí que vea a Galván como una figura amenazante.
Por lo pronto, tras varios meses de promoción de imagen, finalmente le salió el primer respondón al empresario radiofónico. Y, como suele suceder, no será en último. A ver cómo sortea este tipo de embates el amigo Galván.