De repente aparece en el escenario nayarita un hecho
rupestre, una gesta de otro tiempo y para otro público, una protesta retro, que viene a confirmar la
esclerosis de ideas que padecen varios protagonistas de la esfera política local.
Veamos: El diputado Leopoldo Domínguez, del PAN, solicitó información pública sobre un
programa social el 2 de mayo, en base a la Ley de Transparencia. Previamente, el
13 de marzo había presentado a varias dependencias una petición similar, en su
calidad de representante popular.
A manera de desafortunada reacción, varios “aliados”
–sí, entre comillas- organizaron una sonora protesta el pasado jueves 17 de
mayo. Personas humildes de diversas colonias populares llegaron con cartelones
a recriminarle al legislador: “El rata fuiste tú Polo”; “Polo ponte a trabajar,
el pueblo te lo exige”; “Polo basura”.
Según el equipo de trabajo del diputado Domínguez, los diputados priístas Carlos Saldate y Águeda Galicia resultaron responsables de la movilización; otras
fuentes señalaron al líder estatal de la CNOP, Fidel Cristobal Serrato, como el operador del mitin.
Lo cierto es que al haber un claro nexo entre la
protesta retro y la solicitud de
información presentada por Polo, la
señal que la sociedad decodifica es tan clara como rupestre: “No metan sus
narices aquí”, en relación al tipo de indicadores, datos y costos de los
programas sociales en vigor. Todo un homenaje a la opacidad y al hermetismo en
archivos oficiales.
LOS FIDELIZADOS DAÑEROS
Esta acción orquestada al estilo priísta de los 80
(el acarreo en su máxima expresión) nos muestra que a veces los aliados –esos
seres sedientos de mostrar su lealtad ad
nauseam- más que ayudar, perjudican.
La visión cortoplacista de los fidelizados no
calcula las consecuencias de su torpe actuación, como los chivos tampoco
reparan en el daño que sus coces provocan en una cristalería. Su meta es el
beneplácito superior, la palmadita en la espalda (“Muy bien, muchachito, muy
bien”), sin incorporar costos sociales o políticos a su frenesí.
Los aliados diseñaron una reacción con los códigos
de hace 3 décadas, sin entender que la sociedad de hoy sabe diferenciar claramente
entre una manifestación auténtica de precaristas indignados, y una
protesta artificial de carenciados movilizados por líderes partidistas.
Pero además, usurpan la obligación constitucional de responder a sendas
solicitudes formales. ¿Por qué no dejan que sean los destinatarios de las
misivas quienes actúen?
Lo peor del asunto es que le hacen un flaco favor a
la gestión de Roberto Sandoval, pues
el sexenio está tierno (el sábado apenas cumplió 8 meses), y la lectura que la
sociedad hace del hecho es rotunda: ¿Es la Transparencia una amenaza
para las autoridades? Un boxeador no debe mostrar puntos débiles, mucho menos
en los primeros rounds.
Otra señal que erróneamente se decodifica con el
episodio de la protesta retro, es la
de dificultad para convivir con los opositores, y repito, es una conclusión que
no concuerda con la realidad, pues ni Roberto,
ni sus principales operadores tienen el problema que sí tuvo Ney González en el sexenio anterior:
incapacidad para dialogar con quienes disienten.
Lo obligado ahora es, por parte del gabinete del
gobernador, operar un control de daños. Primero, directo sobre el
expediente que gestiona Polo Domínguez,
para que el Gobierno comunique que hay respeto tanto por la Transparencia, como
por los actores de la oposición; y segundo, de carácter preventivo, con los
aliados con harta iniciativa, para pedirles que moderen sus ímpetus pues,
dinamitan la imagen sexenal y destejen lo tejido.
DE BUENA FUENTE: Un sano ejercicio de transparencia ha sido
puesto en práctica por la Universidad Autónoma de Nayarit, al difundir en su
página web un calendario de eventos que muestra a detalle el acontecer
cotidiano en el campus. Para los iniciados, incluso, los datos pueden
sincronizarse con la aplicación Google Calendar.
Este tipo de detalles
auspiciados por la visión del rector Juan López Salazar, deberían ser
imitados por otras instituciones públicas, sobre todo como una forma de
mantener con vida a los portales oficiales esos que lucen entelarañados por el
desdén de los internautas.
Twitter: @ehq